Tiene fama de campechano y, con su inglés simpático y su agenda de contactos, desfila por las cortes árabes sin inmutarse. Grácil como un pajarillo. Miguel Ángel Moratinos, “Curro” para los amigos, igual aparece por un foro en Qatar que por un acto en Emiratos Árabes Unidos o por los pasillos de un palacio de Rabat. A punto de cumplir los 73 años, es el hombre en la sombra, el verdadero emisario árabe de Pedro Sánchez. El ex ministro de Exteriores de Rodríguez Zapatero es, como su ex jefe, un resucitado por Sánchez; un hijo pródigo que ha vuelto a Ferraz para abrir las puertas del mundo árabe que José Manuel Albares está lejos de acariciar.

Sánchez recibe este miércoles en el Palacio de la Moncloa a los ministros de Exteriores árabes que conforman el denominado Grupo de Contacto Árabe para Gaza, un día después del reconocimiento oficial del Estado palestino junto a Irlanda y Noruega. Entre los asistentes, figura el primer ministro y titular de Exteriores de Qatar,  Mohamed bin Abdulrahaman bin Jassim Al Zani, tal y como avanzó este lunes El Independiente. También acude el príncipe Faisal bin Farhan bin Abdullah Al Saud, el jefe de la diplomacia de Arabia Saudí y una figura clave en el proceso de normalización de relaciones con Israel que dinamitó el ataque de Hamás el pasado de octubre y la operación militar israelí en la Franja de Gaza; y el primer ministro palestino y ministro de Exteriores, Mohamed Mustafa.

"Albares no es hábil con los árabes"

El hombre en la sombra que mueve los hilos del Gobierno de Sánchez en las monarquías árabes es Moratinos, con patente de corso en el norte de África y Oriente Próximo. “Albares no ha sido especialmente hábil cultivando a sus homólogos árabes. Sus relaciones con esos países han sido escasas y muy a menudo a la estela del presidente Sánchez, cuyos contactos al más alto nivel abren las puertas del ministro Albares, y no al revés”, explica un diplomático en declaraciones a El Independiente, conocedor de los entresijos de un ministerio que Albares trata de gobernar con aire marcial, implacable con la más leve disidencia interna y sin delegar el más mínimo asunto hasta condenar a la inoperancia al departamento.

No obstante, en Exteriores admiten que se trata de un secreto a voces. Que el que hace las gestiones entre los árabes en nombre del presidente del Gobierno es Moratinos. “Albares apenas tiene contactos con los árabes y Moratinos los tiene todos, de su época de enviado de la Unión Europea y ministro, y actualizados gracias a la Alianza de Civilizaciones”, desliza otro veterano diplomático consultado por este diario. Moratinos es un resistente y lleva años medrando siempre próximo al poder. Ocupó la cartera de Exteriores desde 2004 hasta 2010. Previamente, entre 1996 y 2003, había sido representante de la Unión Europea para el proceso de paz árabe-israelí entre 1996 y 2003. Al igual que Albares, es diplomático con carné del PSOE. Fue diputado socialista entre 2004 y 2011.

El alto representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Miguel Ángel Moratinos; el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúnen en el Palacio de la Moncloa, a 8 de mayo de 2023, en Madrid (España). | EP

Del asalto fallido de la FAO a la Alianza de Civilizaciones

Tras abandonar la primera línea política, siguió ejercitando sus contactos con los árabes. Tras fracasar en su intento de alcanzar la dirección general de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), se enroló en el equipo de Global Dry Land Alliance (Alianza Global de las Tierras Áridas), una organización internacional con sede en Doha (Qatar). Más tarde presidió la fundación ONUART, una entidad privada sin ánimo de lucro con sede en Barcelona y bendecida por financiación público-privada que, sin conexión con la ONU, le permitió mantener cierta visibilidad con la organización de actos culturales. El actual presidente del Consejo Consultivo de la Fundación es Zapatero.

Moratinos, que es hoy el español con el cargo más alto en el organigrama de la ONU, volvió a escena a finales de 2019 tras asumir la presidencia de la Alianza de las Civilizaciones, el organismo de la ONU creado por España, Turquía y Qatar cuando él era ministro de Exteriores español. Sin relevancia entre las agencias de la ONU, la posición de Moratinos es realmente cómoda. Tiene una remuneración de 188.253 dólares brutos anuales (unos 178.000 euros) y disfrutará, además, de una pensión del sistema interno de la ONU. Según reveló El Confidencial en 2015, su hija Sandra Moratinos Maunac forjó su carrera en el mundo del arte firmando exposiciones en centros culturales controlados por el departamento que dirigía su padre y en países árabes en los que Moratinos tiene importantes contactos.

