No es la primera vez que el jefe del Estado viaja acompañado de un secretario de Estado y no de lo que se conoce como ministro de jornada. Pero sí muy probablemente la primera ocasión en que lo hace sin uno y sin otro en un viaje oficial al extranjero. La polémica se ha producido a cuenta de la visita del Rey a las tropas españolas desplazadas a las tres repúblicas bálticas. La lógica apunta a que un viaje de estas características debiera haber contado con la presencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, pero se decidió que fuera el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), con rango de secretario de Estado, Teodoro López Calderón, quien le acompañara. Pero a resultas de una indisposición de López Calderón, Felipe VI partió solo sin que el Gobierno buscara un sustituto y sin que en el equipo de Zarzuela tuviera idea de la composición exacta de la delegación, explican fuentes de la Casa Real a El Independiente.

Los mismos medios aducen que cuando llega a la Zarzuela la confirmación del programa no necesariamente se conoce en ese momento quién forma parte de la delegación por parte del Gobierno y cuando se completa esa información "no sabemos si se ha caído alguien del listado". Además, las delegaciones "se van moviendo porque hay que coordinar agendas" con el Ejecutivo. En todo caso, explican que, salvo que se trate de una visita de Estado, en la que el rango del representante gubernamental tiene que ser, sí o sí, un ministro, el jefe de Estado puede ir acompañado de un secretario de Estado, como fue el caso de la toma de posesión de Javier Milei.

En ese caso Felipe VI estuvo acompañado por el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, considerado por aquellos lares una especie de viceministro. Fue, en todo caso, muy discutible que la Moncloa, a quien corresponde en definitiva la coordinación de los miembros del Ejecutivo, rebajara esa representación. Otras veces, narran en la Zarzuela, "la delegación del Gobierno ha podido estar conformada por varios ministros", como en en otras tomas de posesión de diversos presidentes iberoamericanos. Fue el caso de El Salvador, Colombia o Chile. A la toma de posesión del chileno Gabriel Boric se desplazaron la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero.

Margarita Robles visita este lunes la unidad Médica de Aeroevacuación en la Base de Torrejón

El Rey partió este domingo para Estonia sin que ningún miembro del Gobierno tuviera agenda pública ni oficial. Este lunes, la ministra de Defensa tenía prevista una visita a la unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio (UMAER) en la Base de Torrejón de Ardoz. Será mañana, el último día, en la visita a las tropas en Letonia, cuando se sume a la delegación oficial. Mientras tanto, el máximo representante del Ejecutivo es el comandante del Mando de Operaciones y responsable de las misiones en el exterior, teniente general Francisco Braco. Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tenía hoy una cita insoslayable, esto es, el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, en Luxemburgo.

Desde el PSOE intentaron minimizar esta inédita situación. La portavoz de la ejecutiva federal socialista, Esther Peña, apeló a la "normalidad". "Toda la normalidad. Ha sucedido en otras ocasiones y no le damos la más mínima importancia", dijo en una comparecencia ante los medios en Ferraz. En el PP también fueron lacónicos, aunque su valoración es muy distinta a la del PSOE. Borja Sémper quiso ser "prudente para no provocar más problemas de los que ya provoca este Gobierno" y a continuación calificó la situación de "inédita y lamentable" y puesto el acento en que no ha ocurrido en el pasado, pero, "si tienes un al Gobierno ocupado en otras cosas pasa esto, lamentablemente".