En las generales del pasado 23 de julio, el PSOE se propuso dar la vuelta a la caracterización negativa de Pedro Sánchez que la derecha había logrado instalar en buena parte del electorado. De la campaña a la defensiva de las autonómicas y municipales del 28 de mayo pasó a la ofensiva menos de dos meses después. El presidente entró a combatir el sanchismo, se desplegó por teles y radios hostiles, resignificó el insulto Perro Sanxe. Ahora se enfrentan él y su partido a un reto también complicado: otras elecciones, las europeas del 9 de junio, en las que parten con desventaja y lastrados, al menos parecía, con la mochila de la ley de amnistía, muy contestada por la oposición en las instituciones y en las calles. Pero el presidente está convencido de que el espaldarazo que las urnas en Cataluña han dado al PSC y a la política de "convivencia" suponen una bocanada de oxígeno para el PSOE de cara al 9-J. Sánchez entiende que los ciudadanos han avalado su estrategia, por lo que considera que la pretensión de PP y Vox de centrar el debate de esta campaña en la amnistía será baldío: la discusión, entienden los socialistas, está ya amortizada.

El resultado del 12-M fue mejor de lo previsto para PSOE y PSC: 42 escaños, un 27,96% de las papeletas, nueve diputados y casi cinco puntos más que en 2021. Siete parlamentarios y 6,35 puntos de ventaja sobre el segundo, Junts. Y una mayoría independentista que ya no existe: 59 representantes —61 si se suman los ultras xenófobos de Aliança Catalana—, lejos de los 68 escaños que marcan la mayoría absoluta del Parlament.

Sánchez recuerda que cuatro de cada cinco electores catalanes votó opciones políticas que apoyan, de una forma u otra, la amnistía

Sánchez se congratulaba este viernes en una entrevista en Al rojo vivo (La Sexta) de los datos en Cataluña, mandaba a Carles Puigdemont casi al desván de la historia —"tiene que asumir la realidad", está "completamente descartado" que el PSC le invista president— y subrayaba cómo sus "decisiones muy arriesgadas" sí habían sido respaldadas por los catalanes. Ellos habían mandado el mensaje poderoso de que medidas como los indultos o la amnistía gozaban de su beneplácito. "Cuatro de cada cinco electores catalanes que votaron el pasado 12 de mayo han votado opciones políticas que han apostado, de una u otra manera, por la normalización y la estabilidad en la política catalana", alegó. Incluía a PSC (27,96%, 42 escaños), Junts (21,61%, 35), ERC (13,68%, 20), comunes (5,82%, 6) y CUP (4,09%, 4). Juntas, las cinco fuerzas reúnen 107 diputados, el 79,26% del total de 135 sillones en el Parlament.

El convencimiento de que el resultado del 12-M es tan concluyente es compartido por PSOE y PSC. "Cataluña y la ley de amnistía van a ser un activo electoral de cara a la campaña europea precisamente porque los catalanes han dado su aval a la política de convivencia", indican fuentes muy próximas al primer secretario de los socialistas catalanes y candidato a president, Salvador Illa, que añaden que no tienen ningún tipo de miedo a que prenda la llama en el resto de España, como busca el PP. Es decir, que en la cúpula del PSC no creen que Alberto Núñez Feijóo triunfe en su estrategia de hacer que los ciudadanos de toda España castiguen a Sánchez —y a su cabeza de cartel el 9-J, la vicepresidenta Teresa Ribera— en las urnas europeas.

"Increíble que infle el globo de Puigdemont"

"Sin duda alguna, Cataluña es ahora para nosotros un activo importante para nosotros en esta campaña. Ese discurso de que la amnistía acaba con la Constitución, de que da alas al independentismo y revive el procés... ¡adiós! Las urnas y la Comisión de Venecia han acabado con él", apuntan en el núcleo de confianza de Sánchez. La ley se aprobará definitivamente el próximo 30 de mayo, en el ecuador de la campaña del 9-J. Pero en el equipo del presidente están seguros de que, por mucho que Feijóo y su candidata, Dolors Montserrat, intenten revivir el debate de la amnistía, no lograrán que coja vuelo. "Cero repunte de este tema. Todo el mundo ha visto el éxito de la amnistía. Tiene el respaldo jurídico de la Comisión de Venecia y, más importante, el respaldo político de las urnas del 12-M", sancionan.

Cero repunte de este tema. Todo el mundo ha visto el éxito de la amnistía. Tiene el respaldo jurídico de la Comisión de Venecia y, más importante, el respaldo político de las urnas del 12-M", señalan en el círculo del presidente

Los socialistas defienden que si el PP no concede una victoria clara a Illa es porque sabe que reconocerlo iría en su contra en las europeas. "Por eso emponzoñan, por eso están diciendo que Pedro está dispuesto a sacrificar a Salvador e investir a Puigdemont. Lo increíble es que justo infle el globo de la estrategia de Junts", afirma un miembro destacado de la lista socialista del 9-J.

"Probablemente el PP lo que quería es que el independentismo sumara una mayoría parlamentaria y tuviéramos el debate de que Puigdemont podía ser o no president de la Generalitat —se revolvía Sánchez en Al rojo vivo—. Es que esa es la cuestión: ha habido separatistas, pero ha habido separadores. Ha habido gente y partidos políticos, en este caso el PP, que ha vivido muy bien de la confrontación".

