Ayer por la tarde, en el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid, se juntó lo mejor del periodismo y dos de los expresidentes de España. También uno de los padres de la Constitución, el alcalde de Madrid y una decena de fotógrafos y cámaras. Hubo risas, aplausos y hubo quién lloró y tuvo que dejar de hablar. Estaban todos allí por una razón, la de homenajear a una de los suyos, a una de las mejores, después de un mes largo de luto intenso.

Victoria Prego (Madrid, 1948-2024) falleció el pasado 1 de mayo y dejó a toda la profesión suspendida en el duelo. Por eso, en la casa que presidió durante cuatro años, de 2017 a 2021, y con María Rey, actual presidenta, como moderadora y presentadora del acto; sus amigos, su familia y los políticos a los que preguntó mirando a los ojos y pidiendo la verdad decidieron hacerle un gran homenaje.

"Siempre trabajó con la objetividad y la verdad. Se afanaba por buscarlas, por encontrarlas y esa es, y no otra, la labor del periodista"

CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO

El primero en hablar fue Casimiro García-Abadillo, también el que más tiempo trabajó a su lado. Juntos desde hace más de treinta años, fue él quien la contrató en El Mundo y fue con él con quien Prego fundó este periódico: El Independiente. Aquí, como recordó nuestro director, escribió su última columna el pasado 19 de enero y fue aquí donde terminó su carrera con la misma objetividad y pasión con la que la comenzó.

Rodeado de Anabel Díez, periodista de El País y gran amiga de la protagonista, de Agustín Valladolid, con el que había trabajado en televisión y Félix Madero, con el que compartió micrófono; García- Abadillo ha recordado que Prego era la personificación de los valores de esta profesión. "Siempre trabajó con la objetividad y la verdad. Se afanaba por buscarlas, por encontrarlas y esa es, y no otra, la labor del periodista", aseguró y añadió que "el mejor homenaje que le podemos hacer a Victoria es seguir su ejemplo. Mantenernos firmes en nuestros principios y militar sólo en una causa: el periodismo".

"Victoria Prego hacía uso de su libertad, era concienzuda y te preguntaba mirándote a los ojos"

FELIPE GONZÁLEZ

Algo en lo que estuvieron de acuerdo, minutos más tarde, los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy y Miquel Roca, uno de los padres de la Constitución. En sintonía, recordaron la gran profesionalidad de Prego y cómo en tan poco tiempo se la ha echado ya muchísimo de menos. "No reclamaba libertad, la ejercía, y tiene que ser un ejemplo y más en los tiempos que corren. Además, te preguntaba mirándote a los ojos. A alguien que te mira a los ojos te cuesta más no responderle que al que está mirando el papel", comentó González.

Mientras que Rajoy recordó una entrevista que le hizo poco antes de ganar sus primeras elecciones a presidente del Gobierno, en compañía de García-Abadillo dentro de un tren, y en la que su forma de trabajar y su falta de afán por un titular fácil le llamó poderosamente la atención. "Era persona, aunque ahora no se valore ser persona pero es que yo prefiero encontrarme con personas que no con conceptos jurídicos indeterminados. Además, era comprometida e independiente. Comprometida con la democracia liberal, con la Constitución, con los derechos, con las libertades, con el voto", expuso.

Algo que destacaron todos sus excompañeros, incluso los que trabajaron con ella al principio de su carrera. Fue Agustín Valladolid el que recordó las caras que ponía en la televisión cuando el invitado no tenía ni idea. "Aparecía la verdadera Victoria, que a mí me divertía muchísimo. Se sentaba a la derecha del personaje y, si este decía alguna tontería, ella ponía unas caras que era para hacer un manual", aseguró.

Y destacó su faceta como "ciudadana". "Los últimos artículos que escribió lo reflejan. Hacía referencia a cuestiones que son básicas y que están en estos momentos en riesgo por muchas razones. Entre ellas, la vigencia y el valor del gran pacto ciudadanos que fue la Constitución del 78". Porque, como fue común en todas las intervenciones, su trabajo durante la Transición fue alabado constantemente tanto por sus compañeros periodistas como por los expresidentes del Gobierno.

