Mes y medio después de que el pasado 21 de abril se celebraran elecciones autonómicas en Euskadi, PNV y PSE han alcanzado un preacuerdo de Gobierno para la legislatura. El acuerdo de bases anunciado a última hora de esta tarde llega apenas diez días antes de que se celebre el pleno de investidura en el Parlamento Vasco el próximo día 20 en el que el candidato del PNV, Imanol Pradales será elegido lehendakari.

Una de las medidas más relevantes del documento pasa por cerrar un acuerdo "tanto en Euskadi como con el Estado" para un "autogobierno futuro". Señalan la necesidad de acordar un nuevo "pacto estatutario a través de la negociación, el acuerdo y el máximo consenso político" en la Cámara de Vitoria. Subrayan que se alcanzará "en el ámbito de su competencia y de la legalidad vigente". Tras ser aprobado en las Cortes Generales, se señala en el acuerdo, el futuro nuevo estatuto vasco sería sometido a votación al "pueblo vasco" para su ratificación.

Las dos partes se remiten al acuerdo de bases que en esta materia ya rubricaron el 10 de noviembre de 2023 y que serviría de punto de partida para recuperar esta cuestión que estuvo relegada la pasada legislatura. Además, PNV y PSE se comprometen a que el desarrollo del actual Estatuto de Gernika se complete. Por el momento cerca de una treintena de materias siguen sin ser cedidas al Gobierno vasco.

Sin reparto de carteras

El documento "Bases para el acuerdo para avanzar en bienestar, progreso, autogobierno y la transformación de una Euskadi global" comenzó a negociarse el pasado 29 de abril. El mismo ha sido remitido a las Ejecutivas de ambos partidos como paso previo para su ratificación. Tanto la militancia del PSE como la Asamblea Nacional del PNV deberán dar el visto bueno al documento por el que se reeditará el acuerdo de coalición que ambas formaciones han mantenido la legislatura recién concluida.

El acuerdo no desvela por el momento cómo quedará el reparto de carteras del próximo Ejecutivo en el que el PSE quiere ganar peso tras mejorar sus resultados en las pasadas elecciones autonómicas.

Los dos partidos sitúan el acuerdo programático como parte esencial de una legislatura que califican de "clave" para construir la "Euskadi del futuro": "Nos proponemos mejorar el nivel de bienestar de toda la ciudadanía garantizar el progreso y la cohesión social, consolidar y profundizar nuestra sistema singular de autogobierno a través de un nuevo pacto estatutario".

Defensa del colectivo LGTBIQ+

En materia de "convivencia, memoria y derechos humanos", PNV y PSE fijan cuatro pilares esenciales de acuerdo. El primero de ellos es la deslegitimación de la violencia, el reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneración de derechos, y en segundo lugar la construcción de una memoria inclusiva crítica y ética con la promoción de principios y valores éticos y democráticos.

También se establece la defensa de la igualdad y la diversidad LGTBIQ+ como "pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa", así como la lucha contra "la violencia machista".

La transformación energética y la sostenibilidad es otro de los cinco apartados en los que se divide el pacto programático anunciado esta tarde. Entre las prioridades acordadas figura la necesidad de avanzar hacia la "neutralidad de carbono" y mejorar la autonomía energética del País Vasco. La apuesta por la movilidad sostenible en el transporte público, la defensa de una economía "circular" que reduzca el consumo de materias primas o apostar por una agenda urbana para 2050, son otros de los objetivos.

Uso del euskera

En el apartado de crecimiento y bienestar se establecen como prioridades la apuesta por el empleo de calidad y "gestión del talento" para atraer y retener el talento, la reindustrialización "sostenible" de Euskadi o reforzar su peso en el polo de innovación europeo. El impulso de la inteligencia artificial y la digitalización o garantizar el futuro del sector primario y el pesquero son otros de los retos para los próximos años.

El primero de los bloques programáticos, titulado "las personas en el centro", aborda una de las cuestiones más delicadas y que marcó, en gran medida, la campaña electoral: la sanidad pública. PNV y PSE se comprometen a garantizar una sanidad pública "universal, dimensionada y de máxima calidad" para que sea una "referencia europea".

Anuncian la aprobación de un pacto de país por los cuidados para "impulsar un nuevo modelo de cuidados". Mejorar el acceso a la vivienda de los jóvenes, acelerar sus procesos de emancipación o situar a la escuela pública como "referente" son algunas de las "prioridades" En materia de euskera sólo se apunta que se favorecerá "el aumento de su uso en todos los ámbitos de la vida".