Desde Sumar llaman a la calma después de que Compromís amenazara con dejar de sustentar al Gobierno de coalición próximamente si se procedía a abordar con Cataluña una financiación singular a cambio de la investidura de Salvador Illa. La exigencia de ERC para darle su apoyo, planteada como similar al cupo vasco. El propio portavoz de los magentas en el Congreso de los Diputados, compareció este martes horas después del ultimátum de los nacionalistas valencianos, intentando sofocar el fuego con tono sereno. Íñigo Errejón apuntó que, como está fijado en el Estatuto de Autonomía catalán, el tema de la financiación puede abordarse ya.
¿Cómo convencerán a sus socios de no retirar el apoyo si no se hace de la mano de las necesidades de la Comunidad Valenciana y "del resto" que lo requiere? Se le instaba a contestar. A ello, Errejón sentenciaba entendiendo la demanda: "La mayoría de investidura está asegurada". Sin Compromís, los 179 escaños pasarían a 175, uno menos de lo necesario. Y la amenaza constante de Junts, con siete más, no es un aliciente.
A Compromís se le unía en la reclamación Chunta Aragonesista, que veía una línea roja dar ese paso para Cataluña y no para Aragón. La Comunidad Valenciana es una de las más infrafinanciada del conjunto estatal con Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía, por lo que los de Joan Baldoví y Águeda Micó, la portavoz parlamentaria, resulta indignante que se priorice el escenario catalán. Más cuando, como consideró en sede parlamentaria la segunda, sea por lograr el sí mayoritario de la cámara catalana para que el PSC llegue a presidir la Generalitat. Los expertos, como ha publicado El Independiente, advierten de que la brecha de desigualdad entre regiones podría ampliarse con una diferenciación catalana similar a la vasca y navarra.
Consultadas fuentes de Sumar por si les preocupa el tono de Compromís y Chunta, éstas lo niegan y restan importancia al asunto. Lo achacan a la necesidad de marcar postura hacia sus votantes valencianos y aragoneses. Y a la necesidad de mostrarse contundentes. Lo asemejan al pasado proceso de listas europeas, en el que Compromís ya empleó un tono duro para lograr su tercer puesto en ella. O IU y Más Madrid, que, sin embargo, han quedado fuera al no conseguirse un cuarto y un quinto eurodiputado. Reconocen que la valenciana "es la peor financiada" y que avanzar en solucionar eso estaba dentro del pacto de Gobierno con el PSOE [en los dos primeros párrafos del punto 9]. Pero creen que lo idóneo es hacerlo comúnmente, con todas las regiones de la mano. Reconocen que hay una mesa sobre financiación dentro del Grupo, para el consenso, pero está parada desde hace mucho.
Los comunes demandan un abordamiento inmediato de la financiación de Cataluña y Sumar prefiere que todas las CCAA vayan de la mano
Desde Sumar creen que este tono irá bajando en los próximos días y semanas. Y que, de haber un consenso en Cataluña, éste no va a ser en julio ni para una investidura. Ahora bien, fuentes de los comunes, en cambio, meten presión al PSOE y hacen desentonar ese discurso de los magentas. Son parte del encaje en el Parlament para que Illa consiga ese sí que le aúpe como president y consideran que la cuestión de la financiación "es algo que deberíamos estar abordando ya".
La base de la que parten dista en parte a la de Compromís. Si bien coinciden con que España avance hacia un modelo más eficiente, como reflejó el portavoz de Sumar el lunes, Ernest Urtasun [pertenece a Catalunya en Comú], creen que la prioridad es hacerlo para Cataluña para "ser realistas" y si paralelamente se puede abrir el debate, "micho mejor". Y para ese debate, se apunta con enfoque a PSC y ERC, al que no le vale el planteamiento de modelo de los socialistas: "hay que ser solidarios, sinceros y ver cuál es la situación". "Tiene que dar tiempo" en un mes y medio, apuran.
Este matiz es reseñable por parte de los comunes frente a la idea de ir de la mano por la que apuesta Sumar. Porque aunque la cuota catalana no se niega a ello, como reivindicó la portavoz Aina Vidal este martes, sí que termina priorizando la actuación en Cataluña previa a la del resto. Compromís dice que no cederá ante un compromiso de futuro por parte del PSOE. Aunque han remarcado, no obstante, que con las mayorías actuales, el Gobierno no tiene capacidad material de aprobarla. Porque se requeriría una mayoría absoluta que los valencianos no aseguran.
