La justicia ha frenado el concurso de Mayor de los Mossos d'Esquadra convocado por el Govern de ERC para blindar al actual comisario jefe de la policía autonómica, Eduard Sallent. Un polémico concurso que recurrió el sindicato SAP-Fepol de los Mossos, denunciando que el Govern de Pere Aragonès había hecho un "concurso a medida" del actual jefe de los Mossos. La designación como Mayor de los Mossos es vitalicia y comporta un sueldo aparejado de casi 100.000 euros.

La gestión de Sallent ha sido contestada por una parte de la policía autonómica por su esmero en "depurar" de la cúpula policial la herencia de Josep Lluís Trapero, al que Salvador Illa ha "fichado" como futuro director general de la policía autonómica si finalmente consigue ser investido president de la Generalitat.

Pese a la inestabilidad que ha marcado el devenir de la policía autonómica desde que fuera intervenida por el Gobierno tras la declaración unilateral de independencia, Sallent ha sido el responsable que más tiempo ha permanecido al frente de los Mossos. Especialmente desde que Esquerra asumió el mando de Interior y decidió renovar una cúpula policial construida durante años desde CiU, después Junts.

Decisión a dos días de las elecciones

En este contexto, el pasado 19 de marzo -un día después de la convocatoria de elecciones anticipadas- el Govern publicaba en el Diario Oficial de la Generalitat la convocatoria de un concurso para nombrar a un nuevo Mayor de los Mossos, distinción que hasta ahora sólo ha conseguido Trapero. Y el 10 de mayo, dos días antes de las elecciones autonómicas, designó a Sallent para el curso de Mayor, desestimando la candidatura de la otra aspirante, la comisaria Alicia Moriana.

Sallent inició el pasado 21 de mayo el curso de adecuación, de unos dos meses de duración, tras el cual el siguiente paso era que el Govern le nombrase o dejara la plaza vacante. "Nos encontramos con que se realizará la elección de la máxima jefatura del Cuerpo de Mossos por una persona designada por con conseller de un Govern en funciones" advertía el recurso planteado por SAP para la suspensión cautelar del concurso, que ha atendido ahora la juez.

El sindicato advertía además que el concurso para cubrir la plaza de "Major Cap, por tanto, el máximo mando del cuerpo". Lo que implica que el escogido "tenga gran influencia sobre las decisiones operativas y de servicio respecto a cada uno de los miembros de los mossos en cada una de sus escalas y categorías".

Proceso judicial

En su recurso de impugnación el sindicato denunciaba además que la convocatoria de concurso "no indica la aportación de currículum, ni la realización de ninguna otra prueba ni entrevista por la que los participantes puedan acreditar" su capacitación para el cargo. Es decir, la discrecionalidad más absoluta en la convocatoria de un concurso en el que "dentro del cuerpo se sabe que esta convocatoria se realiza en este momento por la convocatoria de elecciones y se sabe que la persona escogida será Eduard Sallent".

El Departamento de Interior rechazó el recurso alegando que los sindicatos de mossos no tienen potestad sobre la elección de un cargo de libre designación como el de Mayor. Pero la juez no ha compartido este criterio. La interlocutoria conocida este lunes da por acreditada la "legitimación" del sindicato y recuerda al Govern que "el fundamento mismo de la existencia de los Sindicatos es precisamente permitir a dichas asociaciones velar por el respeto a los intereses colectivos de acuerdo con la legalidad vigente".

La juez no entra en el fondo de la cuestión, pero sí paraliza el concurso, imponiendo las cautelares solicitadas por SAP. Ahora, apunta el portavoz del sindicato, Toni Castejón, se abre un proceso en el Contencioso-Administrativo que "puede durar años". La consellería de Interior, que ostenta en funciones Joan Ignasi Elena (ERC), ya ha anunciado que sus servicios jurídicos presentarán un recurso de apelación contra esta decisión cautelar.