El 12-M sentó finalmente bien, mejor incluso de lo previsto, al PSC y al PSOE. Salvador Illa firmó un resultado contundente que, para los socialistas, solo se traduce en dos escenarios: o él es president o Cataluña irá a nuevas elecciones. Pero están confiados en que el tiempo hará su trabajo y en que los bloqueos que hoy empantanan la jornada de resaca electoral se acabarán levantando. En todo caso, en Ferraz remiten al primer secretario del PSC para las negociaciones poselectorales, porque será él quien decida, insisten, y advierten de que no habrá "ninguna repercusión" en la gobernabilidad de España. Las urnas de este domingo, calculan, no tendrán por tanto implicaciones en el difícil equilibrio con el que tiene que jugar Pedro Sánchez en el Congreso.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE fue recibido con aplausos, abrazos y vítores a su llegada a la ejecutiva federal de este lunes posterior a los comicios catalanes del 12-M. Sánchez y su equipo sienten, igual que manifestaba Illa anoche, que su política de diálogo con los independentistas, su arriesgada apuesta por la amnistía, han sido validadas por los catalanes. El PSC obtuvo 42 escaños —nueve más de los 33 que tenía—, igualando su resultado de 2003, pero ganó por primera vez en su historia en votos y en número de diputados, y además logró arrebatar al independentismo su mayoría absoluta. Una mayoría que, si se echa la vista atrás, a los tiempos de la antigua Convergència, los nacionalistas repitieron una vez tras otra desde 1984. De ahí que el dato de Illa sea histórico.

El Gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña. Ni en Madrid ni en ningún otro sitio. Los partidos catalanes, con los resultados sobre la mesa, decidirán, e Illa tiene toda nuestra confianza para pilotar este proceso"

Esther Peña, portavoz de la comisión ejecutiva federal del PSOE

Ya en campaña Ferraz lo dijo, pero este lunes la portavoz de la dirección, Esther Peña, lo reiteró: las negociaciones poselectorales descansarán única y exclusivamente en el PSC y en Illa: "El Gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña. Ni en Madrid ni en ningún otro sitio. Los partidos catalanes, con los resultados sobre la mesa, decidirán e Illa tiene toda nuestra confianza para pilotar este proceso". Las palabras de la dirigente eran tanto una respuesta a Carles Puigdemont, que este lunes adelantó que intentará presentarse a la investidura y que espera el acuerdo con ERC y la abstención del PSC, como al PP, que también aventura un Ejecutivo del líder de Junts aunque suponga el sacrificio del jefe de los socialistas catalanes.

Peña, a lo largo de toda la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva federal del PSOE, hizo hincapié en que las negociaciones las llevará el PSC, que será Illa quien abrirá las mesas de diálogo con las formaciones políticas catalanas y que por tanto no habrá injerencia del presidente del Gobierno ni de su cúpula.

Pero en realidad las direcciones de PSOE y PSC están conectadas. Y comparten el mismo planteamiento. De entrada, Illa no renunciará para que sea investido Puigdemont. Es decir, que el PSC no se abstendrá para que el expresident vuelva a dirigir la Generalitat. Lo dijo desde Barcelona la portavoz de los socialistas catalanes, Núria Parlon, también alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. "No daremos apoyo a la investidura de Puigdemont, la ciudadanía ha hablado claro y el independentismo en este momento no tiene una mayoría legítima como para reclamar este Govern encabezado por Carles Puigdemont. Esto le tiene que quedar muy claro a Puigdemont, aunque nos amenace con bloquear la gobernabilidad en España", señaló tajante.

"Máximo respeto" a Aragonès

El PSC, en consecuencia, mira a ERC, igual que hace el PSOE. Y no a Junts. "Las cosas claras: el ganador fue Salvador Illa y es el único con opciones reales para ser president", recalcó Peña, cerrando por tanto la puerta a la carambola buscada por Puigdemont y que alienta el PP: que el líder del PSC sea sacrificado para asegurar la gobernabilidad de Sánchez en Madrid.

La portavoz lanza una advertencia a ERC: "Se penaliza a quien bloquea en todos los ámbitos". Es decir, que una repetición puede salirle cara

La portavoz quiso remar a favor de ese acercamiento hacia los republicanos. PSC (42), ERC (20) y comunes (6) suman mayoría absoluta, 68 escaños. Expresó su "máximo respeto" a la decisión de Pere Aragonès de abandonar la primera línea de la política y no recoger siquiera su acta de diputado. Y aunque es Illa quien "tiene la responsabilidad de abrir ese diálogo con todos los partidos" —de la ronda que emprenda solo quedarán fuera las dos extremas derechas, la españolista (Vox) y la independentista (Aliança Catalana)—, Peña enfatizó en que "hay muchas cosas" que unen a los socialistas con ERC para "mejorar la vida de los catalanes".

