Jornada tensa en el Congreso de los Diputados. Alejada de la solemnidad, la sesión de este jueves, que ha levantado el veto del Senado a la amnistía y la ha aprobado definitivamente, ha contado con decibelios de más. Con cruce de acusaciones de "neofascistas" o "neofilonazis" desde la bancada de la izquierda, a gritos de "traidor" desde la de Vox. El líder de la formación, Santiago Abascal, incidió durante su intervención en ello, apuntando que es la peor de toda la democracia y va contra los españoles que cumplen la ley. Gabriel Rufián, de ERC, previamente había indicado que esto era un golpe contra el régimen de 1978.

Durante el discurso de Abascal, según fuentes parlamentarias de Vox, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, habría estado acompañando a otros miembros del partido en la cafetería del hemiciclo, "reservada solo a diputados" y senadores. Algo que, por su condición de público, al asistir como tal al pleno de amnistía, no podría hacer. Así lo remarcan desde Vox, sobrepasados por la jornada en la que creen que se consolida una actitud desde la Presidencia de la Cámara Baja, de Francina Armengol, en su contra. Pero también respecto al PP. Se quejan de la limitación de expresión que tendrían en las reuniones de la junta de portavoces, igualmente. "Eso no ocurre con el PSOE o sus socios", insisten las mismas fuentes. Dese la izquierda, fuentes parlamentarias alertan en sentido contrario, de la polarización que traen los de Bambú.

De la presencia de Junqueras alertó a otros miembros del Grupo Manuel Mariscal, vicesecretario de Comunicación de Vox, que grabó la escena. De hecho, éste se acercó a Junqueras para decirle que no podía estar en las instalaciones. Y sí "en la cárcel". Solo en el gallinero del hemiciclo. No se ha trasladado si ha habido respuesta del republicano, aunque en el vídeo se ven risas. Solo que, minutos después, cuando el diputado fue a llamar a otros compañeros "para echarlo", "un ujier" del Congreso ya se había llevado al líder catalán fuera. "Tuvo que invitarle a salir", aclaran.

Sugieren que para no le viesen, Junqueras evitó acercarse a la barra de la cafetería, dado que eso hubiera supuesto una expulsión inmediata. "Se sienten impunes", lamentan voces de Vox tras conocer ese dato. Y tras validarse el 'olvido' al procés que, no obstante, otras fuentes parlamentarias descartan que vaya a pasar al Boletín Oficial del Estado rápidamente; mañana. Primero, entre otros, tiene que se refrendado por el Rey, Felipe VI. Consultado por ello, por el momento, fuentes de ERC han precisado que "el de Vox ha hecho un show y Junqueras ha pasado, y ha seguido con su agua con gas".

El clima del Congreso ha llegado al final del debate a tal escala que parlamentarios de Vox, entre ellos Mariscal, han interrumpido al portavoz socialista, Artemi Rallo. Y se han sucedido esos cruces de insultos y alusiones entre Vox y miembros de Sumar.

En redes, han proseguido. El portavoz parlamentario de los magentas, Íñigo Errejón, ha comparado la escena con el 23-F: "Interrumpen constantemente el debate parlamentario los diputados de Vox levantándose con insultos. Hace unos años lo hicieron entrando a tiros". La presidenta Armengol, ante la escena en el hemiciclo ha pedido altura de miras, respeto a las diferentes opiniones y ha pedido continuar el pleno. Costó un minuto más, en el que Rallo fue interrumpido en su intervención. Pero todo continuó con normalidad. Hasta la votación de Pedro Sánchez y el resto de la bancada azul. Ahí volvió a oírse acusaciones de "traidor". Vox no descarta interponer una queja contra Armengol, contra la que ya se querellaron por la amnistía sin éxito.