Se pasa las semanas viajando por foros y reuniones, desde una audiencia con el gran imán de Al Azhar en El Cairo a un foro de geoestrategia en Riad

Desde su actual posición en la ONU, Moratinos se mueve como pez en el agua. La agenda del organismo es, como sus atribuciones, realmente escasa. Sobre el papel, el organismo tiene como objetivo “fomentar el diálogo intercultural e interreligioso”. Y Moratinos, acompañado por una de sus asesoras, se pasa las semanas viajando por foros y reuniones, desde una audiencia con el gran imán de Al Azhar, el faro del islam suní con sede en El Cairo, a un foro de geoestrategia en Riad. Emite algún comunicado cuando se produce un ataque contra un lugar de culto. Y el resto del tiempo lo dedica a cultivar su influencia en el Ejecutivo español.

MADRID, 26/04/2024.- El exministro de Asuntos Exteriores y actual secretario general de la Alianza de Civilizaciones, Miguel Ángel Moratinos, posa junto a la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega en el marco de su intervención en un desayuno informativo este viernes en Madrid. EFE/ Mariscal | EFE

"Orgulloso" del giro en el Sáhara

Le gusta aconsejar y se deja querer. “Todo el mundo sabe que es el antiguo ministro Moratinos el que hace los acercamientos a los ministros de exteriores del área cuando hay situaciones calientes”, apuntan fuentes de Exteriores español. Su presencia en Madrid, como la de Zapatero en los actos del PSOE, se ha multiplicado últimamente. Y, si antes evitaba reivindicar su papel, ahora tiene menos reparos.

A finales de abril fue el invitado estrella de un desayuno en el que, con Albares como simple telonero, dijo estar “orgulloso” del giro copernicano en el litigio del Sáhara Occidental, alineándose con las posiciones de Marruecos, que son desde hace años también las de Moratinos. Es “una apuesta política estratégica”, declaró ante un auditorio en el que figuraban viejas glorias del PSOE, entre ellas, el propio Zapatero y la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega. También asistió el actual ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, ex embajador de España en Marruecos y uno de los defensores de la nueva era de las relaciones con Rabat.

Ni siquiera Marruecos, tan cercano a España tras la carta del presidente sobre la posición respecto al Sahara, reconoce como interlocutor de suficiente peso a Albares

Moratinos es precisamente uno de los hacedores de ese cambio de posición en el contencioso de la ex colonia española que desató la crisis con Argelia y que ha sido censurado en repetidas ocasiones por todo el arco parlamentario español, excepto el PSOE. Hace apenas una semana Sumar, BNG, Bildu, PNV y ERC se aliaron con el PP en el Congreso para escenificar por enésima vez la soledad de los socialistas. En el país vecino, Moratinos tiene las puertas más que abiertas. Celebró la última edición anual del Foro de la Alianza, con pinchazo de participación incluido. “Ni siquiera Marruecos, tan cercano a España tras la carta del presidente sobre la posición respecto al Sahara, reconoce como interlocutor de suficiente peso a Albares”, apuntan fuentes diplomáticas españolas.

Al igual que Albares, Moratinos es “persona non grata” en Argelia. En los despachos argelinos recuerdan los repetidos desplantes de Moratinos cuando era ministro y deslizan su sorpresa por la insistencia con la que en ciertos foros apostaba por la presencia de Mauritania o Guinea Ecuatorial, un extremo que achacan a intereses personales. “La suya es la agenda de Marruecos”, señalan fuentes argelinas a este diario. La resurrección del Moratinos septuagenario y querido entre los árabes hace sombra a un Albares que los diplomáticos consideran un asesor de Sánchez, el verdadero ministro de Exteriores.

Su vuelta a la primera línea no está exenta de riesgos. Sus amistades y su agenda son también su talón de Aquiles. En noviembre de 2022, Moratinos -al que algunos bautizaron en el pasado como “Desatinos”- alabó públicamente las “democráticas” elecciones presidenciales celebradas por Guinea Ecuatorial. El incombustible dictador Teodoro Obiang venció a la búlgara, por más del 98% de los sufragios. Un resultado que el ex ministro consideró fruto de la participación “de manera libre y democrática y favorable a los deseos de la ciudadanía”.

Miércoles de cónclave árabe en Moncloa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne este miércoles en el Palacio de la Moncloa con el primer ministro palestino, Mohamed Mustafa, y varios ministros de Asuntos Exteriores de países árabes para analizar la situación tras el reconocimiento de Palestina por parte de España.

Sánchez aseguró este martes en su declaración institucional con motivo del reconocimiento de Palestina que ha aprobado el Consejo de Ministros, que desde este miércoles concentrará todos los esfuerzos en hacer realidad esa solución teniendo como referencia tres grandes prioridades.

La primera de ellas, intentar lograr un alto el fuego permanente, que entre ayuda humanitaria en Gaza y que sean liberados los rehenes israelíes en manos de Hamás; la segunda, apoyar a la Autoridad Nacional Palestina en su proceso de reformas; y la tercera, seguir impulsando la cooperación con los socios árabes que también trabajan por la paz./ EFE