Este ligero choque no hace bien dentro de Sumar, que arrastra una serie de problemas internos derivado de los resultados electorales de este ciclo, la falta de retención de votantes, la ruptura del compromiso de sus socios y la salida precipitada de Yolanda Díaz de las funciones orgánicas. Y afecta de lleno al grupo parlamentario, que traslada las tensiones externas a la Cámara. La priorización de los comunes a la actuación en Cataluña contrasta por ser uno de los socios más fieles de Sumar. Mientras que Compromís han optado por la de la alianza puntual para los procesos electorales. A lo que quiere encaminarse Más Madrid o IU, a través de una mesa de partidos horizontal y de igualdad de condiciones, una vez Sumar cierre el relevo de Díaz.
Para ello se ha delegado en un grupo colegiado compuesto por la secretaria de Organización, Lara Hernández; de Comunicación, Elisabeth Duval; la secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez; y el diputado y secretario del Grupo, Txema Guijarro.
Cabe destacar que entre la celeridad de comunes, el entendimiento de Sumar, que sin embargo pide avanzar comúnmente, y el toque de atención dado por Compromís, se añade otra línea de Más Madrid: Mónica García ya trasladó el lunes que si bien comparte la necesidad de "descentralización", cree que esto no puede derivar en una diferenciación de "ciudadanos de primera y de segunda". Este lunes, Sumar reunió a todas las fuerzas que componen su grupo, evidenciando las diferencias claras de posición.
Un acuerdo económico que calma las aguas
Sectores de Sumar creen que todo puede saldarse en Cataluña con un acuerdo de compromisos económicos con ERC de cara a la próxima negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que desbloquee la investidura de Illa y permita, indirectamente, calmar las aguas con sus socios valencianos. Aunque lo prevén para finales de verano. Siempre y cuando eso se deje por escrito, para que los republicanos tengan garantías. Lo ideal, consideran en Sumar, es que este debate abierto, y una vez quede solventada la investidura [dudan que a ERC le convenga ir a una repetición electoral que les afecte mucho más], de pie a una reunión multilateral propuesta por el Ministerio de Hacienda y María Jesús Montero con las comunidades autónomas.
Un momento en el que, sin convocatorias de comicios en el calendario al menos con un año y medio de margen, se pueda debatir la mejor fórmula común que deje contento a todos. Porque, si bien en Cataluña la necesidad política debe saldarse con acuerdos concretos, con concesiones a cambio de llegar al poder, fuentes de Sumar admiten que esto "tiene que ser una discusión general, no se puede abrir territorio a territorio". El asunto, reconocen, es complicadísimo, de ahí que esté en el cajón de 'asuntos pendientes' desde hace al menos diez años: "Ningún partido se atreve a abrir eso".
En Sumar creen que el debate debe ser general, no abrirse por territorios. Los comunes lo comparten, pero meten prisa para Cataluña
El PSOE, prudente
Tanto en Moncloa como en el Congreso, desde el PSOE se evita hablar de "cupo" o "concierto", pero sí se defiende una "singularidad" en la financiación. Instan a abordar el debate con "serenidad" y en base a "la realidad" de las necesidades territoriales. Fuentes socialistas de la Cámara Baja argumentan que optar por un cupo que no está sobre la mesa, podría hacer que el sistema se quebrase. Pero la diferencia con la 'financiación singular', es que "el sistema ya es desigual por naturaleza". Porque "si no, sería injusto" con la realidad de comunidades como la gallega o las de costa, por ejemplo, que tienen distintas masas de población por área.
Los socialistas reivindican la necesidad de un modelo de sistema que pueda ir adaptándose y atienda las "singularidades" de cada territorio. Saben que "no va a ser fácil", de hecho, tachan este trámite como uno de los más complicados que ha tenido que afrontar en muchos años el Congreso. Porque nadie está dispuesto a ceder recursos, todos exigen lo que creen necesario. Ahora bien, cualquier avance fiscal debe ir de la mano, entienden, de presión autonómica. En el radar del PSOE está Madrid e Isabel Díaz Ayuso, a la que critican la rebaja o bonificación constante de impuestos para atraer a grandes empresas. Rechazan el dumping fiscal.
El compromiso del PSOE es negociar con todos los actores y comunidades involucradas. Pero, ante demandas como las de Cataluña y, ahora, de Compromís, fuentes del partido señalan que el adelgazamiento del Estado constante no puede ser la solución. Porque éste es el que garantiza la igualdad y "protege a la gente". Descentralizar "porque consideramos que desde cerca se atiende mejor" es un error, sostienen. Sobre si habrá algo en claro antes de la investidura de Illa, como en Sumar, los socialistas atajan que "puede haber compromisos", pero descartan algo firme.
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