Para el PSOE, va camino de convertirse en una profecía autocumplida: segunda semana de campaña, error de Alberto Núñez Feijóo. Ocurrió en las generales —por la revalorización de las pensiones—, ocurrió en las gallegas —por su confesión de que se abría a un indulto condicionado a Carles Puigdemont—, ocurrió en las catalanas —por la asimilación de inmigración y delincuencia—. Y ha ocurrido también en las europeas. El líder del PP acabó tropezando en la misma piedra que en febrero: la problemática relación con Junts. Para pasmo de los socialistas. Esta vez, asegurando en una entrevista en la tele que no descarta presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez que, para prosperar, necesitaría del voto de la formación del expresident. Una semana después de sacar de nuevo a miles de ciudadanos a las calles contra una ley de amnistía de la que él, Puigdemont, sería uno de los principales beneficiarios. Un patinazo discursivo que, cree los socialistas, deja todas las cartas boca arriba en la recta final de este 9-J, que demuestra su "desesperación", que está "perdido". Pero, a la postre, es un "regalo" para ellos, que aprovecharon al segundo, y para Vox.

El PSOE no tuvo que acudir muy lejos este lunes para armar su discurso de campaña. Las palabras de Feijóo fueron elocuentes en Antena 3. No descartó una moción de censura si los socialistas pierden las europeas del próximo domingo: "Si esa mayoría social que no está de acuerdo con lo que está pasando en este ambiente de corrupción política y corrupción económica en la que se mueve España, en esta parálisis del Gobierno en el que llevamos casi un año, si esa mayoría social se convierte en mayoría electoral y el 9 de junio manda un mensaje, entiendo que todos los ciudadanos veremos más próximo el final del túnel". Preguntado expresamente si un instrumento que contempla es el de una moción de censura con el apoyo de Junts, contestó: "¿Qué herramientas vamos a utilizar? Todas las que consideremos oportunas. ¿La que usted refiere es una herramienta? . Para eso hay que tener el contexto adecuado y pensar que puede ser útil en ese contexto". El enredo se hizo tan grande en tan poco tiempo que Génova, la sede nacional del PP, salió a corregir a su líder para precisar que su propósito es "hacer caer a Sánchez en las urnas" y no una moción con los posconvergentes.

Gobierno y PSOE salen en tromba contra Feijóo por su "hipocresía" y "cinismo", porque está "obsesionado con colocar a Abascal de vicepresidente". Es "puro teatro", subrayan

Gobierno y PSOE se frotaron las manos al segundo. Denunciaron la "hipocresía" y el "cinismo" de Feijóo, insistieron en que le da "igual cómo y con quién" pactar con tal de derribar a Sánchez, en que está "obsesionado con colocar a [Santiago] Abascal de vicepresidente". Recalcaron que la intensa campaña desplegada por el líder del PP contra la amnistía no era más que "puro teatro", porque al final acaba rogando "por favor" a Puigdemont para que le invista presidente del Gobierno.

El problema discursivo que los socialistas encuentran al jefe de los populares es que ha seguido haciendo de la amnistía su caballo de batalla, y que de hecho el pasado 26 de mayo volvió a sacar a los ciudadanos a la calle para protestar contra ella, y siete días después plantea como un escenario hipotético de futuro, si gana a Sánchez las europeas con contundencia, una moción de censura con el concurso de Puigdemont, que es uno de los primeros destinatarios de la medida de gracia. Además, la reflexión de Feijóo chocaba visiblemente con el argumentario manejado por su candidata, Dolors Montserrat, en el debate a seis en la SER y El País, en el que desde el principio atacó a su contrincante, Teresa Ribera, por haber dejado la gobernabilidad de España en manos de un "prófugo de la Justicia", el expresident Puigdemont.

