Un fortísimo choque político y diplomático es ya, de hecho, el pórtico de la campaña de las elecciones europeas en España. El "ataque frontal" e "inaceptable" del presidente argentino, el ultra Javier Milei, a Pedro Sánchez y a su mujer —a la que llamó "corrupta" este domingo en la convención de Vox en Madrid—, desencadenó la respuesta inmediata del Gobierno. Y muy dura: la llamada a consultas de la embajadora de España en Argentina de manera indefinida y la exigencia de "disculpas" al mandatario latinoamericano. La hondura de la crisis entre los dos países llenará la actualidad de los próximos días, con total seguridad. Y sirve de munición obvia para el PSOE, porque los "insultos" de dirigente libertario, su discurso del "odio", sirven al partido para apretar sus filas, para señalar, como hiciera hace un año en las generales del 23 de julio, el peligro de la ultraderecha. Le sirven, también, para denunciar la "simbiosis perfecta" del jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, con su socio de Vox, Santiago Abascal, porque Génova optó por no apoyar al presidente. Ese era el marco de la campaña socialista, el de la "claudicación" de la derecha clásica ante la ultraderecha y el que ahora se ve reforzado, creen en el partido, con los exabruptos de Milei en la capital de España y la respuesta tibia del PP. En Ferraz y en la Moncloa apenas podían evitar frotarse las manos.
En realidad, era fácil prever que el cónclave del fin de semana organizado por la formación de Abascal en el palacio Vistalegre de Madrid, en el que participaron dirigentes de la extrema derecha varios países, y que contaba con el presidente argentino como gran estrella invitada, se convirtiese en pasto de la campaña de las europeas del 9 de junio. Pero el discurso incendiario de Milei, durísimo contra la izquierda, suponía un salto cualitativo a ojos del Gobierno y del PSOE. Cargó contra el socialismo "maldito y cancerígeno" que "invita a la muerte". Y se dirigió a Sánchez, sin mentarlo, aunque sí citó a su mujer, Begoña Gómez: "Las élites globales [...] no saben qué tipo de sociedad pueden producir [las ideas del socialismo] y qué calaña de gente atornillada al poder, y qué niveles de abuso pueden llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo". Ovación del plenario.
Albares califica las "gravísimas palabras" de Milei de "ataque frontal" e "inaceptable" a España, a su Gobierno y a su presidente, que rompe "las más elementales reglas de convivencia entre países"
Al filo de las 18.30 de ayer domingo, compareció para darle la réplica el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y lo hizo desde la Moncloa, para darle mayor solemnidad. Allí subrayó que las "gravísimas palabras" de Milei en Madrid "sobrepasan cualquier tipo de diferencias políticas e ideológicas, no tienen precedentes en la historia de las relaciones internacionales" y "aún menos" en las de dos países hermanos. Recordó que se había recibido con "respeto y la deferencia debida" al presidente argentino, pese a que no era esta una visita oficial. Se refería el jefe de la diplomacia a que se permitió al mandatario aterrizar en el aeródromo de Torrejón de Ardoz, reservado a las autoridades. Y a esa "hospitalidad" del Gobierno respondió con un "ataque frontal a nuestra democracia, a nuestras instituciones y a España". Es "inaceptable", siguió, que un presidente en ejercicio, y de visita en nuestro país, "insulte a España y al presidente del Gobierno de España", un hecho, a juicio del Ejecutivo, que "rompe con todos los usos diplomáticos y las más elementales reglas de la convivencia entre países".
Albares contó que había llamado a los portavoces parlamentarios para recabar su apoyo y lo recabó de una "amplia mayoría", pero no de PP y Vox. También había contactado con el jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell, que también le manifestó su respaldo —aval que explicitó después de la comparecencia en la Moncloa a través de un mensaje en la red social X—. Y anunció que dado el comportamiento de Milei, que "ha llevado a las relaciones entre España y Argentina a su momento más grave en nuestra historia reciente", el Gobierno había decidido actuar con total contundencia: el ministro acababa de llamar a consultas a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, sine die. Es decir, sin fecha de vuelta.
