La Guardia Civil tiene un problema con las bajas médicas. Según un informe interno consultado por El Independiente, cada día dejan de prestar servicio 5.200 agentes de media y se reciben 72.000 solicitudes en todo el año. Se pierden más de dos millones de días cada 12 meses entre todos los guardias por enfermedad o accidente.

El documento señala que exite "una prolongación de los procesos de incapacidad" que "superan la duración media por patologías establecida en las tablas y manuales técnicos del Sistema Nacional de Salud". El Instituto Armado quiere dotarse de "alguna opción" sobre el "control y seguimiento" de las bajas temporales.

La Jefatura de Asuntos Económicos ha publicado una licitación por valor de 2,2 millones de euros para contratar reconocimientos médicos para el personal. El Cuerpo dispone de personal médico en su estructura, pero sólo para prestar asistencia primera o general, no especializada. La idea del nuevo contrato es que puedan pasar un análisis por parte de profesionales sanitarios especializados "con posibilidad adicional de efectuar pruebas con capacidad adecuada para evaluar la calificación clínica y su tratamiento".

La Guardia Civil, al no estar integrada en el régimen general de la Seguridad Social, no cuenta con los mecanismos para la gestión y control médico de quien está de baja temporal con el fin de que pueda recobrar su salud y reincorporarse a su actividad ordinaria lo antes posible".

"Reducir el impacto de las bajas"

"El objetivo" es "contribuir a reducir el impacto de las bajas médicas en la disminución del potencial de servicio de la Guardia Civil". También busca garantizar que su personal está en posesión de unas condiciones psicofísicas óptimas para el desempeño de sus funciones y cometidos profesionales".

Desde la Dirección General se ha hecho un estudio de los más de 72.000 procesos de baja médica que se producen al año. El 63% son de naturaleza traumatológica o psiquiátrica, por lo que la empresa adjudicataria deberá tener estas dos especialidades entre sus servicios. La primera deberá estar presente en todas las capitales de provincia, así como en Ceuta y Melilla, mientras que la segunda deberá operar de manera presencial en Barcelona, Madrid, Oviedo o Gijón o Santander, Sevilla y Valencia y ofrecer también videoconsultas.

Además, se valorará que tengan otras especialidades, como digestivo, respiratorio, infecciosas y parasitarias, neurología, medicina de los sentidos, cardiología, urología, dermatología, ginecología y endocrinología. La información médica derivada de los reconocimientos médicos de cada guardia civil estará disponible para el miembro de la Guardia Civil afectado y para la Sanidad de la Guardia Civil.

Servicio de psicólogos externo

Este lunes, la Guardia Civil ha informado que ha puesto en marcha un servicio externo de apoyo psicológico para sus hombres y mujeres. Esta es una de las reivindicaciones que pedían las asociaciones representativas, ya que consideran que la salud mental es un tabú y estigma en la Benemérita. Creen que muchos agentes no acuden a sus jefes para expresar problemas psicológicos porque les puede suponer una "mancha en el historial".

La Dirección General ha alcanzado un acuerdo con ASPY & Yees! para que los guardias civiles tengan "a su disposición sesiones gratuitas proporcionadas por una empresa especializada en este campo tanto de forma presencial como de forma telemática". La asistencia estará disponible tanto en las capitales de provincia como en 117 municipios más de toda la geografía nacional. Contarán con una atención inmediata y urgente disponible de forma permanente para la atención puntual de crisis agudas. La asistencia está compuesta por hasta un máximo de 20 sesiones anuales de
una hora de duración, confidenciales, individuales y gratuitas.

"El ejercicio de la actuación policial conlleva factores de riesgo asociados a la necesidad de intervenir en entornos de conflictividad y violencia, ante situaciones críticas, peligrosas o de emergencia. Además, los agentes están siempre en contacto con poblaciones victimizadas bajo un gran impacto emocional. Todo ello genera un estrés en el agente con capacidad de alterar su equilibrio o estabilidad personal", ha informado la Guardia Civil.