El PSOE entró en la campaña de las europeas con Palestina en primer plano. El Gobierno la reconoció como Estado el 28 de mayo, a la vez que Noruega e Irlanda. Y sale ahora de la carrera del 9-J con Palestina otra vez, un tema muy sensible para el conjunto de la izquierda y que Pedro Sánchez quiere liderar para ampliar su espacio electoral. Fue este jueves cuando el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, anunció que España se suma al procedimiento del tribunal de la ONU —el Tribunal Internacional de Justicia— que inició Sudáfrica contra Israel por genocidio. Una decisión que daba pie al presidente para presumir de que España se sitúa "en el lado correcto de la historia" y al PP para acusarle de interponer una "cortina de humo" con el fin de "tapar la corrupción del Gobierno".

Con la foto de Sánchez con su mujer, Begoña Gómez, muy reciente, de apenas unas horas antes juntos en Benalmádena, el Ejecutivo y el PSOE recargaron su munición de campaña. Y muy pronto. A las diez de la mañana, Albares avanzó la adhesión de España a la demanda contra Benjamin Netanyahu, un paso muy relevante aunque no tan "efectista", reconoció el ministro, como la retirada de la embajadora española, que el Gobierno no se plantea por ahora porque no contribuiría, justificó, a la paz. Según señaló el jefe de la diplomacia, Exteriores da el paso para fortalecer a Naciones Unidas, apoyando su tribunal y las medidas cautelares dictadas por el mismo y no atendidas por Israel. España no quiere calificar de manera oficial si aprecia genocidio en la Franja de Gaza, porque será el TIJ, dijo, el que lo determine, aunque ministros como Margarita Robles y Teresa Ribera sí que han utilizado ese término para definir los crímenes cometidos por el Ejecutivo de Netanyahu.

Sánchez presume de que España se mantiene "en el lado correcto de la historia", mientras que el PP acusa a los socialistas de interponer una "cortina de humo" para "tapar la corrupción"

La decisión se anunciaba apenas unas horas después del ataque de Israel a una escuela de la UNRWA en el centro de Gaza, un bombardeo que causó al menos 35 fallecidos, parte de ellos niños. Muertos que se suman, aseguró cerca del mediodía Sánchez en un acto empresarial en Madrid, a la "insoportable cifra de 36.000 víctimas gazatíes desde el comienzo del ataque del primer ministro Netanyahu".

"Es urgente que todos apoyemos al Tribunal para que se cumplan las medidas cautelares para detener cualquier operación militar. Y es fundamental que fortalezcamos entre todos Naciones Unidas apoyando el papel del Tribunal como máximo órgano judicial de un sistema internacional basado en reglas", añadió el presidente, que garantizó que España se mantendrá "en el lado correcto de la historia". Es una apuesta "valiente, coherente y humanista", celebró el PSOE también en una nota.

La Casa Blanca difunde un comunicado por el que 16 países apoyan el plan de Biden para Gaza. Entre ellos, España

El flanco internacional no se agotó ahí. La Moncloa se hizo eco de un comunicado lanzado por la Casa Blanca, en el que 16 países expresaban su apoyo al plan de paz defendido por el presidente de EEUU, Joe Biden, la semana pasada. Entre ellos, grandes potencias como Francia, Alemania, Reino Unido y Canada. Y también España.

El paso dado por el Gobierno recorrió toda la jornada y obligó al PP a pronunciarse, aunque lo hizo para subestimarlo, para llamarlo "cortina de humo" y volver a centrarse en sus ataques a Sánchez por la imputación de su mujer. La decisión alcanzó, por descontado, el mitin de la tarde en L'Hospitalet, con el presidente, Salvador Illa, primer secretario del PSC, y Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, como principales oradores, y ante unos 2.000 parroquianos socialistas.

"Todo para nosotros"

En la cúpula de partido y Gobierno reconocían que, a estas alturas de la campaña, los socialistas persiguen ampliar su espacio todo lo posible. "Todo para nosotros", verbalizaban distintos altos cargos. El objetivo es concentrar el voto progresista en torno al PSOE, rebañar todos los votos a su izquierda, captar apoyos de Sumar e incluso de Podemos. El riesgo es, evidentemente, que la formación de Yolanda Díaz sufra en las urnas este domingo, que tenga un resultado discreto —más cerca de tres que de cuatro escaños— o que incluso se vea superada por el partido de Ione Belarra, algo que sería una hecatombe para la vicepresidenta segunda.

Los socialistas priorizan vencer o acercarse al PP. La reconstrucción del espacio a su izquierda no le inquieta porque no es urgente: "En tres años, para las siguientes generales, ya veremos"

"En estas europeas, nos interesa llevarnos el voto de la izquierda. De todos lados, pero especialmente de la izquierda. En tres años, que es lo que falta para las siguientes generales, ya veremos", explican fuentes gubernamentales. Es decir, que ahora al PSOE no le importa seguir absorbiendo votos de Sumar porque prioriza acercarse lo más posible al PP o incluso ganarlo, para intentar desactivar a Alberto Núñez Feijóo, que ha presentado estas elecciones del domingo como un plebiscito en torno a la figura del presidente. Pasados los comicios, los socialistas buscarán que se reconstruya el espacio a su izquierda, conscientes de que en unas generales, en las que la circunscripción no es única, sino provincial —y por tanto se castiga mucho la división en varias listas de la izquierda o la derecha—, una debilidad extrema de Sumar y Podemos les haría perder la Moncloa.

