Carles Puigdemont se ha apuntado la primera victoria de la legislatura con la constitución de la nueva Mesa del Parlament. Una Mesa presidida por el número tres de su candidatura, Josep Rull, que será el encargado de decidir quién, y cuándo, se somete al debate de investidura para la presidencia de la Generalitat. Puigdemont, por tanto, controlará los tiempos de la investidura, con una Mesa en la que los independentistas conservan, además, la mayoría que no tienen en el Pleno. Junts y Esquerra ocupan cuatro asientos, por tres socialistas.

Junts se ha impuesto infringiendo además un duro correctivo al PSC, que se quedó solo en las votaciones de la Mesa. Apenas doce horas después de alzarse de nuevo con la victoria en Cataluña en las elecciones europeas, con un 31% de los votos, los socialistas vieron como Esquerra daba marcha atrás en el acuerdo trabajado en los últimos días para repartirse la Mesa entre socialistas, independentistas y comunes, y optaba por el bloque independentista bajo el liderazgo de Junts.

Una decisión implicaba la pérdida de la presidencia por parte de los republicanos y que fuentes socialistas atribuyen a la secretaria general republicana, Marta Rovira. La dirección de ERC estaba divida ante esta votación, en la que algunos republicanos rechazaban apoyar a Junts tras el "calvario" sufrido por el Govern de Pere Aragonès a manos de los de Puigdemont. Pero finalmente se impuso la fidelidad al bloque independentista.

Sin mayoría de investidura

La alineación de Esquerra con Junts, dando portazo al PSC, aleja las opciones de Salvador Illa de ser investido. El socialista necesita el apoyo de los republicanos -junto a los comunes- para alcanzar la mayoría absoluta fijada en 68 escaños, puesto que no puede -ni quiere- recurrir a los votos de PP y Vox para tumbar al bloque independentista.

"Nuestra prioridad, nuestra única apuesta en esta legislatura es una mayoría progresista liderada por el PSC a la que se sumen ERC y Comunes" advertía la número dos de Illa, Alicia Romero, minutos después de la votación de la Mesa. Romero ha confirmado además que los socialistas había ofrecido la Presidencia del Parlament a Esquerra.

"Era una muestra de generosidad del primer partido del Parlament para forjar esta mayoría" ha explicado Romero, quien ha asegurado que seguirán negociando con los republicanos para conseguir su apoyo en la investidura. "Ellos tendrán que explicar por qué no han aceptado esta propuesta y hacen otras apuestas", añadía, señalando que el bloque independentista "no tiene mayoría de gobierno, a lo máximo que pueden aspirar es a bloquear".

ERC se escuda en el voto de los fugados

Minutos después le respondía la portavoz parlamentaria de ERC, Marta Vilalta, quien se ha escudado en el voto de los tres diputados fugados, Puigdemont y Lluís Puig de Junts, y Ruben Wagensberg de Esquerra, para explicar su voto. Vilalta ha confirmado que el PSC les había ofrecido la Presidencia del Parlament, pero "para ERC era prioritaria la Mesa anti represiva que pudiera preservar los derechos de los diputados en el exilio y que garantizara que en el Parlament se hable de todo y no entre la censura".

Vilalta ha asegurado que los socialistas pusieron condiciones inasumibles a cambio de hacer presidente del Parlament a un republicano para argumentar su rechazo a la oferta del PSC. Los republicanos aseguran que decidieron su voto en la reunión de la ejecutiva celebrada el mismo lunes, aunque también reconocen que los pactos con Junts se han llevado con "máxima discreción" para evitar que el PSC activara una mayoría alternativa con el PP.

Puigdemont, primer candidato

Tras la constitución de la Mesa, con la presidencia en manos de Junts, hay pocas dudas de que Puigdemont va a ser el primer candidato a la investidura. El debate debe producirse como muy tarde el 25 de junio, y en él Puigdemont volverá a contar probablemente con los votos de ERC y la CUP, que suman 59 escaños. Pero el bloque independentista no es suficiente, necesitaría la abstención del PSC para tener más síes que noes, y el PSC ya ha negado por activa y por pasiva esa opción.

Derrotado Puigdemont, corresponderá a Rull abrir una nueva ronda de contactos, en la que Esquerra debería explicitar su apoyo a Illa para que el socialista tenga alguna opción de ser propuesto candidato a la investidura. Una opción que parece alejarse tras la votación de los republicanos de este lunes. Los republicanos han insistido en las últimas semanas en que la votación de la Mesa no prefigura los acuerdos de investidura, y tanto el PSC como los Comunes mantienen las esperanzas de sumarlos a la investidura de Illa.

Para conseguirlo, tendrán que vencer las resistencias que han llevado a ERC a renunciar a la Presidencia del Parlament para no aparecer como traidores al bloque independentista. Si no lo consiguen y Salvador Illa es investido antes del 25 de agosto, se activará automáticamente la repetición electoral en Cataluña, con unos nuevos comicios a celebrar en octubre.

La soledad del PSC

Tal como ha quedado explicitado hoy en el pleno, sin el apoyo de los republicanos el PSC ya no tenía margen de maniobra para buscar socios alternativos, con los puentes rotos con el PP catalán. "El PSOE que hizo el ridículo perdiendo más de 2,1 millones de votos respecto a las últimas elecciones europeas, amplía el bochorno al no conseguir la Presidencia de la Mesa del Parlament" apuntaban este lunes fuentes populares.

Desde el PP catalán destacan además el fracaso de la política de conciliación de los socialistas, dado que los independentistas se han impuesto "desafiando al TC y, por tanto, retomando el contexto de desobediencia institucional de hace siete años". Para el PP, "Pedro Sánchez ha sufrido hoy un duro revés en su territorio fetiche" y augura que la actuación de los socios de investidura, actuando "contra Sánchez en el Parlament" se trasladará en breve al Congreso.