Además, el ministro recalcó que el Ejecutivo exige al presidente argentino "disculpas públicas" y si estas no llegan, avisó, el Gobierno tomará "todas las medidas" que crea "oportunas" para defender la "soberanía y dignidad" de España. No precisó Albares qué tipo de medidas baraja Exteriores, ni tampoco quisieron adelantarlas en su departamento.
Después del incidente con Puente
La crisis con Argentina se reabría, y de forma mucho más cruda. A principios de mayo, fue el ministro Óscar Puente el que cargó contra Milei por consumir "sustancias", unas palabras que fueron respondidas con un durísimo comunicado de respuesta por parte de la Oficina del Presidente de la República, en el que ya hablaba de las "acusaciones de corrupción que caen" sobre la esposa de Sánchez. Exteriores rechazó entonces el tono agresivo y los términos "infundados" de la nota de la Casa Rosada, pero después Argentina dio por saldado el incidente, Puente mostró después su arrepentimiento y ahí acabó todo. Ahora, la gravedad del choque es mayor porque la llamada a consultas de un embajador es una de las medidas más fuertes de protesta en términos diplomáticos. Puede ser la antesala, de hecho, a la retirada del jefe de la legación en caso de que el conflicto bilateral no se resuelva.
Los ministros de PSOE y Sumar se revolvieron contra "el odio y los insultos" del dirigente libertario y advertían: "Feijóo no puede mirar para otro lado", "alienta la barra libre de odio"
Durante toda la jornada del domingo, se manifestaron en redes sociales ministros del Gobierno, tanto del PSOE como de Sumar, para mostrar su enérgica protesta contra las palabras del político libertario. "La política del fango a toda máquina. Intolerable. Inaceptable", había asegurado la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría. "Inaceptables palabras de Milei. Frente al odio y los insultos de la derecha populista, el Gobierno se mantendrá firme en sus convicciones y no tolerará estas injurias", apuntó la número dos del Ejecutivo y del PSOE, María Jesús Montero. "La ultraderecha global viene a España invitada por los socios del PP para arrojar sus mentiras y odio destructivo. Feijóo no puede mirar a otro lado: esto es lo que amenaza nuestros cimientos democráticos. Con su silencio cómplice y sus pactos alienta esta barra libre de odio", señaló el secretario de Organización socialista, Santos Cerdán.
Quien también miraba al líder del PP era el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños: "La internacional ultra en Madrid demuestra que la ultraderecha es igual en todo el mundo: bulos, odio y recortes. Un peligro para la democracia. Sus terminales en España son Vox y el PP más extremista. Por eso fueron a la toma de posesión de Milei y no condenarán sus insultos". "Hoy [por este domingo] Madrid ha sido el epicentro de la vergüenza mundial", dijo el portavoz parlamentario socialista, Patxi López. Para su homólogo de Sumar, Íñigo Errejón, "el insulto del ultraderechista Milei es contra el Gobierno español y contra España", y no se trata de "una discusión entre políticos, sino entre modelos de sociedad".
Los populares eran directamente interpelados por el PSOE. Pero Génova prefirió no respaldar a Sánchez y a su mujer. Fuentes del partido recordaron que Albares no les llamó para informarles de la posición "en el Sáhara, Ucrania, Israel o Gibraltar", y sí para recabar su apoyo al Gobierno, después de que Puente, señalaron, acusara al líder argentino "de drogarse". "De la estrategia del PSOE no participamos. Pretenden que Milei movilice al electorado al que ya no convence el Gobierno". El PP insistió en que Sánchez tendría que haber dado ya "explicaciones de los casos de supuesta corrupción que afectan a su Gobierno, su partido y entorno personal", y su "silencio" genera "dudas internas" y "desconfianza en el extranjero". "En cualquier caso, nuestra labor es hacer oposición al presidente de España, no al de Argentina", finalizaron las fuentes de la cúpula popular.