Pero esa será la etapa siguiente. Ahora los socialistas están en intentar reagrupar el voto progresista en torno a sus siglas. Y el paso dado este jueves creen que también contribuye. "Todo ayuda", resume un ministro. "Ahora lo importante son los votos al PSOE y la disputa por la primera plaza. Lo demás es secundario hasta generales", consideran fuentes próximas a la candidata, Teresa Ribera. "El PSOE es el único que está teniendo una posición lógica en Ucrania y Palestina —indican en Ferraz—. Nosotros, con ambos. El PP está con Ucrania, pero con Israel. Podemos, con Palestina pero sin condenar a Rusia. Sumar... no se sabe muy bien qué campaña está haciendo". La posición del Gobierno sobre Palestina es la que conecta con la inmensa mayoría de los españoles, según el Real Instituto Elcano: un 78% comparte su reconocimiento como Estado.

Este jueves, tanto Sumar como Podemos consideraron insuficiente el anuncio de Albares. A diferencia de los morados, los ministros de la formación de Díaz sí celebraron la decisión. Sánchez ha querido capitalizar la posición española con Palestina en todo momento, consciente a su vez de que este es un tema "incómodo" para el PP: Feijóo quiere eludirlo y no se ha situado en él de forma clara, recuerdan los interlocutores del presidente. En unas elecciones de segundo orden como las europeas, en las que se registra habitualmente una abstención superior al 50%, es capital que los partidos movilicen a sus electores fieles, y en eso concentra sus energías el PSOE, en animar al voto a los ciudadanos progresistas. Y creen que lo están consiguiendo. "Si la derecha plantea esto en términos de alzamiento nacional, como lo está haciendo, la izquierda sociológica sale en tromba", apuntan fuentes próximas a Ribera.

Según sus trackings internos, los socialistas creen estar muy pegados al PP. "Estamos muy cerca: ahora mismo, estamos entre dos escaños a su favor y el empate a diputados", apuntan en la cúpula. De ahí que en el equipo de Sánchez vean posible ganar. El presidente, no obstante, no quiso sonar triunfalista en L'Hospitalet y prefirió afanarse en la burla al PP, por dar a entender que los dos grandes partidos están empatados.

Sánchez se burla del 'objetivo' de empate que se marcaría el PP: "Vamos a ser los zurdos los que votemos al PSOE para frenar a Feijóo y Abascal"

Empezaron los populares "diciendo que iban a arrasar y a ganar de más de 10 puntos al PSOE y ahora el lema del PP es 'este partido lo vamos a empatar'", ironizó el jefe del Ejecutivo. "Luego nos echan la culpa a nosotros de su hipotético mal resultado. Aunque sea por una vez, les vamos a dar la razón. Porque vamos a ser los zurdos el próximo 9-J los que votemos al PSOE para frenar a la derecha y a la ultraderecha de Feijóo y de [Santiago] Abascal", añadió.

"Quiero a mi mujer"

Sánchez incidió en Barcelona en su mensaje del día anterior en Benalmádena, al sacar a colación la ultraderecha del agitador Alvise Pérez, que según los cálculos de los socialistas se está fortaleciendo. Esta vez empleó una imagen para denunciar que a Feijóo su política de pactos con la derecha radical "han acabado por devorarle". "¿Conocéis las matrioskas? Esas muñecas rusas que las abres y contienen otra dentro. Pues eso es lo que le está pasando al PP y es una desgracia para España y para Europa. En la muñeca de Feijóo aparece el Vox de Abascal y ahora, según las encuestas, en la muñeca de Abascal aparece el inframundo de Alvise".

El presidente vuelve a asociar a Feijóo no solo con Vox, sino con el "inframundo de Alvise". "Los tres son la matrioska de la internacional ultraderechista en España"

Para el presidente, "los tres son la matrioska de la internacional ultraderechista en España". "Y a los tres los vamos a frenar el próximo domingo votando al PSOE", arengó.

Pero Sánchez no quiso pasar página todavía de la imputación que pesa sobre su mujer, Begoña Gómez, que este jueves no estaba presente en el mitin. Agradeció las "muestras de cariño" y respondió directamente a Feijóo, que le acusó de utilizar el dramatismo para no dar explicaciones del caso que afecta a su esposa. "Decía que soy lacrimógeno. A mí no me duelen prendas en decir que quiero a mi mujer, que voy a defender su honorabilidad ante los ataques infames de aquellos que solamente hacen oposición destructiva contra el adversario político", señaló.

A la campaña le restan horas. Pero en estos 15 días apenas han aparecido en la conversación pública las dinámicas de Bruselas, el futuro de la Unión Europea. Todo ha quedado dominado por la arena española. Con excepciones como la de este jueves, con la guerra en Oriente Próximo en primer plano.