La dirección de Sortu, la formación de la izquierda abertzale ha arremetido contra el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón por procesar a seis personas acusadas de organizar los 'ongi etorri' a los presos de ETA a su salida de prisión. A todos ellos les acusa de un posible delito de participación en organización criminal y un delito continuado de humillación a las víctimas y enaltecimiento del terrorismo. Por estos delitos se enfrentan a penas de hasta 9 años de prisión.

Entre los encausados figura quienes fueran históricos miembros de ETA, Antton López Ruiz, 'Kubati' y Felipe San Epifanio, así como los miembros de la dirección de Sortu, Haimar Altuna y Oihana San Vicente. También están procesados Kai Sáez de Egilaz y Oihana Garmendia. En un comunicado Sortu ha asegurado hoy que no existen los delitos de los que se les acusa y que detrás de esos actos de bienvenida a los presos de la banda terrorista tan sólo existía el ejercicio del derecho de libertad de expresión.

Los procesados están acusados de haber organizado los 'Ongi etorri' registrados desde los años 2018, más de un centenar. La asociación Dignidad y Justicia y el PP solicitan un total de 8 años y 8 meses por ambos delitos para cada uno. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) reclama 9 años y la Fiscalía baja la petición a 5 años y 7 meses. Desde Sortu se ha denunciado lo que considera que es un intento por "convertir la humillación a las víctimas en un concepto jurídico" y con el que sólo se busca "llenar las cárceles en lugar de vaciarlas".

Criminalización y represión

Dos de los acusados, Altuna y San Vicente, han asegurado que los 'ongi etorris' son "cosa del pasado" y que hace años que ya no se realizan actos públicos de bienvenida a los presos y presas de ETA, "entre otras cosas porque la izquierda abertzale ha escuchado la voz de las víctimas" y porque "así lo decidieron los propios presos y presas". Para Sortu se trata de un caso más de 'lawfare' que se corresponde con lo que define como una "ofensiva del bloque reaccionario y el Estado profundo" para dañar el recorrido de la izquierda abertzale en los últimos diez años "mediante la criminalización y la represión, enrareciendo el ambiente y dificultando las relaciones políticas".

Sortu recuerda que las asociaciones de víctimas denunciaron los 'Ongi etorri' y en todos los casos las causas fueron archivadas: "Pero entonces aparece la Guardia Civil a través de un informe que relaciona esos 'ongi etorri' con una estrategia política, violenta y criminal, agrupando en una única causa todos los 'ongi etorri' que ha habido estos años".