El nuevo choque entre el presidente de Argentina, Javier Milei, y el Gobierno de Pedro Sánchez, por las alusiones del primero a la "corrupción" de su mujer, Begoña Gómez, sin mencionar un "presunto" al menos, durante la conferencia de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en Vistalegre, ha generado un ambiente agitado en este inicio de semana política. Lo que permite a partidos como a Vox, y pero también al propio PSOE, salir reforzados. Más, cuando este viernes Europa entra en campaña electoral para la renovación del Parlamento Europeo. Se refuerza la dicotomía; que los partidos que se retroalimentan del enfrentamiento puedan movilizar a sus bases en base al marco 'nosotros-ellos'.
En ese escenario, grupos como el PP pueden verse perjudicados. Más cuando las perspectivas iniciales en Génova eran altas y ahora, bajo la percepción post catalanas de que Vox sigue fuerte, y ahora se han moderado. Alberto Núñez Feijóo, por el momento, ha igualado las formas políticas de Sánchez y Milei, con aura populista, manteniéndose al margen de la polémica. Y plantea como plato fuerte del inicio de campaña una manifestación el domingo 26 de mayo contra la amnistía, la "corrupción" y sus "bulos". Lo que, al estar el foco en ese choque con Argentina y el azuzamiento de Vox, puede dejarles desdibujados.
A Vox le interesa que se prolongue lo máximo posible las tensiones con el Gobierno, que se agiten todos los temas que les dan combustible y que los socialistas arremetan contra "la ultraderecha" como ha pasado en otras ediciones electorales. Porque así, la apreciación pública es la de que Vox es la oposición frente al Gobierno. Fuentes de Vox determinan que, al menos desde una mirada internacional, en países como Argentina, es lo que este rifirrafe con Milei hace percibir. Del Gobierno reprochando a Vox que no condene sus vínculos con el presidente. Materialmente, sin embargo, el PP es quien tiene el control del Senado o le cuadruplica en escaños para hacer oposición. De ahí la punga de Abascal y los suyos en intentar igualar a populares y socialistas como validadores de las mismas políticas. Para desplazar el componente de capacidad material por el de voluntad ideológica. Como una cruzada épica.
Las previsiones de Vox, según fuentes nacionales, "son buenas". Varias voces del partido dan por hecho que se crecerá como vienen haciendo la marca en cada convocatoria desde las gallegas hasta las catalanas en este año. Contabilizándolas todas, se ha aumentado en casi 40.000 votos. Y, por mínima que pueda parecer la cifra -son décimas a lo sumo-, eso da la sensación de recuperación en comparación con el descenso de 52 a 33 diputados de las últimas generales. Sobre todo cuando el PP ha crecido o se ha mantenido sin arrebatar espacio a los de Abascal. Cataluña es un ejemplo reciente para Bambú, que considera que Vox se ha consolidado ya y los populares ya no rascan entre sus votantes. "Somos diferentes, y quien vota a Vox no volverá al PP. Pero el PP cree que nuestros votantes son los de Aznar, y ya ha pasado mucho tiempo", hay relevo generacional, aseguran.
Desde Vox acreditan que la polémica internacional con Milei puede reforzar el tirón de las siglas entre el público conservador. Y no ven que la intervención de argentino haya dañado el lanzamiento desde Vistalegre que las candidaturas de ECR. Creen que puede tener "impacto" para quien a nivel nacional prefiera optar por Feijóo con vistas a un cambio de gobierno directo, para la esfera europea, que no elige a representantes tan cercanos, elija la candidatura de Jorge Buxadé. Aunque se muestran prudentes, porque, ante un panorama tan cambiante, lo que hoy parece marcar la apertura de campaña, puede acabar rebajado por otro asunto en unos días. Un ejemplo podría ser la campaña vasca, donde ETA pasó desapercibida hasta los últimos días pese a la fortaleza ya inicial de EH Bildu.
Al potencial clima polarizado que ofrece la crisis diplomática abierta, se suma el despliegue de cuestiones de debate que vertebrarán la campaña y la agenda de los próximos años en Bruselas. Es el campo, la gestión de la inmigración y la seguridad, la competencia con terceros países en plena expansión de China, o el crecimiento económico e industrial y el medioambiente. Vox, en ese ambiente dicotómico, en el que apunta a que los problemas nacionales son producto de los burócratas hermanados con los populares y socialistas, tiene más fácil permear. Sobre todo cuando lleva insistiendo en esos asuntos durante años. Y frente a un PP que, para competir, además de agarrarse a la amnistía y al rechazo a Sánchez, intentará construir un discurso crítico pero algo distanciado de Vox en estas materias.
