Casi como en cuentagotas se van conociendo algunos puntos del programa electoral con el que el PP concurre a estas elecciones europeas, porque, en una decisión inusual, los principales anuncios de dicho programa se desgranan durante la campaña y no van en un documento cerrado, más allá de un manifiesto muy genérico que presentó hace dos semanas el líder popular, Alberto Núñez Feijóo. Y entre esas medidas destaca la propuesta de promover en la Unión Europea una alianza internacional para despenalizar la homosexualidad y el adulterio en el mundo, a la que ha tenido acceso El Independiente.

Los populares se comprometen a impulsar en el seno de la Unión "una alianza mundial con el fin de acabar con la criminalización de determinadas relaciones sexuales consentidas entre adultos como la homosexualiad o el adulterio, castigadas actualmente con latigazos, cadena perpetua, lapidaciones o pena de muerte en una veintena de países", según reza el texto.

Pena de muerte

Lo cierto es que la homosexualidad está penada de una forma u otra en más de sesenta países, en algunos con penas más leves, pero en otros hasta con la ejecución. Es el caso de Irán, Afganistán, Pakistán, Mauritania, Nigeria, Arabia Saudí, Yemen y Somalia, y algunos más que como Irak o Egipto también la tienen durante penada.

Otras propuestas electorales que ha ido haciendo el PP conforme avanzaba la campaña para las elecciones del 9-J pasa por la creación de una plataforma europea única para acceder a los fondos europeos y agilizar su uso o "reforzar" las sesiones de control de la Eurocámara a quien ocupe la presidencia de la futura Comisión Europea y a los comisarios, de forma que sean similares a las que se celebran en España en el Congreso de los Diputados, según reveló recientemente Europa Press.

Esta es la letra menuda de un manifiesto de seis páginas con grandes enunciados pero pocas concreciones. Así, bajo el título, "Europa es un proyecto de libertad", alertan del crecimiento "de nuevas formas iliberales de democracia que cifran en el aislamiento la salvación y, cuando los retrocesos en materia de igualdad ante la ley, estabilidad política y libertad que estamos viviendo en España pueden alejar a los ciudadanos de unas instituciones que hemos construido juntos, es importante que nuestro país envíe una señal clara y afinada de europeísmo".

Cuatro grandes desafíos

Y enumeran cuatro grandes desafíos: el democrático, el social, el económico y el desafío geoestratégico. Para superar el primero abogan por un Partido Popular fuerte en la Eurocámara "que defienda que la justicia es independiente, que las instituciones no son patrimonio de ningún partido y que España no puede gobernarse desde Suiza o Waterloo", en alusión a los acuerdos de Pedro Sánchez con el prófugo de la justicia Carles Puigdemont para asegurarse el apoyo de sus siete diputados. En materia de desafío social hablan de una batería de propuestas destinada, dicen, a facilitar la vida de las familias, "que contribuyen con su esfuerzo a asegurar nuestro futuro"; y, por el otro, a favorecer a los jóvenes europeos, "cuyo derecho a construir una vida próspera ha sido con frecuencia desatendido e ignorado".

La prioridad para el desafío económico es abordar "reformas sólidas" porque "Europa se está quedando atrás" en el concierto internacional y en el capítulo geoestratégico hay una mención explícita a la necesidad de invertir más en Defensa y en seguridad, aunque no concretan en qué medida. A pocos días del cierre de campaña irán desvelando alguna propuesta más, aunque el tono de la misma está marcado por la refriega política nacional y no tanto por las medidas en unas elecciones europeas consideradas más determinantes que nunca.