Lejos de ser una figura novedosa, Vito Zoppellari Quiles (Elche, 2000), de 23 años, lleva protagonizando polémicas desde, al menos, la pandemia del coronavirus. Momento en el que aparece Estado de Alarma (EDATV) de la mano del experiodista de El Mundo, Javier Negre, y donde comienza a dar sus pasos. Negre pasa de un canal de YouTube en pleno confinamiento, a una plataforma multicanal y, después, a añadir Informa Radio y EDATV News como portal digital. Todo, para luchar "contra los bulos del Gobierno", sostuvo entonces.

En ese mismo contexto, paralelamente, y durante una apertura paulatina, se va aglutinando a un movimiento de descontentos con el sistema, con la política en general y el Gobierno en particular, a golpe de cacerolada en los mejores barrios de Madrid que hoy ha dado combustible en la Eurocámara a Se Acabó la Fiesta (SALF) con tres eurodiputados. Alvise pujaba con distintas iniciativas, como de cartelería contra Pedro Sánchez con el eslogan "Confía en tu Gobierno. Un buen ciudadano obedece". Las relaciones entre Alvise y EDATV inicialmente fueron reiteradas.

Quiles, que cotidianamente ejerce una faceta provocadora a la hora de trabajar, ha colisionado recientemente con el ministro de Transportes, Óscar Puente, que destaca por su tono duro, poco contenido y lejos de lo políticamente correcto. Para poner contexto, la noche electoral destapó, abrazo de por medio, que Quiles ejerce de jefe de prensa de SALF. Algo que ha hecho que la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), predispuesta bajo un clima de descontento generalizado entre los periodistas del Congreso de los Diputados, aquejados de interrupciones y malas formas por parte de Quiles requiera la retirada de su acreditación.

Considera que ejerce como representante de un partido y ya no de un medio. De hecho, la FAPE ha rechazado ampararle avalando la posición de la APP a la que se suscribió también la APM. Los partidos de izquierda han mantenido un veto permanente contra él por considerarle "pseudoperiodista", "difusor de bulos" y "agitador de ultraderecha".

Ya el miércoles pasado, al calor de la demanda del organismo, el juzgado número 18 de Sevilla demanda la "detención" de Quiles, quien no se habría presentado ante la justicia tras varias notificaciones de comparecencia por una querella de Rubén Sánchez, de Facua, por "calumnias". Algo que se matiza posteriormente por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y se atribuye a un "error", aunque se instaba a personarse a Quiles. Ahí hay una primera reacción de Puente, que se hace eco de la noticia previa y lo califica de "forajido", aludiendo a la dificultad de "notificarles". Lo hace por X. Ya este fin de semana y tras personarse en Sevilla para responder en contexto de una querella vigente, Quiles, aparece en escena y publica lo siguiente:

A ello, el ministro responde con una importante salida de tono en lo que respecta a su puesto y labor política. "Te lo voy a volver a explicar, saco de mierda. Ese no es mi coche. Ni oficial ni particular. Y te añado más. Estás difundiendo la matrícula de un vehículo policial. Voy a encargarme personalmente de que lo pagues caro", amenazaba. El revuelo generado en redes daba a pie a una oleada de favorables y detractores.

El PP, en palabras de su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, atacaba al ministro en un contexto en el que el Ejecutivo quiere regular los pseudomedios con la difícil tarea que supone determinar qué lo es y qué no sin restringir derechos profesionales. Incluso el presidente de Argentina, Javier Milei, a quien Puente llamó indirectamente, con insinuaciones de "consumo de sustancias", drogadicto lo cuál abrió parte del conflicto diplomático vigente con el país sudamericano, mostró a Quiles su apoyo. Ante el "lo pagarás caro" de Puente, Quiles, la tarde de este lunes, ha anunciado acciones legales contra él "por amenazarme y el simple hecho de publicar una información política":

De EDATV a Se Acabó la Fiesta

Sin estar graduado aún en Periodismo [algo que genera debate dentro de la profesión, al no haberlo estado tampoco grandes figuras del sector o proceder éstas de otras ramas], materia que estudió en la Universidad Complutense de Madrid [la propia UCM ha confirmado que tiene créditos pendientes por conseguir pese a una instantánea de su graduación en la promoción de 2023], Quiles ha adquirido amplia experiencia como reportero y corresponsal de EDATV. Especialmente por su presencia en redes sociales, su centro de actividad principal lejos de las redacciones. Tiene 267.000 seguidores en X y otros 226.000 en Instagram. La mitad que Alvise en Telegram. Hacía algo de tiempo que estaba desligado de EDATV, aunque mantiene buena relación con Negre y seguía manteniendo la acreditación junto a una compañera. También ha colaborado en otros medios próximos a Vox, como la ya extinta 7NN. Y lo hace en programas como El Mundo al Rojo, de Distrito TV.