Los públicos a los que Vox intentará atraer en estas europeas son los descontentos o los más perjudicados del sistema. No sorprende que, como Santiago Abascal comentó este lunes desde Bambú, vayan a lanzarse a convencer a los abstencionistas y a los votantes más jóvenes: debutan en los comicios 408.284 nuevos. Gente que no ve aliciente en estas elecciones y perfiles que ven un panorama complicado para el acceso a la vivienda, el trabajo o formar una familia. Salvo la última elección europea, de 2019, que coincidió con un ambiente de movilización política, las ediciones de 2014 y de 2009 alcanzaron un 55% de abstencionismo. Y la previsión, ante un ciclo alargado durante casi cinco meses y de sensación de campaña permanente es que se replique unos números idénticos. Entre los desalentados espera prosperar Vox.
Vox se lanzará a por los más jóvenes y los abstencionistas, en una campaña que se afronta ante un cansancio generalizado en la sociedad
En Vox no se mojan con las encuestas. Se refieren a ellas como movilizadoras de voto y no como informadoras de la realidad electoral. Aunque, entre quienes lo hacen se da por descontado que se duplicarán resultados. Actualmente, se cuenta con cuatro cargos: Buxadé, Hermann Tertsch y Margarita de la Pisa. Repiten junto a Juan Carlos Girauta, Mireia Borras, Pedro Narro y Jorge Martín Frías, director de Disenso, quienes, de acuerdo con las previsiones, podrían contar con escaño. La encuesta más reciente [al cierre de esta edición] es la de 40dB para el Grupo Prisa. Les da ocho, exactamente el doble. Pero desde Vox alertan de que, no hay que confiarse ante las previsiones públicas, que pretenden "movilizar a la izquierda". Se espera que ocurra como en Cataluña: "Nos daban siete, y fueron once, así que serán más".
Al PP tampoco le iría mal, cabe destacar. Pasaría de trece a 23 europarlamentarios y quedaría por delante del PSOE tras absorber a Ciudadanos. Teresa Ribera conseguiría 20 respecto a los 21 de Josep Borrell. A quien precisamente ha señalado Vox en la tarde de este lunes, acrecentando el choque, por decir que ha aprovechado su puesto de Alto Representante europeo para criticar a Milei. Piden Ursula von der Leyen su destitución.
El ambiente polarizado no es exclusivo de España. En Francia parece que Marine Le Pen se impondrá con contundencia al centrista Emmanuel Macron. El resultado de la derecha populista y antinmigración neerlandesa seguirá al alza, y en Italia, Giorgia Meloni saca seis puntos al PD y 17 a Forza Italia, y AfD en Alemania iguala a los socialdemócratas y quedan a quince puntos de la CDU, que sigue fuerte. El propósito esbozado por Vox y sus socios es el de la colaboración en los temas que les unen de cara a esta legislatura, en la que pueden alcanzar tanto ECR como Identidad y Democracia [el grupo Le Pen o Mateo Salvini], aunque no se pase por agrupar los dos bloques. Se espera que lleguen a los 200 europarlamentarios y frenen la integración.
Guiño del PP a los jóvenes
Al PP, Vox le reprocha estar más pendiente en querer acabar con el proyecto que en ofrecer una alternativa clara a los españoles. Pidiendo en Galicia que no se presentasen, queriendo que desaparecieran en País Vasco o buscando el sorpasso logrado en Cataluña.
Por el momento, los de Feijóo, ajenos a la polémica derivada de Vistalegre, han empezado afrontando la semana proponiendo eximir a los jóvenes del pago de impuestos durante los primeros años de su etapa laboral. Con cero impuestos el primer año, y subiendo algo progresivamente hasta el cuarto. Mediante ello, quieren que se potencie el ahorro para el acceso a la vivienda o la natalidad. El PP busca erigir a los jóvenes como "los grandes olvidados" de la legislatura, para ampliar su base electoral.
La sostenibilidad del choque entre Moncloa y Milei se verá en los próximos días. Este martes el Congreso aborda el primer debate sobre abolición de la prostitución para tomar en consideración la proposición de ley del PSOE. Pero el miércoles, la comparecencia del presidente del Gobierno en la Cámara Baja, entre otros temas sobre las acusaciones a su mujer, pueden potenciar el asunto.
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