El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y expresidente del Consejo de Ministros de la República de Italia, Mario Draghi, ha recogido este viernes el Premio Europeo Carlos V, en una ceremonia presidida por el rey de España, Felipe VI.

Al acto, que se ha celebrado en el monasterio de San Jerónimo de Yuste, situado en la localidad cacereña de Cuacos de Yuste, ha asistido el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y el expresidente del Gobierno de España José María Aznar, entre otras personalidades.

"Me gustaría dar las gracias a Felipe VI por esta ceremonia. Es un honor recibir este premio en este monasterio" ha comenzado diciendo Draghi tras recibir el premio, cuyo discurso se ha centrado, por un lado, en los problemas del modelo productivo europeo y, por otro, en el proceso de cambio en el que se haya inmersa la Unión Europea: "El paradigma anterior se acaba. La era del gas importado de Rusia y de un comercio mundial abierto está desapareciendo. Tenemos que crecer más rápido y mejor aumentando la productividad, que en la UE lleva ralentizándose desde principios de los años 2000".

"A medida que envejecemos, las exigencias sobre nuestro modelo social aumentan. Nuestro continente se ha hecho mayor, más viejo, rico y cercano con un mercado único, y para que los europeos mantengan altos niveles de protección social y redistribución, hay aspectos que no son negociables" ha afirmado Draghi, que ha incidido en que estos cambios pasan por incentivar el desarrollo tecnológico, aumentar la capacidad de defensa y la transición verde. "Si excluyéramos el sector tecnológico, la productividad de la Unión Europea estaría al nivel de Estados Unidos".

El político italiano ha advertido que esta brecha podría aumentar en el futuro como consecuencia de la difusión de la Inteligencia Artificial: "Tan sólo tres empresas estadounidenses suponen el 65% del mercado global de computación en la nube. Necesitamos cerrar esa brecha reduciendo el precio de la energía".

Draghi ha explicado también que los problemas de la Unión tienen su origen en la falta de infraestructuras: "El infradesarrollo de la red eléctrica significa que no podemos satisfacer la demanda energética. Que tengamos más productividad depende de construir un mercado genuinamente europeo. No tener un presupuesto general nos pone en desventaja ante EEUU".

"Tenemos que reducir nuestra dependencia"

Durante su discurso, ha sido especialmente claro a la hora de señalar el fin de ciclo que atraviesa Europa: "El paradigma que nos aportó prosperidad en el pasado estaba diseñado para un mundo de estabilidad geopolítica. Las consideraciones de seguridad nacionales tenían un papel pequeño en las decisiones económicas", lo que para Draghi exige que la UE "tome un enfoque diferente sobre su capacidad industrial en sectores estratégicos como la defensa, el espacio, los minerales críticos y algunos componentes farmacéuticos", lo que de facto obliga a la Unión "a reducir nuestra dependencia de países en los que ya no podemos confiar".

Para finalizar, ha ofrecido tres soluciones para el mercado europeo. En primer lugar, "un esfuerzo por reparar el daño hecho al orden del comercio internacional y fomentar que todos los socios que lo deseen vuelvan a asumir las reglas". Después, fomentar la llegada de inversión extranjera directa y, por último, "utilizar subvenciones, subsidios y aranceles para compensar las ventajas injustas creadas por políticas que están haciendo otros países", en referencia a China y Estados Unidos. "Si nos embarcamos en esto, tiene que ser como parte de un enfoque pragmático, cauto y sistemático, porque el uso de aranceles y subsidios tiene que basarse en principios, tiene que ser coherente con la maximización de nuestro crecimiento de productividad"

Unos cambios que, según Draghi, requerirán un grado de cooperación y coordinación entre los estados miembros "nunca visto hasta ahora". "Este paso parece abrumador, pero confío en que tendremos la determinación, la responsabilidad y solidaridad de darlo para defender nuestro empleo, clima, valores e independencia" ha concluido.