La medida no ha funcionado en los últimos años. En el País Vasco las ayudas por nacimiento de hijos no han permitido vislumbrar un cambio de tendencia. Los últimos datos, los correspondientes a 2023, publicados esta semana, muestran que la curva de natalidad ha vuelto a sumar otro descenso, un 3.1% de caída en el último año. Ha sido una constante que no se logra revertir. Hoy nacen en Euskadi algo menos de 13.500 niños y niñas al año, un 30% menos que hace sólo una década. El del año pasado es el peor dato de natalidad desde que existen registros comparados, en 1975. Aquel año en Euskadi nacieron 39.646 niños y niñas, casi el triple que en la actualidad.

Ni siquiera los planes de ayuda y que el nuevo gobierno de Imanol Pradales ya anuncia que reforzará parece que influyan en una mejora de la situación. El nuevo lehendakari anunció durante su discurso de investidura que no sólo mantendrá los 200 euros mensuales por hijo menor de 3 años que ya aprobó Urkullu, sino que los ampliará hasta los 7 años. Más aún, en caso de familias numerosas o monoparentales la ayuda se mantendrá hasta que el menor cumpla los 10 años. El año pasado fueron cerca de 60.000 las solicitudes que se tramitaron para percibir esta ayuda a la crianza de hijos.    

La gravedad de la situación ha llevado incluso al nuevo Ejecutivo a crear una consejería de “reto demográfico” vinculada también al área de juventud y bienestar. Con la prolongación de estas medidas se confía en que las familias puedan tener un apoyo suficiente para tener hijos y que las razones económicas rebajen su peso para no tenerlos. El apoyo con 2.400 euros anuales por menor hasta los 7 años y hasta los 10 en caso de familias numerosas o monoparentales se confía en que sea un ‘pan bajo el brazo’ que surta efecto. Este tipo de ayudas se suman a las políticas que en materia de permisos de paternidad y maternidad también se anuncia que será ampliados. Así, de las 18 semanas de permiso actuales se pasará a las 24 semanas.

A esta medida se añade para la legislatura que ahora comienza otras encaminadas a facilitar la emancipación de los jóvenes, que hoy se sitúa de media en los 30 años. Por el momento el Ejecutivo vasco tiene en marcha un programa de ayudas de hasta 300 euros mensuales durante un periodo de dos años para favorecer la emancipación de los jóvenes de entre 25 y 29 años y con ingresos inferiores a 28.000 euros.

Retraso de la maternidad

El retraso de la emancipación además de repercutir negativamente a la natalidad en términos cuantitativos lo hace también de modo cualitativo. El retraso de la maternidad es otro de los indicadores que se agrava de año en año. Los últimos datos muestran que las mujeres que deciden tener hijos en el País Vasco los tienen cada vez con más edad: a los 34,5 años las mujeres españolas y a los 31,1 años las procedentes de otras nacionalidades pero residentes en Euskadi. Unido a ello, la natalidad no frena su caída en el caso de las madres vascas, que el año pasado siguió cayendo otro 4,5%, pero no así en las de procedencia extranjera, que registraron un 6,5% más de nacimientos comparado con el año anterior.

La necesidad de mejorar el empleo y fundamentalmente su calidad es otro de los retos que se fija como objetivo. El lehendakari Urkullu reforzó en las últimas semanas de su mandato la apelación a que se cuidará las condiciones laborales que se ofertan a los jóvenes. Insistió en que deben ser trabajos bien remunerados y con condiciones que permitan poner en marcha proyectos vitales y evitar así la fuga de talento e incluso poder captarlo.

Sin duda la vivienda es uno de los aspectos esenciales para ese objetivo. Pradales anunció que pondrá en marcha 7.000 viviendas en régimen de alquiler asequible. También que una de cada dos viviendas públicas protegidas se reservará para menores de 36 años.

Envejecimiento de la población

Ya en 2019 el Gobierno de Urkullu puso en marcha otro programa, ‘Gaztelagun’, con el que se conceden ayudas para el pago del alquiler a jóvenes de entre 18 a 35 años. Se conceden ayudas a casos con rentas hasta los 24.000 euros en el caso de solicitantes individuales, hasta 30.000 euros para familias y 32.000 euros en el caso de familias numerosas.  Actualmente alrededor de 2.700 personas perciben esta ayuda al alquiler que alcanza los 275 euros mensuales.

El envejecimiento de la población en Euskadi es imparable e irá a mucho más en los próximos años. Actualmente uno de cada cuatro vascos tiene más de 65 años y apenas un 13% está por debajo de los 14 años. Esta situación está complicando también la absorción de la cada vez mayor demanda de servicios sanitarios en el País Vasco, cuyo presupuesto se incrementa de modo sustancial año tras año. A todo ello se añade la demanda decreciente de servicios residenciales y asistenciales especializados en personas mayores que se incrementan de manera sustancial cada año. Un dato refleja el estado de la cuestión: Euskadi tiene diez veces más residencias de ancianos que guarderías.

El ratio actual de nacimientos coloca a Euskadi como la región con la menor tasa de alumbramientos de Europa, con apenas 6,5 por cada 1.000 habitantes, frente a los 7,1 de media en España. Una tasa que en el caso de la sociedad vasca no es aún más reducida gracias a la población inmigrante. Las madres de origen extranjero suponen en Euskadi casi un tercio de los nacimientos, el 27% del total el año pasado.