Fin del ciclo de Yolanda Díaz en Sumar. Al menos en lo que al movimiento político se refiere. Tras los resultados electorales de los magentas en las elecciones europeas de este domingo, con 811.545 votos (4,65%) y tres escaños, la coordinadora general de la formación, electa oficialmente a finales de marzo, ha decidido renunciar a sus cargos internos. Eso sí, seguirá dentro del Ejecutivo de coalición que comparte con el PSOE. Díaz lo ha comunicado a través de una intervención telemática difundida por el canal oficial de Sumar, sin posibilidad de preguntas.

Para la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, el 9-J no han sido unas elecciones más. "A pesar de la resistencia de las fuerzas democráticas", entre las que se incluye, no ha sido posible que la "corriente de fondo", esa "internacional del odio", no dé un "paso adelante". Se ha referido al ascenso, así, de entidades como la Reagrupación de Le Pen en Francia y Fratelli d'Italia de Meloni en Italia, victoriosas, así como Alternativa para Alemania, segunda en el país, por encima del SPD del canciller Olaf Scholz. "No podemos mirar hacia otro lado, ni fingir que esas corrientes no existen. El desafío es mayor que ayer", ha apuntado. En España, el populismo de derechas antisistema ha irrumpido con Se Acabó la Fiesta. A lo que hay que sumar un incremento de 2 diputados, hasta 6, en la representación obtenida por Vox. Alvise se ha quedado a algo más de 11.000 votos de Sumar.

Ante el resultado de su formación, Díaz ha asumido en primera persona su responsabilidad. Se hace cargo, ha dicho. Y, sin renunciar a sus funciones gubernamentales, se ha comprometido a seguir trabajando desde "el Gobierno progresista" para "convertir esa ola" reaccionaria "en una de derechos y esperanza". "Tenemos que estar para solucionar los problemas de la gente, no de los partidos", ha sostenido antes de trasladar su decisión. También seguirá como presidenta del Grupo en el Congreso de los Diputados.

"Es mi responsabilidad. La ciudadanía no se equivoca cuando vota o decide no ir a votar", ha valorado, justificándola, indicando que las últimas elecciones son un "espejo" donde mirar. "Voy a hacerme cargo. He decidido dejar mi cargo como coordinadora" y abrir "un necesario debate". Con la fundación de Sumar aún por completar, esta baja abre de nuevo un debate sobre quién deberá tomar los mandos del espacio. Y, especialmente, las relaciones que tendrán que darse con Podemos, que sigue aglutinando dos quintos del votante más a la izquierda del PSOE, de acuerdo con las europeas.

En el fondo hay otro frente que no tardará en emerger: la relación con IU. La negociación de las europeas fue tensionada con los izquierdistas. Pedían un tercer puesto para las listas a la Eurocámara que finalmente fue a parar a Compromís. IU, resignado, asumió colocar a Manuel Pineda, ya exeurodiputado, en el cuarto lugar, una plaza que, tras el recuento del escrutinio no ha conseguido entrar. Las previsiones de 4-5 escaños que tenían los de Díaz se han quedado cortas. La decisión debe emanar de su nueva coordinadora, que lidera desde hace unas semanas Antonio Maillo.

Hoy Maillo ha dicho, tras quedar IU por primera vez en su historia fuera de la UE, que "todo proyecto sin organización es efímero". Desde Más Madrid, por otro lado, ya algunas voces como el dirigente de Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, exigía a la cúpula de Sumar asumir responsabilidades. Que ya se han dado. Vinculado a los madrileños con su ex plataforma, Más País, el actual portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, parte con opciones a asumir ese liderazgo vacante. Pero también Ernest Urtasun, el ministro de Cultura.

Errejón y Urtasun son los dos perfiles que pueden protagonizar la sucesión de Díaz al frente de Sumar

Por el momento, el grupo coordinador de Sumar debe proponer el relevo para sustituir a Díaz. Es el máximo órgano de la entidad, con 80 miembros. Deben proponer un nombre y que este cuente con mayoría simple. La idea, según señalan fuentes de Sumar, es que esto se inicie en una o dos semanas. No se quiere alargar el proceso en el tiempo.

Un proyecto que no termina de despegar

Díaz ha hecho mención a las generales de 2023, en las que todos los partidos de la izquierda del ala socialista se involucraron y consensuaron, no sin polémicas o discrepancias con Podemos, ir en coalición a las urnas. Eso propició que se pudiese mantener casi por completo el espacio previo de Unidas Podemos. Aunque las quejas por arrinconamiento de los morados, pronto rompió la alianza en la Cámara Baja y les hizo marcharse al Grupo Mixto. 27 parlamentarios, desde entonces, de 31, componen Sumar. Sin Podemos ya como aliado, en Galicia, su tierra natal, no logró irrumpir con Marta Lois como candidata.

En País Vasco, los seis escaños del espacio morado y de IU, su aliado, mermó a un cargo por el trasvase de voto de izquierdas a EH Bildu, y ni si quiera lo ostenta su candidata Alba García. Y en las catalanas, los comunes han conseguido mantenerse. Ahora bien, el resultado de anoche en Cataluña fue demoledor: de los 181.795 votos del 12-M, Sumar allí, con ese peso de los comunes, pasa a 102.831 papeletas, pero se ve superado por Podemos, con 110.175 finales.

Díaz ha indicado que "en estos meses siento que no he hecho las cosas que debía hacer y las cosas que mejor sé hacer. La ciudadanía, sin duda, lo ha percibido". Ahora el partido y sus aliados deberán abordar el relevo y si esto, a medio plazo supone cambios dentro del Gobierno de coalición.