"Que nadie se quede en casa"

Tras la entrevista en Espejo público, cascada de declaraciones y mensajes en redes sociales de ministros y dirigentes socialistas. Todos en la misma línea. Y, de colofón, ya en el mitin de la tarde en Gijón, con el presidente asturiano, el propio Sánchez. "Feijóo tiene arranques de verdad, de sinceridad. Hoy [por este lunes] lo ha dicho claramente, que su propuesta es una moción de censura con Abascal y con Puigdemont. Están absolutamente desesperados. Nosotros tenemos una propuesta mejor, que es votar al Partido Socialista para ganar a la derecha y a la ultraderecha el próximo 9 de junio. Que nadie se quede en casa", sentenció el presidente ante unos 2.500 militantes y simpatizantes reunidos en la Feria Internacional de Muestras.

El dislate de la posible moción de censura con Junts es un regalo para Vox y para el PSOE. Pero es que el PP tiene un vértigo brutal", aseguran fuentes próximas a la vicepresidenta tercera

Desde Almendralejo (Badajoz), el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero definió la hipotética moción de censura como una "moción caradura", mientras que para Vox sería una "moción de tortura", pues "necesitan a Junts". Una "ficción de censura", resolvió. Y es que los números para derribar a Sánchez son, hoy por hoy, casi imposible: a Feijóo solo le valdría unir sus 137 escaños los 33 de Vox y los siete de Junts para alcanzar la mayoría absoluta necesaria. El PNV (5) ya ha repetido en multitud de ocasiones que no estará en ninguna operación que requiera del concurso de la extrema derecha.

En Ferraz no quieren calcular cuánto beneficio pueden reportar a su candidata, la vicepresidenta Teresa Ribera, las palabras de Feijóo. Pero no ocultaban su satisfacción por el desliz, sobre todo porque sitúan el foco de la campaña en el jefe de los conservadores y en sus contradicciones, como ocurrió en la recta final de las generales, que fue matadora para el PP. "Es una gran noticia para esta última semana. Dijimos desde el primer momento que los contactos del PP con Junts en agosto iban destinados a sondear un apoyo a la investidura de Feijóo. Y que si no salió fue porque Feijóo y la ultraderecha son lo mismo. Este lunes de nuevo volvió a desvelar sus cartas. Pactará con Puigdemont si Vox se lo permite. Tiene que pedir permiso a Abascal, que para eso sería el vicepresidente", aseguran desde la sede federal.

Desde el entorno de Ribera son más explícitos y rotundos: "El dislate de la posible moción de censura con Junts es un regalo para Vox y para el PSOE. Pero es que el PP tiene un vértigo brutal. El PSOE se acerca y pierden votos hacia Vox y hacia Alvise [Pérez, que encabeza la candidatura Se Acabó la Fiesta]". "Esto puede movilizar algo de voto aún no decidido hacia el PSOE", abunda una integrante de la cúpula de Sánchez.

Las encuestas pintan un margen ajustado de ventaja para el PP. El CIS, cuyos pronósticos no cree ni la cúpula socialista, sitúa a Ribera por delante... y deja a Alvise de quinta fuerza

El último arreón de encuestas, las publicadas este lunes, pintan un margen ajustado de victoria del PP, con entre uno y cuatro escaños por encima, con la formación de Abascal al alza, igual que la del agitador ultra Alvise Pérez. El CIS, cuyos pronósticos ni siquiera cree la cúpula socialista, situaba este lunes a los socialistas en cabeza, con hasta el 33,2% de los votos, frente al 30,5% del PP, que se quedaría a 2,7 puntos al recortar casi a la mitad la ventaja que le llevaba hace escasamente 15 días. Vox se afianzaría como tercera fuerza, con hasta el 11%, mientras perdería fuelle Sumar (7,1%). La quinta plaza sería para Se Acabó la Fiesta (5,7%), por encima de Podemos (3,9%).