"Ella nunca militó con nadie, sólo creía en el periodismo. Ahora que la profesión es más necesaria que nunca pero también está más denostada que nunca, militemos en el partido del periodismo como Victoria", añadió García-Abadillo. Y Felix Madero fue un paso más allá diciendo que Victoria era, además de una gran periodista, una marca descomunal. "Anunciabas que iba a estar y te podías ahorrar una cantidad de adjetivos... Muchas veces esa marca estaba por encima de las cabeceras, de los programas".

Sentido del humor y familia

El sentido del humor fue otro de los atributos que más se comentó ayer por la tarde en la APM. Contó Anabel Díez que a Victoria Prego le encantaba contar chistes y hasta los representaba. Ella, amiga íntima de la protagonista, dejó a un lado su faceta de periodista y se adentró en la más personal.

"Para mí era una amiga, la compañera de Elías Andrés, la madre de Guillermo y Daniel, de Yago, la compañera de Ángel Santa Cruz. Hacíamos quedada de 'amigotas', como las llamábamos, y eran horas y horas para hablar de la vida. Del periodismo hablábamos poco, más de familias, desventuras...", recordó. Y no pudo evitar emocionarse al acabar, diciendo que "era un gran ser humano". "Con esa me quedó. Que nadie dudé que era periodista todo el rato y tenía una gran pasión pero también tenía un amor muy fuerte por la vida, por los amigos... Había parcelas muy importantes de las que ella se ocupaba y nos hacía felices a todos".

Aunque quiso mencionar que también lo pasó mal, sobre todo con el discurso que dio tras la muerte de Miguel Ángel Blanco. "Nunca lo he contado pero tuve el honor de que Victoria me pasara el discurso que iba a leer antes del acto y me pareció excepcional. No caí en que esa frase la iban a utilizar contra ella: 'A por ellos con la palabra'. A veces se nos olvidaba que los malos no descansan", denunció.

"Hacía su trabajo maravillosamente bien y lo hacía con una normalidad, con una humildad... Podía haberse subido a lo más alto de cualquier escalafón"

FELIZ MADERO

Aunque eso nunca intimidó a Victoria Prego, que fue por la vida mirando de frente y con la humildad como bandera. Esa cercanía que tanto la caracterizaba también fue el martes un tema común. García-Abadillo comentó que era "tan generosa" que jamás dejaba de compartir "una exclusiva o cualquier noticia" y Félix Madero, que trabajó con ella muchos años en la radio, la recuerda diciendo que sí a todo. "Le llamaba un estudiante para una entrevista y se la daba, aparecía un becario y le daba consejos... Era de una humildad verdadera, no lo hacía por aparentar, es que pensaba de verdad que si habían tenido la deferencia de contactar con ella, su deber era atenderles", aseguró.

Porque para ellos fue la unión de estas dos facetas, la de la brillantez profesional y una personalidad magnética, lo que la hacían única. "Hacía su trabajo maravillosamente bien y lo hacía con una normalidad, con una humildad... Podía haberse subido a lo más alto de cualquier escalafón. Era alguien que tenía esa capacidad y esa curiosidad que muchas veces se nos pasa con el tiempo por pereza o falta de humildad", recordó Madero.

"Cuando sufrió la enfermedad dijo que no tenía cuentas pendientes y, es verdad, no tenía ninguna"

ANABEL DÍEZ

A lo que el director de El Independiente añadió que "se hacía querer, era una excelente mujer" y que cuando se enfadaba con algún tema político, sacaba su mejor faceta periodística. "Yo solía decirle: 'Cuanto más cabreada estás, mejor te salen los artículos'. Y ella se partía de risa: 'Pues hoy estoy muy cabreada, te lo advierto'. Esta era una constante en los últimos tiempos", destacó.

Y todos han recalcado que nunca quiso "ser famosa" sino "brillante" y que lo fue hasta el final de su días. "Cuando sufrió la enfermedad dijo que no tenía cuentas pendientes y, es verdad, no tenía ninguna", confesó Díez, a lo que uno de los hijos de Prego añadió al finalizar el acto, donde también se escucharon las voces de otros periodistas que se encontraban en el público como Iñaki Gabilondo, que cuando ya estaba muy malita le preguntó: "¿Te da miedo la muerte?". A lo que ella contestó: "Ninguno, no conozco a nadie del siglo XVII".