El PP alega que Sánchez ya tendría que haber dado explicaciones por los negocios de su mujer y que su labor es hacer "oposición al presidente de España, no al de Argentina"
"Anda, tómate otros cinco días de vacaciones para lloriquear, pero no montes patéticos numeritos diplomáticos", se descargó Abascal en X, dirigiéndose directamente a Sánchez. "¿Qué diablos tiene que ver la mujer del presidente con la soberanía y dignidad de España?", se preguntó.
Socios como el BNG o Podemos sí expresaron su aval al Ejecutivo, aunque también le advirtieron de que lo lógico es que España también llamara a consultas a su embajadora en Israel por la matanza en Gaza. Coalición Canaria expresó su condena sin ambages, y sin más añadidos, a las palabras de Milei.
Ronda de medios del ministro
El choque con Argentina y sus consecuencias bañará esta semana de arranque de la campaña de las europeas, porque el viernes es el día del comienzo oficial. Este lunes por la mañana, Albares tiene prevista una ronda de entrevistas en seis medios de comunicación audiovisuales (SER, Onda Cero, TVE, Antena 3, Telecinco y La Sexta) y el PSOE también agendará una rueda de prensa en su sede federal. Prueba de que ni el Gobierno ni el partido dejarán pasar esta crisis.
Los socialistas se congratulan del golpe de suerte. "Lo que sucedió este domingo, la polémica, puede ser efímero, pero que en estas europeas nos la jugamos con la ultraderecha en Europa... eso no es efímero", señalan en el círculo de Sánchez
Dirigentes y ministros socialistas consultados reconocían que Milei y la actitud diletante del PP les habían servido en bandeja el discurso de este 9-J. Ya el PSOE había diseñado el camino hacia las europeas recuperando el marco de las generales: la necesidad de "parar" a la ultraderecha y a la derecha. Aquella estrategia funcionó a Sánchez: las alianzas de PP y Vox en municipios y comunidades autónomas eran el combustible perfecto de la campaña socialista. Feijóo, que había calentado expectativas y a quien las encuestas lanzaban como presidente, con mayoría absoluta con Vox, se quedó a las puertas y el presidente pudo repetir en la Moncloa, aun con una geometría más complicada que la anterior por la entrada de Junts y la amnistía en la ecuación.
De cara al 9-J, decían en Ferraz, había que resucitar ese discurso más ideológico para movilizar a los votantes progresistas. En los dos actos con la candidata, Teresa Ribera, de este fin de semana —el sábado, con Sánchez en Barcelona, y el domingo, con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en Cádiz—, apareció la imagen de una derecha plegada a la ultraderecha, "rendida a sus socios de Vox". Así que las palabras de Milei y la respuesta del PP eran oro para los socialistas. El cónclave de Abascal era la pieza que necesitaban para apuntalar su discurso. "No hay mejor acto de campaña que ese", admitía uno de los integrantes de la lista del PSOE a las europeas. "Vox es lo que es. Y el PP muy torpe. Lo que sucedió este domingo, la polémica, puede ser efímero, pero que en estas europeas nos la jugamos con la ultraderecha en Europa... eso no es efímero", explicaban en el círculo de Sánchez.
El apoyo del PSOE a Rajoy con Venezuela
Los socialistas invocaban en redes sociales, uno tras otro, la diferente respuesta de Zapatero en 2007, en la cumbre iberoamericana, cuando Hugo Chávez atacó al expresidente José María Aznar. Entonces, el líder socialista defendió al dirigente popular, porque fue "elegido por los españoles" democráticamente. Esa fue la cumbre del "¿por qué no te callas?" del rey Juan Carlos.
