Policía Nacional y Guardia Civil estarán presentes este verano en París con motivo de los Juegos Olímpicos. El Ministerio del Interior desplazará a 313 agentes para que se integren en el dispositivo de seguridad que las autoridades galas han dispuesto entre el 26 de julio y el 11 de agosto próximos.

La delegación policial española será la más numerosa de cuantas se van a desplazar para integrarse en el dispositivo de seguridad que protegerá la competición olímpica.

Las comunicaciones entre Madrid y París se han producido desde principios de este año. El ministro del ramo, Fernando Grande-Marlaska, mostró su total disposición para colaborar con sus colegas franceses. La Generalitar de Cataluña también se prestó a poder enviar a algunos mossos d'esquadra.

El refuerzo español está integrado por 171 policías nacionales, que pertenecen a unidades como Intervención Policial, Caballería, Brigada Móvil, guías caninos especializados en explosivos, Unidad Central de Fronteras y equipos anti-dron de la Unidad Aérea.

Por su parte, 142 guardias civiles se integrarán en este grupo, procedentes de unidades como Seguridad Ciudadana, Fiscal y de Fronteras, academias de Valdemoro (Madrid) y Baeza (Jaén), Acción Rápida, servicios de Desactivación de Explosivos y Cinológico y Agrupación de Tráfico.

Cinco mandos de la Policía Nacional y seis de la Guardia Civil se integrarán en la Oficia de Coordinación Nacional para la Seguridad de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos creada por las autoridades francesas para facilitar la integración de los refuerzos internacionales desplegados para la seguridad de la competición deportiva este verano.

El Ministerio del Interior francés solicitó a 45 países que proporcionasen agentes de policía para garantizar la seguridad durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, de los que la mayoría dieron una respuesta positiva.

Gran prestigio

La Policía Nacional cuenta con un gran prestigio en todo el mundo. El Mundial de Qatar de 2022 fue un ejemplo, donde su experiencia fue de gran valor, formando a los agentes locales y teniendo voz cantante en la organización. El resultado es que en el mes en el que transcurrió la competición no hubo incidentes. Especialmente relevante fue su aportación en competencias de explosivos.

España ha sido capaz de organizar grandes competiciones de fútbol sin lamentar incidentes. Finales de Copa del Rey, una final de la Libertadores sudamericana en 2018 (con aficiones tan enfrentadas y violentas como las del Boca Junior y el River Plate) o la final de la Champions League, la de 2019, que enfrentó al Tottenham y al Liverpool en el Wanda Metropolitano.

En ninguna de estas citas se vivieron imágenes ni si quiera parecidas a las del año 2023 en el estadio del Paris Saint Germain, también en la final de la máxima competición europea de clubes, cuando se colapsaron las entradas y se tuvo que retrasar el partido.