Esa labor digital, acudiendo a actos del PSOE para polemizar con sus simpatizantes, o a concentraciones de Vox, en la que algunas ocasiones ha compadreado con las causas que las han motivado, le han acarreado la etiqueta de "activista" próximo al espacio de los de Santiago Abascal. De hecho, Quiles contó con un stand propio para interactuar con los asistentes en la cumbre ultra de Vistalegre que dio el pistoletazo de salida para la campaña europea a Vox y sus aliados europeos. Con un corte ideológico claro, sus encontronazos con miembros del Ejecutivo han sido constantes. Especialmente con Puente.

Frente a las acusaciones de provocador, Quiles y sus homólogos digitales, como el propio Alvise, defienden que ejercen una labor informativa libre de ataduras frente a las que, según ellos, tienen los grandes medios de comunicación y conglomerados. "Dependientes de subvenciones públicas", como definen capciosamente en referencia a las adjudicaciones de publicidad institucional cotidiana. Esos métodos le ha valido a Quiles choques públicos con entrevistados en la calle o en el propio Congreso de los Diputados.

Recientemente, el propio portavoz socialista, Patxi López, que cotidianamente evita responder a sus preguntas por mandato de su equipo de comunicación, le interpeló directamente desde la sala de prensa de la Cámara Baja. Negándole la condición de medio de comunicación.

Cabe destacar que reiteradamente, al término de las ruedas de prensa, donde en ocasiones los políticos trasladan valoraciones personales o facilitan corrillos fuera de micro, en off, Quiles ha retratado la desbandada de los compañeros periodistas al rebufo del diputado de turno, como una desconsideración a su persona. Es habitual que este tipo de figuras intenten personalizar el debate o ser el centro de la atención informativa. Algo que choca con uno de los principios fundamentales de la profesión. Es más, en ocasiones ha tergiversado en redes la realidad de las ruedas de prensa, apelando, incluso, al pacto previo de las preguntas con los respectivos portavoces, cuando no es así. Sino que se da la palabra a quien la solicita.

Que la batalla cultural de las nuevas derechas a la izquierda se da en redes no es ninguna novedad. Hay que reseñar que Vox, sin llegar a ser completamente una formación nativamente digital, sí ha conseguido gran notoriedad y despliegue de sus contenidos por esa vía. Gran parte de sus votantes y el público que comparte esos mensajes están en esas plataformas y Quiles ha encontrado en ellos gran respaldo. Tal es el grado, que ello quedó acreditado en las protestas contra el Gobierno en Ferraz, desde antes de la investidura de Sánchez, hasta los últimos rescoldos por el mes de febrero. De hecho, fue uno de los promotores no oficiales por redes.

Ya con fama entre los presentes, Quiles fue detenido la noche del 20 de noviembre por desobediencia y atentado contra la autoridad frente a los agentes de la UIP. Esa noche la manifestación no había sido notificada a Delegación del Gobierno. Tras pasar la noche en el calabozo, Quiles grabó un mensaje para sus seguidores en la que instaba a incentivar las protestas:

En ese contexto de protestas se relacionó, además, con Alvise, quien le ha ofrecido empleo dentro de SALF y concurrir como 57 en los últimos puestos de una polémica lista, publicitada como resultado de un proceso objetivo de selección, copada por conocidos y personalidades del sector inmobiliario. La ahora agrupación de electores, según ha indicado el propio líder en una entrevista para El País, dará luz a un nuevo partido que disputará su hueco en el Congreso de los Diputados en la próxima convocatoria. Alvise plantea una propuesta antiestablishment y rupturista con las costuras del régimen del 78 que suenan al Podemos inicial, aunque ubicado a la extrema derecha del eje ideológico y, en este caso, ha salido a flote únicamente con la acción digital.