En Ferraz insisten en que PP y Vox "vuelven a no estar a la altura". Y advierten de una "constante" que "siempre" se cumple: "Feijóo está ya en simbiosis perfecta con Abascal"
Pero también en la Moncloa hacían hincapié en el apoyo que el PSOE prestó a Mariano Rajoy cuando, en abril de 2015 llamó a consultas al embajador en Venezuela por la "escalada de insultos, calumnias y amenazas dirigidas contra España y sus instituciones" por parte del régimen de Nicolás Maduro. Los socialistas refrendaron esa decisión porque los "exabruptos" del presidente venezolano "merecían una respuesta". Un año más tarde, en abril de 2016, el Ejecutivo del PP volvió a llamar a consultas a su embajador en Caracas por los insultos de Maduro, que llamó "racista", "colonialista" y "basura corrupta" a Rajoy. "Frente a los insultos y las mentiras corresponde respuesta respetuosa, pero firme y democrática. A la espera de una reacción del PP equivalente a la de Zapatero con Chávez", escribió en X la candidata socialista el 9-J y vicepresidenta tercera del Ejecutivo, Teresa Ribera.
"Ha ocurrido algo con pocos o ningún precedente, y Feijóo y Abascal, Abascal y Feijóo, vuelven a no estar a la altura. Patriotismo de saldo. Copia falsa del verdadero patriotismo —sentenciaban fuentes de Ferraz—. Feijóo y Abascal sabrán de su estrategia conjunta para las elecciones. Nosotros tenemos un proyecto para una Europa con justicia social, verde, feminista... Los beneficios o no electorales se los dejamos a los profesionales del ramo que miden estas cosas. Pero hay una constante siempre: Feijóo está ya en simbiosis perfecta con Abascal. Es normal: son socios".
Pero en el PSOE y en el Gobierno eran muy conscientes de que el choque con Milei puede serles rentable electoralmente: "El PP se vuelve a equivocar. Pero cuando el enemigo se equivoca...", "desde luego, el suflé está subiendo mucho más rápido", "esto nos regala totalmente la campaña", advertían distintos cuadros del Ejecutivo y de la dirección federal de Sánchez.
"Esto no es bueno nunca"
"Vamos a usarlo, pero no deja de ser muy preocupante —señalaban fuentes muy próximas a Ribera—. No podemos dejar de tener una terrible sensación de pena y preocupación. Esto no es bueno nunca. No es la sociedad que merecemos ni la que queremos construir. Nadie se puede alegrar de algo así. Perdemos todos. Así se resquebraja una sociedad, se da alas a la violencia, la gente desconfía de la política o se siente legitimada para moler a palos a un muñeco que representa al presidente. No nos gusta".
Desde el entorno de Ribera indican que el PP "confirma ser puro cinismo y rendición a Vox": "Van a perder la derecha y el centro y nos hacer perder nuestra dignidad y convivencia"
La reflexión, continúan desde el entorno de la candidata, es que "Vox es veneno destructivo, que intoxica lo que toca y no tiene siquiera un mínimo recato en lucir a Marine Le Pen, que es la que alienta reventar camiones españoles en la frontera. ¿Esa es la defensa del campo que quieren hacer?". Pero las mismas fuentes insistían en que lo más grave es la actitud de Feijóo y del PP: "Confirman ser puro cinismo y rendición a Vox. Sin agenda, sin propuestas, mero insulto y mentira, escondidos detrás de la ultraderecha. Van a perder la derecha y el centro y nos hacen perder nuestra dignidad y convivencia como sociedad". Se trata de una trampa tendida por Abascal y en la que el jefe de los populares cae, razonaba otro dirigente cercano a Ribera: "Vox lo hace a propósito, para que los antagonistas sean Sánchez y Abascal y así Feijóo quede desdibujado en medio de la polarización u obligado a seguir la corriente a Abascal".
Milei enciende la campaña española para las europeas. Eso es un hecho. Y lo es también que los socialistas aprovecharán el viento de cola. El siguiente gran acto, el teatro del Congreso: la comparecencia del presidente del próximo miércoles.
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