Un juzgado de Madrid investiga a la influencer Paula Ordovás por apropiarse más de 200.000 euros de una empresa que compartía con un entrenador deportivo personal. Este viernes el perito presentado por la también sobrina de Ramón Tamames tenía que ratificar una serie de pruebas, pero no se presentó.

Con la llegada de la pandemia, Ordovás decidió emprender un negocio relacionado con el mundo fitness con quien llevaba años siendo su entrenador, Miguel Peinado. La empresa, Better Naked, fue todo un éxito, llegando a facturar más de 50.000 euros al mes con pocos gastos de personal.

Peinado y Ordovás constituyeron la sociedad al 50% cada uno. Él puso sus conocimientos sobre musculación y ella era la cara visible para traer usuarios. Ordovás es una de las primeras influencers españolas. En Instagram cuenta con más de 547.000 seguidores. El lanzamiento de la aplicación tuvo buena acogida en la prensa.

Las cosas se empezaron a enturbiar a mediados de mayo de 2021. Ordovás y su marido, Eduardo Nieto, solicitaron a la Oficina Española de Patentes que inscribiesen a su favor Better Naked, el nombre de la empresa. Además, los dos empezaron a pedir a Peinado una serie de dinero para poder utilizar el nombre de la sociedad.

"Hostigamiento personal"

El matrimonio, que está siendo investigado por el juez, empezó a forzar a Peinado para que les vendiese su mitad de la compañía "a un precio irrisorio". Según ha podido saber El Independiente, le ofrecieron unos 40.000 euros. El entrenador personal fue sometido a un "hostigamiento personal" mediante reuniones y el envío a su casa y a la de sus padres de burofaxes con coacciones.

Ese fue el inicio de la disputa, pero hay más. Peinado relata a este periódico que tras un fin de semana, el lunes se dirigió al lugar donde grababan las clases deportivas. El problema fue cuando al llegar su llave no abría la puerta. Tampoco podía acceder a las cuentas del banco de la sociedad. "Me habían echado". A finales de septiembre de 2021 cambiaron los estatutos y sacaron a Miguel Peinado de la empresa.

En un primer momento, el juzgado de Instrucción número 30 de Madrid investigaba a la influencer y a su marido por el asunto del registro de la marca, pero Peinado cambió de abogados y amplió la denuncia. El nuevo escrito señalaba que Ordovás y su marido, desde noviembre de 2021 habían realizado transferencias a favor su favor por valor de 207.008,12 euros. En un auto, el juez señala que estas retiradas de dinero eran "injustificadas y totalmente ajenas a la actividad" de la empresa de entrenamiento, lo que ha supuesto una "despatrimonialización de la sociedad".

Al mismo tiempo, Ordovás y su marido empezaron a montar Casa Manuela, una residencia en Marbella que en un principio iba a estar orientada a ser vivienda particular pero que ahora alquilan. Tanto la defensa de Miguel Peinado como el propio entrenador creen que las obras y reformas se pagaron con los más de 200.000 euros que sustrajo de Better Naked.

"Contrato falso"

En enero de 2023, el juez encargó a un perito que realizase una prueba pericial para comprobar si las transferencias que Ordovás se hacía a su favor estaban justificadas, si se correspondieron con servicios "realmente recibidos" y si estaban conformes a la actividad empresarial, o si por el contrario se trataba de una "despatrimonialización de la sociedad, determinándose en su caso el perjuicio ocasionado a la sociedad y a los socios".

Ordovás presentó al juzgado un contrato para justificar los 207.000 euros. Se trata de un préstamo entre su marido y ella, por el que desde la empresa deportiva se le pasaba dinero a la influencer que ella devolvería con el uso de su imagen. El contrato está datado el 1 de abril de 2022, pero la defensa encargó un informe al Laboratorio de Informática Forense Europeo (LIFE) que descubrió que se había creado el 5 de febrero de 2023.

"El contrato, por tanto, ha sido un documento simulando que se firmó a día 1 de abril del 2022 cuando realmente ha sido creado en el 2023. Es decir, es un contrato falso", determinan los expertos, además de no ser un documento escaneado. Esto, señalan fuentes expertas, podría constituir un delito de falsedad documental. Este pasado viernes, el perito contratado por Ordovás tenía que ratificarse ante el juez, pero no se presentó. Este periódico se ha puesto en contacto con la influencer. Cerca de las 23 horas remitió el correo electrónico de su abogado "para cualquier información".