El partido de Santiago Abascal ha anunciado el cese de operaciones con el actual grupo europeo de los Conservadores y Reformistas europeos (ECR) en Bruselas y su consecuente entrada al ente parlamentario impulsado por el primer ministro húngaro Viktor Orbán, Patriotas por Europa. El Independiente ya apuntó este lunes la disponibilidad de los ultraconservadores a "hablar con todo el mundo" para ver el mejor encaje posible de cara a la próxima legislatura que se inicia a mediados de julio en Bruselas.

Destaca que Vox elija este viernes para hacer el anuncio, sobre todo al tratarse de la jornada en el que el líder europeo, ahora presidente de turno del Consejo de la UE, ha ido a Moscú a reunirse con Vladimir Putin.

En un comunicado de prensa, Vox ha trasladado su decisión de unirse al nuevo grupo alumbrado por Orbán, que requiere para iniciar su actividad al menos una veintena de representantes procedentes de siete países europeos. Ya cuenta con la Fidesz húngara, los ultraconservadores del FPÖ austriaco, los checos ex de la liberal Renew Europe ANO 2011, y el Chega portugués de André Ventura. Con Vox, faltarán dos miembros más. En las quinielas está la incorporación de la polaca Ley y Justicia, clave en las relaciones del eje de Visegrado con Orban y a los que unen cuestiones como el tradicionalismo, el patriotismo o las posturas antimigratoria y de fomento de la natalidad. Todo, pese diferenciarles un claro rechazo al imperialismo ruso y a Putin, por la experiencia comunista de antaño.

Los españoles lo hacen al considerar que "aglutinará a una gran mayoría de partidos que están protagonizando la alternativa al consenso de populares, socialistas y la extrema izquierda" en Bruselas. La composición definitiva del grupo se anunciará "previsiblemente en los próximos días", detallan. La apertura europea acontecerá en un pleno de inauguración el próximo 17 de julio en la capital belga. Sorprende que Vox opte por desligarse de ECR tras la reciente celebración del cónclave de Vistalegre en Madrid. Donde los partidos integrantes, junto a Javier Milei y Marine Le Pen como invitados, hicieron una demostración de fuerza. Clave han sido las jornadas de trabajo de ERC en Siracusa esta semana para tomar la decisión.

Está por ver si la italiana Giorgia Meloni, cabeza visible del grupo europeo, cambia sus posiciones hacia Orbán, hacia Identidad y Democracia con Le Pen y Salvini, o decide mantenerse, de ser viable, en ECR. También habrá que esperar a los resultados de la segunda vuelta de las legislativas para ver qué hace Le Pen, quien ha acercado posiciones con Meloni. En Vox valoran sus liderazgos, aunque fuentes del partido advierten de las dificultades de que Le Pen, Meloni y Orbán convivan en un mismo seno. A Meloni le agradece Vox su "amistad" y garantizan "una estrecha colaboración con ECR", lo que puede dar a entender que la italiana continuará en la plataforma. Está por ver

El acercamiento material a Orbán es percibido por Vox como "la confirmación del papel aglutinador" de su partido con todos los grupos europeos. Algo que viene reivindicando desde antes de las europeas. Ven en el grupo europeo la mejor defensa de "la soberanía de las Naciones, la seguridad en las calles y la fronteras seguras", así como "la prosperidad económica y social, la familia, y las verdaderas raíces de Europa y Occidente". Lo justifican, además, por el incremento de apoyo de "millones de europeos" en las pasadas elecciones al Parlamento que apoyaron a los partido de ERC, ID y a la Fidesz o AfD, fuera de ellas. También por su crecimiento personalizado, de cuatro a seis escaños y con más de 300.000 votos. Vox confía en que Patriotas por Europa "materialice el encargo de un gran grupo que se erija como alternativa" a EPP, S&D y Renew Europe.

Una visita que ha generado indignación

Diversos líderes europeos han traslado su indignación por el primer viaje oficial de Orbán como presidente rotatorio semestral del Consejo de la UE. Allí, Putin le ha exigido el desarme de Ucrania antes de un alto al fuego. Las primeras palabras al llegar a la capital rusa han sido las mismas mencionadas en la última visita al Kremlin de forma oficial el 1 de febrero de 2022: "Vengo en misión de paz". Entonces, tres semanas después, se desencadenó la invasión de Putin. Desde la Unión afirman que Orbán no tiene mandato alguno para negociar nada en nombre de las instituciones europeas.

Para el húngaro, son pocos ya los países dispuestos a "dialogar con ambas partes del conflicto". A lo que Putin respondió que en poco, "Hungría será el único país de la UE que podrá hablar con todo el mundo". Así lo han trasladado en las salas del Kremlin. Esto no hace más que empeorar las malas relaciones ya existentes de la UE con Hungría, tras la deriva semi autocrática en la que desde hace años se ha adentrado. Además, la visita no ha gustado nada a Ucrania, cuyo ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, afeó que no hubiera habido aviso europeo. Instó a ir de la mano con Kyiv a los países de la Unión para abordar cuestiones de la guerra y la posible restauración de la paz.

Sin mención expresa de Pedro Sánchez, sí se ha posicionado Alberto Núñez Feijóo en el caso español. De cuyo partido, el PP europeo, fue expulsada la Fidesz hace unos años a mitad de la legislatura pasada, por esa deriva populista comentada.

"La visita de Orbán a Moscú no representa a la UE. Nuestros valores son absolutamente incompatibles con Putin y sus acciones. La posición de UE es muy clara: la agresión rusa contra Ucrania debe acabar", escribió en X el líder popular al conocerse el encuentro.