"Le ha hecho la última semana a Vox y a Alvise"

Según el análisis de diversos dirigentes socialistas consultados, las palabras de Feijóo, por tanto, son fruto de su preocupación por las encuestas, ya que aspiraba a ganar por goleada a Sánchez en unas elecciones, las europeas, que planteaba como un plebiscito en torno al presidente. "Está perdido, desesperado, nervioso porque ve las encuestas y comete errores colosales. Y lo peor es que la dirección de su partido le matizó posteriormente, pero el vértigo les corre por las venas", apuntan en el equipo de Ribera. "Le ha hecho la campaña de la última semana a Alvise y a Vox. La derecha no tiene más de un 48% del voto en el mejor de los casos. Lo normal es un 46%. Si Alvise saca un 5% y Vox un 10%, el PP no puede sacar mas que un 31-33%. Con eso no va a ningún sitio. Y con un 31% le podemos pillar nosotros", expresa un miembro relevante del Consejo de Ministros.

En el equipo de Ribera señalan que el error de Feijóo es "haberse puesto él solo la soga al cuello, al plantear este 9-J como un plebiscito", que es un "líder sobrevalorado"

Los colaboradores de la candidata socialista enumeran los fallos de una campaña "triste": su disposición a pactar con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni —apuntalando así el eje de campaña del PSOE—, la negativa de Ursula von der Leyen a criticar abiertamente la amnistía, una candidata, Montserrat, "desaparecida", y ahora "se abre a pactar con Puigdemont". "El mayor error en todo caso es haberse puesto él solito la soga al cuello, plantear estas elecciones como un plebiscito. Hace tres meses había encuestas que situaban al PP 13 puntos por encima. Si pierde, es un hombre muerto". Como describe un miembro del entorno de Ribera, "el problema es que a Feijóo le viene grande el cargo. Es un líder sobrevalorado". Fuentes muy próxima a la vicepresidenta añaden que la entrevista de este lunes dejó al desnudo que el jefe de los conservadores "no solo no tiene programa" para el 9-J —Génova no lo ha hecho público y lo mantiene "secreto"—, "sino que ni siquiera tiene más principio que el todo vale contra Pedro Sánchez".

En la cúpula federal no tienen previsto cambiar la marcha de la campaña en esta última semana, en la que buscan la "remontada", pero admiten que el topetazo del líder del PP les ayuda: "Es que es experto en meter la pata en la segunda semana de campaña. No modificaremos el foco, pero nos viene muy bien. Esto se aprovecha solo", dicen con cierta delectación. Incluso dirigentes no conectados con Ferraz reconocen que la campaña se le está haciendo larga a los populares, que "están perdidos", que "son de pena", que "no saben ni hacia dónde ir", que Feijóo "da para Galicia y ya". Es decir, que el análisis es muy coincidente. Lo resume un alto mando de la ejecutiva de Sánchez: "Es el nivel que tiene, estaba muy sobrevalorado y contaba con todos los medios a favor, bien pagados, y además es que es mala persona".

La inmigración, como en la campaña catalana

Feijóo, por la tarde, y en un acto en Santa Cruz de Tenerife, volvió a un tema recurrente y que de hecho utilizó en el tramo final de la campaña catalana: la inmigración, un asunto prioritario para su competidor por la derecha: Vox. El jefe del PP propuso que los inmigrantes que quieran "formar parte del proyecto europeo" y quieran trabajar deben adquirir "un compromiso de adhesión y respeto a los valores fundacionales de Europa", como la igualdad de hombres y mujeres. "Las personas que eligen Europa para integrarse serán bienvenidas y serán iguales en derechos", pero quienes la elijan "para delinquir o vulnerar los valores" europeos, "no tienen cabida en la UE", sostuvo, informa EFE.

El jefe del PP propone que los inmigrantes que quieran trabajar en la UE adquieran un "compromiso de adhesión" a los valores de Europa. El Gobierno le replica enseguida

"El primero que debe adherirse al Tratado de la Unión Europea es el PP", respondió desde X la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. "Concretamente", siguió, "al artículo 2, que se le ha olvidado en estos meses compitiendo con Vox". Y lo que dice este apartado de uno de los pilares legislativos de la UE, y que Saiz se encargó de recordar a Feijóo, es: "La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías".

Última semana de otra campaña. Que otra vez arranca cuesta arriba para el PP. Si tiene incidencia o no en el voto, podrá, como poco, intuirse el domingo.