El actual presidente de la Generalitat de Cataluña en funciones, Pere Aragonès, ha anunciado que dejará la política tras las elecciones autonómicas de este domingo. Asume en primera persona los desastrosos resultados de los comicios, que le han hecho perder la tercera plaza y pasar de los 33 escaños (21,3%) logrados en 2021, a contar ahora con 20 (13,68%). Ha quedado a cinco de los cosechados por el PP de Alejandro Fernández, originario de Tarragona. Precisamente, el trasvase de votos allí al PSC, en la provincia, ha sido una de las principales razones del declive parlamentario. También esa tendencia se ha dado en Barcelona.

Si se atienden a los datos oficiales, en la provincia de Tarragona [que reparte 18 diputados autonómicos] ERC ha perdido dos de sus cinco candidatos. En Barcelona [la que más aporta, con 85], los republicanos han bajado de 19 a doce escaños. Son nueve escaños de los trece perdidos en total. En Girona y Lleida, aunque se ha visto desplazado por socialistas y neoconvergentes, ha podido resistir mejor por el respaldo de unos territorios más independentistas. Aunque está claro que ha primado el voto más útil: a Carles Puigdemont entre el ámbito soberanista, y a Salvador Illa el más izquierdista.

Hay una tendencia que se repite en Barcelona y Tarragona: el voto útil a los socialistas le hace perder primeras y segundas plazas electorales en pequeñas y medianas poblaciones. Y al mermar el espacio republicano, se produce igualmente un sorpasso de Junts pese a la victoria generalizada del PSC. Hay excepciones, con todo, en las que Puigdemont quitá la primera plaza a ERC. Son los lugares más nacionalistas de las dos provincias menos independentistas. Torre de L'Espanyol, Rocafort de Queralt, Vilabella y L'Espluga de Francolí, todas ellas en Tarragona; y Castellcir, Castellolí y Sant Llorenç Savall en Barcelona, donde Junts le arrebata el primer puesto a ERC dejándole segundo. En Sabadell, el PSC gana nuevamente, pero Junts le quita el segundo puesto a ERC.

Los casos de Manresa y Sant Jaume de Frontanyà son los peores para ERC: diez puntos menos de voto en el primero y 43 menos en el segundo

En el caso de Barcelona, de ese paso de primera a tercera fuerza en el que gana el PSC y Junts pasa a segunda fuerza, destacan los casos de: Mataró, Sallent, Castellbell i El Villar, Corbera de Llobregat, Rubió, Sant Esteve Sesrovires, Sant Vicenç de Castellet, Santa Susanna, El Bruc, Cercs, Bigues i Riells del Fai, El Masnou o Els Hostalets de Pierola, entre otras muchas más decenas de enclaves. En el caso de Tarragona, podemos destacar por ejemplo: Reus, Sant Jaume D'Enveja, El Rourell, Riba o La Ràpita.

Hay dos casos notables a destacar, precisamente en la provincia de Barcelona. Son los de Manresa y Sant Jaume de Frontanyà. En la primera localidad, de 50.000 habitantes, se ha producido una de las dos mayores caídas electorales de los republicanos. Aragonès ha perdido más de diez puntos de voto mientras que el PSC sube seis. ERC pasa del 23,45% al 13,15%. Es en la segunda población donde, con todo, el golpe es muy contundente. ERC pasa de capitalizar la mitad de los sufragios para quedar reducido a un 6,25%. Benefician a PSC y Junts, como sigue la tendencia mencionada.

Frente a Tarragona, son notables las localidades barcelonesas donde el PSC adelanta a ERC como primero. Son casos como Castel i la Gornal, Cabrera d'Anoia, Olivella, Olesa o Bonesvalls. También como segundo: Santa Coloma de Cervelló o Vacarisses. Esa tendencia de apoyo a Illa entre la izquierda, y la movilización del constitucionalismo en torno al PP ha hecho a Fernández quedar por delante de ERC en zonas como Cabrera del Mar, Hospitalet de Llobregat, Sant Joan Despí y la propia capital, Barcelona. La tendencia en estos municipios es la de pasar de segundo a cuarto partido, con un PSC ganador, y Junts y PP entre el segundo y el tercer puesto. En La Llagosta incluso ha quedado por detrás de Vox.

