El joven activista saharaui que permanecía desde hace 13 días retenido en el aeropuerto de Bilbao ha trasladado al hospital esta madrugada tras dos días de huelga de hambre y después de que empeorara su estado de salud. Sin embargo, tras la exploración médica, y concluir que no requería prolongar su vigilancia hospitalaria ha sido trasladado de nuevo el aeropuerto de Loiu en el que ha permanecido retenido desde el pasdo día 23. El joven Youssef E. M. había visto denegada de nuevo su petición de asilo al rechazar la Audiencia Nacional los últimos recursos de sus abogados por considerar que no corría peligro en su entrega a Marruecos. La previsión es que esta tarde sea enviado de regreso en un vuelo con destino a Tánger.
En las últimas horas el joven se había declarado en huelga de hambre, según han avanzado a El Independiente fuentes de su entorno, en plena cuenta atrás para su deportación a Marruecos. El activista universitario tomó a última hora del miércoles la decisión de no ingerir más alimentos en señal de protesta. El activista -nacido en El Aiún, la capital de los territorios ocupados del Sáhara Occidental- aterrizó en el aeropuerto vasco el pasado 23 de junio procedente de Marrakech y solicitó asilo político en España, por ahora denegado y pendiente de resolverse sus últimos recursos.
Desde entonces está bajo vigilancia policial permanente, privado de libertad. Tras hacerse público su caso, el joven se declaró en huelga de hambre a última hora de este miércoles. Según otras fuentes saharauis, al padecer mareos y sufrir una gran debilidad, la mañana del jueves fue examinado por un equipo médico de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud. Tras el chequeo el personal sanitario le ha sido diagnosticada una bajada de glucosa, aunque no se ha decretado su traslado a un hospital. El joven se encuentra "muy débil", según agregan desde su círculo más cercano.
Una decisión "terrible"
"La Audiencia Nacional en Madrid ha desestimado la medida cautelarísima presentada por los abogados del turno de extranjería del colegio de Vizcaya del caso del joven saharaui retenido en el aeropuerto de Loiu. La Audiencia Nacional no ha visto indicios suficientes por los que el joven necesite protección internacional", denuncia desde Zehar-Errefuxiatuekin, que califican de "inadmisible" la decisión. "Es un perfil altísimo, de un joven activista de 23 años estudiante de Derecho en Agadir, con una historia de persecución muy bien fundamentada y documentada", alegan.
"Sería terrible que el Gobierno español no se aplaque y no entienda que son motivos suficientes para admitir su solicitud de asilo”, insiste Javier Galparsoro, presidente de Zehar-Errefuxiatuekin, que, junto con el equipo jurídico y la comunidad saharaui batalla para evitar la deportación. Galparsoro está ofreciendo apoyo a los abogados que están llevando todo el proceso de solicitud realizada en el momento en que llegó a Euskadi.
Durante una comparecencia de los responsables de Zear Errefuxiatuak este miércoles, que están impulsando la defensa de este caso, se afirmó que el joven se encontraba en buen estado. Señalaron que en estos 12 días había recibido apoyo y alimentación, al parecer procedente de la compañía aérea. Una complicación de su estado de salud podría afectar al devenir del caso.
La posible deportación, aplazada
En las últimas horas desde las organizaciones sociales y de apoyo a los refugiados que llevan su caso de petición de asilo se ha venido subrayando que la negativa reiterada de las autoridades españolas a acogerle en nuestro país hacía presagiar que sería deportado en cuestión de horas.
La noche del miércoles el máximo responsable policial del aeropuerto de Loiu, en cuya sala de no admitidos de la zona internacional se encuentra desde el pasado 23 de junio, mantuvo un breve encuentro con el activista. Según las fuentes consultadas, el responsable policial le habría intentado tranquilizar sobre las posibles consecuencias que su deportación pudiera tener a su llegada a Marruecos y por las que, según le habría traslado, no se debía preocupar. Encuentro en el que el activista reiteró su temor a que una posible deportación pondría en peligro su libertad y se podría enfrentar a una detención y encarcelamiento.
Reunión con el responsable policial
Las últimas alegaciones habían prolongado al menos un día más, hasta mañana viernes, el devenir de este joven y la confianza de que las alegaciones puedan prosperar y evitar su entrega a Marruecos. Su intención es mantener la huelga de hambre en protesta por la negativa a procesar su solicitud de asilo alegando la situación política en Marruecos y la represión y hostigamiento continuos contra activistas saharauis que propugna la autodeterminación de la ex colonia española, ocupada desde 1976 por el régimen alauí.
Su viaje se frenó en seco cuando intentó acceder a la terminal, a territorio español. Formalmente, según ha declarado, su propósito era seguir ruta hasta Madrid y desde allí volar a Cuba, a La Habana. Fue en Bilbao donde decidió dar el paso en busca de la libertad y solicitar asilo en nuestro país. En su pasaporte figura que nació el 23 de diciembre de 2000, que tiene apenas 23 años y que procede de El Aaiún, la capital de los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
Estatuto apátrida
Ahora la esperanza está puesta en la petición para acogerse al llamado ‘Estatuto de apátrida’. Sin embargo, su resolución no será rápida y por ello la defensa ha solicitado que, de modo cautelar, por la premura y urgencia temporal, se acuerde una paralización de su deportación: “El ha solicitado que si finalmente se le deporta que por favor no sea a Marruecos, teme que allí le detengan y le metan en la cárcel”, asegura Javier Galparsoro, representante de Zear Errefuxiatuak.
Este joven saharaui es uno de tantos activistas universitarios que han padecido el acoso y hostigamiento del régimen marroquí por reivindicar la libertad, el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, la ex colonia española ocupada por Marruecos desde 1976 y considerada por la ONU como un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Optar por estudiar en la Universidad conlleva abandonar el Sáhara y desplazarse a Marruecos, a tierra hostil para un activista saharaui.
Los precedentes no permiten ser optimistas. Un caso similar ocurrido en Tenerife en 2019 concluyó con una deportación y la posterior detención por las autoridades marroquíes de un joven que había solicitado asilo en nuestro país. Se trató de Husein Amadour, un universitario que hostigado por el régimen marroquí por reivindicar el derecho de autodeterminación del Sáhara occidental decidió abandonar Marruecos. Él lo hizo en patera. A su llegada a Las Palmas pidió asilo. Alegó persecución contra él y el grupo de activistas políticos al que estaba vinculado. Pese a que él juez español dictó que fuera internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Hoyo Fría de Tenerife, finalmente las autoridades españolas lo trasladaron de nuevo a Las Palmas y allí fue subido a un avión y devuelto a Marruecos. Desde entonces, cumple una condena de 12 años de prisión. Sentencia que le ha llevado por varias prisiones y durante la cual ha protagonizado varias huelgas de hambre para denunciar las malas condiciones en las que vive encarcelado.
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