Lleno absoluto en el Palacio de Vistalegre, que recibía con vítores a las principales figuras ultraconservadoras de Europa, así como Latinoamérica. Entre vivas a España y cánticos en contra de Carles Puigdemont, quien será beneficiado de la amnistía próximamente. Líderes como Marine Le Pen han estrechado la mano a los asistentes mientras enfilaban pasadas las 11:20 horas, con cierto retraso de lo esperado, hacia la primera fila de asientos reservada para los invitados. Abascal, que ha entrado posteriormente, se ha llevado la gran ovación de los 10.800 asistentes distribuidos entre la grada y el ruedo.

Las intervenciones, desde entonces, se han sucedido desde la del cofundador de Vox, José Antonio Ortega Lara, pasando por el chileno José Antonio Kast, el portugués André Ventura, Jorge Buxadé, Le Pen, el ministro israelí Amichai Chikli, y hasta los premier húngaro e italiana Viktor Orbán y Giorgia Meloni, que lo han hecho telemáticamente. También el ex presidente polaco Mateusz Morawiecki.

El cierre lo han protagonizado el presidente de Argentina, Javier Milei, primero, a la espera de Santiago Abascal. Un Milei sobre el que se ha puesto el foco en esta visita a España, por no reunirse ni con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras las tensiones entre Ejecutivos por las palabras del ministro Óscar Puente, que insinuó que consumía "sustancias"; ni tampoco con el rey Felipe VI. Sí lo ha hecho con empresarios como el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, o el de la CEOE, Antonio Garamendi, entre otros. Milei llega a España con el aval a sus políticas económicas por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), un aliciente con el que impulsar al Grupo de los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR) en los comicios europeos de junio. Puede poner contra las cuerdas al Partido Popular Europeo (PPE) y potenciar el primer pacto alternativo a populares y socialdemócratas. Así como frenar la integración europea.

Mientras que en Colón se organizaba una protesta "contra el fascismo", sobre el escenario de Vistalegre cada mención a Sánchez o a la izquierda se ha ganado un largo abucheo y pitido. Todo lo contrario que Milei, quien ha sido aplaudido antes y durante su intervención. Ha estado ausente hasta que le tocaba subir a la tarima, con un doble cordón de seguridad tanto personal como proporcionada por el Ministerio de Interior, y presentado por Abascal, con el que se ha fundido en un abrazo.

"¡Basta de socialismo y pobreza!", ha enarbolado Milei, al que le ha costado arrancar por la intensidad del público, quien ha permanecido casi un minuto gritando "¡libertad!". A eso ha respondido con su ya célebre eslogan de "¡viva la liberad, carajo!", correspondido por los asistentes. Con algunas banderas y camisetas de Argentina presentes. Milei ha descrito que "abrir la puerta al socialismo es invitar a la muerte", apoyándose en la "decadencia" de su país en el último siglo por "experimentos políticos" contrarios al liberalismo. "Mientras occidente prosperaba", ha señalado, Argentina se hundía, ha dicho.

La intensidad se ha ido agravando a tal punto que ha expuesto que "el socialismo es la ideología que esconde lo peor del ser humano", la "envidia, el odio y el resentimiento". Incluso "el asesinato": "es responsable de 150 millones de crímenes humanos, que no se nos olvide". Tras ello, ha defendido el sistema liberal y la economía de mercado, frente a políticas de izquierda que plantan, "permanente déficit fiscal, gasto público y financiación a través de deuda". Una dinámica que lo que hace es "pasar la factura a nuestros hijos". "Y cuando se termina, se recurre a la maquina de hacer billetes" causando "desastres" como el argentino o a la "subida de impuestos" que "empobrece a nuestros compatriotas y hace que dejemos de ser competitivos", ha sostenido. "Mientras el socialismo destruía a Argentina, el capitalismo salvaba el mundo", ha añadido, lamentando que ahora vea señales idénticas en otros puntos de Occidente, como Europa o Estados Unidos.

Ataque personal a Sánchez, a quien horas antes había retado a tener un cara a cara. Lo colocó entre "la calaña de gente atornillada al poder", a una élite "corrupta" que mencionó haciendo también referencia a la denuncia de Manos Limpias a su mujer, Begoña Gómez. "Qué niveles de abusos puede llegar a generar, aun con la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo", ha dicho, poniendo en pie al pabellón y agrandando las ovaciones. La más larga de la mañana.