Resultados electorales en Cataluña Elecciones Cataluña 12M

Comparativa con 2021

En Ferraz creen que una repetición electoral está "lejos de la realidad" ahora mismo. Aragonès, durante su comparecencia en Barcelona, rubricó que su partido quedará en la oposición. "Oposición es oposición [...]. No estaremos para facilitar una investidura del PSC y no participaremos de operaciones que necesitan del acuerdo de Junts y PSC", sostuvo. Desde Madrid, llegó la advertencia en forma de respuesta. "Se penaliza a quien bloquea en todos los ámbitos", dijo Peña, dando a entender que si ERC finalmente impide un Govern de Illa y aboca a Cataluña a nuevas elecciones será castigada por los votantes. Peña pidió "calma", diálogo para las próximas semanas, y remarcó, otra vez, que ERC "tiene mucho que decir".

"Compartimos muchas soluciones y recetas y estoy convencida de que llegaremos a un acuerdo satisfactorio para que ese Govern empiece a funcionar. No tengo dudas. Vamos a sentarnos y hablar y tiene que salir porque así lo ha dicho la sociedad catalana". En suma, concluyó la portavoz, "se abrirá un proceso que ha de liderar Salvador Illa, en el que hablaremos con todos los partidos excepto con la extrema derecha, y en el que ERC estamos convencidos de que jugará un papel determinante en ese diálogo".

¿Y cómo puede afectar a la gobernabilidad de España? "No tendrá ninguna repercusión". La dirigente socialista recordó que su partido firmó varios acuerdos de investidura, también con Junts y ERC, y el PSOE "cumple sus acuerdos" y entiende que el resto de formaciones "hará lo mismo". Peña rubricó que "no hay alternativa" al Gobierno de Sánchez, "que ha visto validada su hoja de ruta con unos magníficos resultados" en Cataluña, así que no hay "ninguna duda" acerca de la "continuidad" de un Ejecutivo que trabaja "a pleno rendimiento" y que está desplegando una "agenda intensa e intensiva". Lo que estaba diciendo la portavoz, por tanto, es que los independentistas no tienen incentivos para tumbar a Sánchez, porque eso supondría poder aupar a PP y Vox. "Fácil no va a ser nunca, pero ahora estamos más fuertes", analizan en el cuartel general socialista. Dicho de otro modo: un PSC crecido en las urnas, por un independentismo en caída libre sirve para reforzar al Ejecutivo central, no lo contrario.

En Ferraz se sienten "más fuertes" tras el 12-M. La lectura es que Sánchez, con sus políticas, "tenía razón". "Es sanador mirar hacia delante, lo que ha hecho la sociedad catalana", resume Peña

Lo que sí tiene claro el PSOE es que la dependencia de los soberanistas que pueda llegar a tener el PSC en el Parlament —como Sánchez en Madrid— no significará un cambio en su rechazo al referéndum de autodeterminación: "Nunca nos van a encontrar en recetas que se dediquen a dividir. No lo tenemos en nuestra agenda. Es sanador mirar hacia delante. Es lo que ha hecho la sociedad catalana", mantuvo, expresando también su anhelo de que todos los partidos en liza este 12-M les acompañen en ese "camino sanador". En la reunión de la ejecutiva, "muy agradable" se concluyó, resumió la portavoz, que Sánchez "tenía razón" en su apuesta por el diálogo y la convivencia. Que el PSOE y el PSC, en definitiva, han sabido "leer y escuchar, entender qué es lo que necesitaba la ciudadanía catalana para pasar página". Fuentes de la dirección indicaron que el presidente se declaró ante sus compañeros "muy feliz" por los datos del 12-M.

Pensando ya en las europeas

Peña aseguró que las catalanas del 12-M, igual que las vascas del 21 de abril, han demostrado que los socialistas han acertado hablando de "lo que interesa a los ciudadanos", que estos premian a quienes están "a su lado", mientras que sufren más los que "llevan por bandera la política zafia, del enfrentamiento y del bloqueo".

El PSOE remarca que "cumple" los acuerdos firmados con sus socios y no tiene "duda" de que "el resto hará lo mismo". Es decir, que no tendrá afectación a la estabilidad del Gobierno

Esa reflexión sirvió también a la portavoz para lanzar un mensaje al PP. Cataluña, observó, "ha pasado página", y "es hora de que el PP la pase también", que abandone "la senda ultraderechista" y se avenga a negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial. "Llamamos a [Alberto Núñez] Feijóo a unirse a la senda de la política útil", le dijo. También rebatió al jefe de los conservadores su afirmación de que la amnistía solo procuraba la perpetuación de Sánchez en el poder, una "mentira" que tras el 12-M "ha quedado en evidencia", ya que no solo se trata de "recuperar la convivencia", sino que es un "proyecto de país".

Así, "mientras el PSOE tiene un proyecto para España, el PP tiene un proyecto contra el PSOE". La siguiente contienda es la de las elecciones europeas del 9 de junio, cuya campaña arranca en menos de dos semanas, el 24 de mayo. Ahí Feijóo "se jugará el ser o no ser". "El ciclo electoral de 2024 no va bien para el PP. El PSOE sale a por la victoria en las europeas, sale a parar la ola ultraderechista que recorre España y que recorre Europa, sale a liderar en el continente las transformaciones que en España llevan el nombre de Teresa Ribera [la candidata] y Pedro Sánchez", terminó Peña. España y Cataluña están aún en la resaca del 12-M pero la rueda sigue y los partidos, también el PSOE, ya piensan en la última contienda de esta superprimavera electoral: el 9-J.