Tras un periodo de sequía, el goteo de salidas vuelve a aflorar en Vox. Todo, según apuntan en el partido, en un periodo de bonanza para las siglas, con las encuestas de cara [pese a no confiar en ella], con aspiraciones a condicionar junto a sus socios las políticas en Europa de la mano del PP, y en plena campaña de derribo por parte de Génova. La referencia a los populares la hacía esta mañana el candidato de Vox a las europeas, Jorge Buxadé, en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum. El acto lo ha afrontado el ultraconservador con la noticia de la baja del exdiputado José Luis Steegmann sobre la mesa.

El popular médico, inscrito a Vox en el Congreso de los Diputados durante la pandemia del coronavirus, llevaba tiempo con un perfil discreto. En sus redes sociales, caso de su cuenta de X, había optado por cesar sus referencias políticas y centrarse en otras cuestiones. Pero, este martes, él mismo refrendaba la información adelantada por Libertad Digital: deja el partido. Y lo hace, como antes lo han hecho otros críticos con las siglas, acusando a Vox de ir encarrilado hacia una deriva ultra. Concretamente, "antiliberal", "neofalangista" y "anticientífica". Una corriente, al menos la neofalangista, que a su juicio encarna dentro del partido el candidato Buxadé.

Steegmann, quien durante la crisis del covid fue atacado por los propios votantes de Vox, volvió a las listas del partido por Madrid como número cinco. Pero en agosto renunció a coger su acta de diputado. En la Legislatura XIV fue uno de los mayores críticos de la gestión del entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa. A él le pidió la dimisión, denominándole con calificativos como "ministro del coronavirus" o "de la eutanasia". Su defensa acérrima chocaba, no obstante, con la posición oficial del grupo, que era la de dejar la libre elección a la ciudadanía y no entrometerse ni valorar las consecuencias de no inmunizarse. Tanto individual como colectivamente.

Ahora, casi un año después de dejar el acta, Steegmann traslada por carta que sufrió "ataques extramuros e intramuros, algunos terribles" por defender su criterio como profesional médico. Y aunque apela a reprimendas internas dentro del partido, al menos se congratula de que Vox no adoptase oficialmente ese discurso contrario a la vacunación. A su juicio, pese a todo, la marca que lidera Santiago Abascal ya lleva tiempo "prescindiendo de su parte más liberal de su programa y sus diputados". Pero el detonante de su marcha fue el cónclave ultra celebrado en Vistalegre. Donde participaron desde Marine Le Pen a Javier Milei, con el correspondiente choque con el Gobierno que ha derivado en crisis diplomática. Cita a Buxadé en su escrito: le recrimina su origen falangista y su "insufrible discurso". Especialmente por ser "despectivo a las vacunas".

A Bambú le acusa de avanzar "hacia un horizonte azul mahón". Hacia una apuesta firme por el "estatalismo" y el "neofalangismo" que va en contra de sus metas fundacionales. Y considera de "hipocresía" que se respalde el discurso ultraliberal de Milei para "disfrazar de liberal" una conjura nacionalpopulista "antiliberal". Se insta, por lealtad, a que Bambú reoriente su rumbo.

Reprocha a Vox que use a Milei para disfrazarse de liberal en una conjura nacionalpopulista

Buxadé y Millán no le dan importancia

Referencia a ello ha hecho Buxadé durante el desayuno informativo. "En España hay libertad de afiliación y desafiliación", ha precisado. "Nosotros defendemos una economía liberal para los europeos", ha matizado, desprendiéndose de los ataques de Steegmann, ha quien ha evitado mencionar.

Ya en el Congreso de los Diputados, la portavoz, presente en el acto, Pepa Millán, no ha considerado de calado la marcha de Steegmann. Es "una nimiedad" en comparación con lo que sucede en España. "Cada uno es muy libre de opinar lo que quiera", ha afirmado sin más. A las puertas de aprobarse definitivamente la amnistía [han pedido que se suspenda la votación por enmarcarse dentro de la campaña] o las elecciones europeas.