Mensaje de apoyo para las europeas

Alentando a ECR y a otros socios como el Grupo de Le Pen, Identidad y Democracia, hacia un resultado fuerte [pueden lograr hasta 200 europarlamentarios, casi un tercio del Parlamento Europeo], Milei ha dicho que "no podemos dejarnos ceder un milímetro por los zurdos". Incluso "cuando parezca que tienen razón, porque es dejar una rendija abierta para su ataque". A mi "me importa un rábano lo que opinen los zurdos", ha señalado, indicando lo mismo ante las críticas internacionales por utilizar un lenguaje poco apropiado para un dirigente.

No podemos dejarnos ceder un milímetro por los zurdos, incluso cuando parezca que tienen razón

Javier Milei, presidente de Argentina

"Ahora que soy presidente, mi responsabilidad por librar la batalla cultural es mayor. Y no solo es moralmente correcto, sino necesario para cualquier programa de gobierno, para que las políticas que despliegue sean duraderas y no se dejen pisotear nuevamente por los socialistas", ha indicado Milei, atribuyendo el control de los grandes medios y empresas a la ideología progresista y globalista. "Incluso tienen el fútbol en mi país", y "si no creemos en la vida, en la propiedad y no hacemos nada, estamos condenados".

Milei ha instado a ser "optimistas", porque "cada vez más son los que se rebelan contra la socialista". Que piensan que "no hay que tratar a los ciudadanos como infantes, que hay que tener libertad para criar y para forjar su propio destino". "Tarde o temprano" llegará, ha lanzado. Mientras tanto, se ha comprometido a ser un ejemplo de gestión para el mundo: "No les voy a fallar, voy a demostrar que nuestras ideas pueden ser un éxito". "Por eso les digo: ¡ánimo para salvar a Occidente en esta gesta!". "Parece una tarea titánica, que somos pocos. Pero no depende de soldados, sino de lo que viene del cielo", ha cerrado Milei su discurso cediendo el testigo a Abascal, quien ha tachado al PP de "derechita cobarde y estafadora" y de compadrear con las agendas globalistas y con el socialismo.

Visión común recalcada en su manifiesto

Los principales líderes han refrendado con sus discursos el manifiesto lanzado ayer por ECR en el que se mencionan los principales ejes programáticos que aspira aplicar el grupo. Desde la Heritage Foundation, afín a Donald Trump, se ha mencionado que las "sociedades corrompidas por la izquierda se han olvidado de Dios". En los valores cristianos, las tradiciones o contra la diversidad de género ha cargado Orbán con un vídeo grabado en Budapest. Su vecino, Morawiecki, ha insistido en la inseguridad que vive Europa, poniendo como ejemplos el intento de asesinato del premier eslovaco Robert Fico, pero también de la "amenaza" que supone Rusia.

Por otro lado, el chileno Kast ha mencionado a Podemos, cuyo declive ha atribuido en parte a Vox, desde una arena en la que antaño los morados alardeaban de poder y amplio espacio electoral. Con hasta tres asambleas ciudadanas en Vistalegre. El nuevo liderazgo de Ventura, de Chega, no ha pasado desapercibido. Él ha recriminado que los partidos de centroderecha, tanto en España como en Portugal rehúyan pactos con ellos, y ha atacado a la creciente inmigración ilegal. Pero también contra Bruselas, a quien considera los verdaderos enemigos de Europa. "Quieren poner cordones sanitarios a los que defendemos los países, sus culturas, las tradiciones o el cristianismo", ha dicho.

Le Pen, antes de Milei, ha asegurado que planes como el de la integración europea respaldados por Emmanuel Macron o Ursula von der Leyen, van contra las naciones, y en lugar de aproximar, aleja a sus ciudadanos. Y por último, tras erigirse Vox, en palabras de Jorge Buxadé, como el verdadero defensor del campo, Meloni, en directo desde Roma, ha deseado a Vox, su partido "hermano", el mismo recorrido que ha tenido ella en particular: desde un porcentaje mínimo de voto, a ser la líder italiana.