Con el PSC primero, el PP queda en esta edición por encima de los republicanos en enclaves relevantes como Cornellà de Llobregat [de 2º a 3º posición], y en Badalona y Sant Cugat del Vallés [de 2º a 4º, lo adelanta Junts, que queda tercero]. Al detalle y en general, ERC (50.768) ha perdido en la provincia de Tarragona 18.000 votos aproximadamente. 25.000 en total ha ganado allí el PSC (80.210) y 13.000 Junts (67.122). En cuanto a Barcelona, ERC (313.451) baja 121.000 aproximadamente. Son casi todos los que sube Illa en la provincial. Crece 167.412 al completo.

Superado por Aliança Catalana en docenas de territorios

El golpe a ERC se agrava teniendo en cuenta que, por los flujos negativos de voto a terceros partidos, las candidaturas de Aliança Catalana, la fuerza xenófoba independentista que emerge al panorama político autonómico con dos escaños desde Ripoll (Gerona), le ha superado en docenas de territorios pequeños. Le ha superado en Casserres, Masies de Roda, L'Espunyola, Castelar de N`Hug y El Brull quitándole la segunda plaza con Junts por delante nuevamente. Del segundo al cuarto ha pasado en Malla y en Masies de Voltregà. El crecimiento del PSC le ha hecho caer de segundo a quinto en Santa María de Merlès, cayendo al quinto puesto con Aliança por encima.

En una zona netamente independentista como Fígols, y con el PSC muy por debajo, ERC ha caído del primero al cuarto puesto con Junts como ganador, PP segundo y tercera Aliança. Del primero al tercero, por detrás de Junts y los de Sílvia Orriols, queda en Viver i Serrateix. Y del tercero al cuarto, relegándole la fuerza ultra, se queda ERC en Aguilar de Segarra y Capolat. En Montclar pierde la segunda posición y le adelantan la Aliança y la CUP. Se queda tercero en Oris superado por la misma fuerza.

Orriols le adelanta en Pardines, donde era segundo. Lo desplazan al cuarto puesto el PSC y Aliança, con Junts primero en Olot. En Figueres del segundo al sexto puesto, con Aliança, PP y Vox por delante. Y la misma situación se produce en Cabanelles, con la CUP y Vox por delante y Aliança segunda.

El PSC le quita Lleida y lo deja tocado en Girona

Más de 24.000 votos en Girona (35.659) y más de 13.000 en Lleida (27.257) ha cedido ERC en la noche electoral. 17.000 y 9.000 crece Illa en esos territorios respectivamente. La mayoría de esos votos. Principalmente, en las dos grandes capitales. En Girona el PSC le arrebata la segunda plaza a ERC, mientras que en Lleida le gana y lo desplaza a la cuarta posición con PP y después Junts por delante. A nivel general, el balance favorece mejor a ERC en estos territorios que en las otras dos provincias.

De primero a tercero cae en lugares de Lérida como Alcarrás o Balaguer, arrastrado por el PSC. Igualmente, en La Seu D'Urgell. Frente a Junts es relegado al segundo puesto en Vilanova de Segriá, Espluga Calba o Espot. En zonas de Girona como La Junquera, Junts le quita la segunda posición. En la provincia el sostenimiento es algo mayor. Hay adelantos del PP a ERC en Fontanilles, Aspa y Lloret de Mar. En este último feudo queda quinto con Vox también por delante. Ignacio Garriga también le gana en Fogars de la Selva, Castellgalí y Canovelles [todas en Barcelona]. Anecdótico es el adelanto, a la tercera plaza, por los comunes en Castell de L'Areny.

De los 178.446 votos totales perdidos, se puede hacer una aproximación de su lugar de tránsito de acuerdo a sondeos detallados como el último público de 40dB durante la campaña. Aproximadamente, un 16,5% del voto republicano apuntaba a irse a Junts, así como un 6,6% al PSC. Con fugas menores a la CUP o a los comunes. Y uno de cada diez votantes indecisos. De acuerdo a esas transferencias, solo con neoconvergentes y socialistas la pérdida ya sería de 140.000 votos. Lo que aproxima a esos resultados estimados el escenario salido de ayer.

Illa ha ganado 218.193 papeletas. 40dB estimaba una crecida aproximada de 200.000 votos con lo que se recibiría de ERC (40.000, un 6,6%), los comunes (64.875, un tercio de su total) y los ex abstencionistas (58.130, un 12%). También coincide con la estimación, si se suman los demás restos de otras formaciones.