"No es solo que las urnas del 12-M validen la apuesta por la convivencia en Cataluña", argumenta un cargo del PSC, "es que la justifican porque ha funcionado". "Hasta ahora —explica esta misma fuente—, podías tener tus dudas, pero hemos acabado ya con este mal sueño, con la mayor crisis constitucional en 45 años. La operación política más valiente en décadas ha funcionado, y esa es una victoria política de primera magnitud. Les hemos derrotado no en los tribunales, sino en las urnas, de forma democrática, inapelable, perdurable, y eso es lo que también se ve fuera de aquí". "Es que aquí la amnistía es apoyada mayoritariamente y el PP ni siquiera ha sido agresivo con esto", añade un miembro de la cúpula de Illa que recuerda que el debate sobre la medida de gracia no penetró apenas en la campaña catalana porque la derecha rehusó hacerlo. "La democracia", agrega este dirigente, "debe ser generosa, triunfa y perdona, es el poder sanador del perdón, que decía Pedro".

Las urnas no solo han validado la apuesta por la distensión, argumenta un cargo del PSC, "es que la justifican porque ha funcionado". "Es una victoria política de primera magnitud"

Sánchez, en efecto, ya defendía el lunes ante los miembros de la ejecutiva federal del PSOE el "poder sanador del perdón", algo que también reivindicaba en la entrevista en La Sexta con Antonio García Ferreras. El presidente contrastó la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy, que "rehuyó afrontar de frente" la crisis del procés, con la de su Ejecutivo, que está demostrando que "desde la democracia española se pueden ejercer y dar esos pasos de perdón que son además valorados por la sociedad en su conjunto". El jefe del Ejecutivo reconoció que sintió "dudas" respecto a si debía lanzar la amnistía, como las tuvo con los indultos. Dudas, adujo, "legítimas", "las han tenido muchos telespectadores y hoy probablemente muchos que han votado al PSOE u otras opciones progresistas el 23 de julio hoy entiendan mejor la apuesta que hicimos por esa concordia y esa convivencia con decisiones muy arriesgadas cuyo resultado no era tan evidente".

"Nos da mucha fuerza"

Claramente, el líder socialista estaba dirigiéndose a sus electores, intentando empatizar con ellos, diciéndoles que aunque tuvieran sus reservas con la amnistía y con los indultos, han de pensar que sí han cumplido su función, porque han liquidado el procés y acabado con la mayoría independentista y nacionalista en el Parlament, por primera vez en cuatro décadas, por primera vez desde 1984.

Una jefe de un aparato regional reconoce que el 12-M ha sido una bocanada de oxígeno, una importante "dosis de moral" tras meses de máxima tensión contra el partido

"El resultado catalán ha sepultado el tema de la amnistía dentro del partido, donde el malestar nunca llegó a mayores, y fuera lo amortigua", valora un veterano dirigente madrileño. Confirma esa impresión una jefa de un aparato regional, que recuerda lo "duro" que ha sido para el partido sobrellevar meses y meses de presión en las calles, de sedes vandalizadas, de agresiones verbales —y a veces físicas—: "Hemos vivido situaciones tremendas y nuestra gente estaba agotada, así que lo de Cataluña es una dosis moral acojonante. El tema de la amnistía queda amortizado". "Esto claro que nos da mucha fuerza para las europeas", recalca una integrante de la ejecutiva federal.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y candidata socialista en las elecciones europeas, Teresa Ribera, el pasado 16 de mayo de 2024 en un foro organizado por 'elDiario.es' en Madrid | EUROPA PRESS / EDUARDO PARRA

La lectura del presidente y de su partido es que los catalanes con su voto han finiquitado el procés. "Han dicho 'se acabó, hay que abrir un nuevo tiempo'. Y ese nuevo tiempo tiene que estar regido por la convivencia, por la voluntad de acuerdo y [...] por la gestión de los servicios públicos", sostuvo Sánchez. En definitiva, la sociedad no solo "está diciendo que hay que apoyar al Gobierno de coalición progresista, sino que, con el resultado del 12-M, está diciendo que quiere ser parte activa, protagonista de la construcción de esta España plural y diversa".

Acto este sábado en Barcelona

Que Cataluña será un activo en esta campaña de las europeas se verá sobre el terreno. Este mismo sábado, Ribera protagonizará su primer mitin como candidata en Barcelona, al lado de Sánchez e Illa. La muestra inequívoca de que PSOE y PSC quieren lucir y reivindicar con orgullo su política de distensión.

Zapatero participa este domingo en un acto con Ribera en Cádiz, y el jueves ambos estarán en la apertura de campaña en Valencia, con Sánchez y con la ministra Morant

El domingo, la vicepresidenta tercera se desplazará hasta Cádiz, donde la acompañará otro de los nombres propios de este 9-J, José Luis Rodríguez Zapatero. El jueves 23, Sánchez, Ribera y el expresidente abrirán la campaña en Valencia junto a la líder del PSPV-PSOE, la ministra Diana Morant.

Cataluña, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana serán los puntos principales de la caravana de la cabeza de cartel socialista. Y, desde luego, Zapatero será otra de las cabezas visibles. De él tirará Ferraz para agitar a las bases y movilizar al electorado progresista, justo lo que necesita para contrarrestar el peso de una derecha en principio más activada.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, durante un acto de apoyo a Salvador Illa en Lleida, el pasado 26 de abril de 2024 | EUROPA PRESS / MARC CARNICÉ
26/4/2024

Los socialistas se preparan para un viaje corto hacia las europeas con las pilas y los ánimos cargados tras la doble competición en Euskadi y Cataluña, aprobada con holgura. La campaña será probablemente dura, pero creen que al menos la ponen en marcha con la convicción de que la norma más polémica de esta legislatura ha obtenido la aprobación sobrada de aquellos a los que iba dirigida: los catalanes. Falta por saber si el resto de España también considera amortizado este debate. Esa es una de las preguntas que planea sobre el 9-J, uno de los marcos que han buscado instalar Feijóo y Montserrat y del que Sánchez no quiere escapar. En absoluto.