El goteo ha sido constante desde hace años. Suma temores, desinformación e incertidumbre. Por el momento tan sólo se conoce cuál es la meta: ceder la titularidad de la competencia de Tráfico, ahora en manos de la Guardia Civil en Navarra, a la Policía Foral. El compromiso aprobado entre el Gobierno de España y el Ejecutivo navarro en marzo del año pasado sigue aún pendiente de resolver su último revés; su adecuación normativa. Por el camino se han acumulado recortes como el que ahora denuncian muchos agentes del Cuerpo: el bloqueo de las plazas vacantes que no cesa y unidades y destacamentos de la Guardia Civil de Tráfico de la Comunidad foral trabajando con casi la mitad de miembros.

Distintas plataformas de la Guardia Civil reconocen que hay decenas de plazas sin cubrir y que en los distintos concursos de traslados, que se llevan a cabo cada seis meses, las plazas bloqueadas, en especial la de los destacamentos en localidades más pequeñas, están menguando la capacidad del Cuerpo en su labor vial. Fuentes de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) estiman que de las alrededor de 220 plazas que componen la unidad de tráfico en Navarra sólo estarían ocupadas alrededor de 150. De este modo, habría entre 70 y 80 plazas vacantes. Estas fuentes subrayan que la carencia de agentes es un problema extendido en todo el país, en especial en los destacamentos más pequeños y que en el caso de Navarra se ha acentuado en los últimos meses.

A ello se suma la salida de Navarra de un número significativo de agentes en los últimos meses. Efectivos que desean continuar en la unidad de Tráfico de la Guardia Civil, llamada a desaparecer en Navarra, y que por tanto solicitan otro destino en otro punto de España. En otros casos, en los que existe un mayor grado de arraigo en la Comunidad Foral, el paso que están dando y, que se teme que pueda incrementarse en número a corto plazo, es el de solicitar el paso a la unidad de Seguridad Ciudadana, de modo que no tenga que abandonar ni el Cuerpo ni Navarra.

También desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Navarra aseguran que en muchos lugares la actual situación está dejando los servicios “al límite” por la salida de agentes de Navarra y de la Unidad de Tráfico. La baja tasa de reposición no logra compensar las vacantes, aseguran. Plazas que, recuerdan, se bloquean y no se cubren al asegurar que en cuestión de meses la situación cambiará. Esta medida deja a los destacamentos más pequeños en una situación delicada en algunos casos, al perder la mitad o más de sus agentes, y necesitados de refuerzos de las unidades de la Guardia Civil de otras localidades.

Un 10% o 15% de paso de agentes a la Policía Foral

Es el caso de localidades como Tudela, Tafalla, Alsasua o Elizondo, donde la situación de interinidad a la espera de que se pueda reordenar el mapa competencial de tráfico en Navarra resiente de modo importante su labor. Desde organizaciones como Jucil afirman que una de las situaciones más complicadas se está padeciendo en los servicios de atestados, que en algunos municipios debe reforzarse con agentes de las unidades más importantes como la de Pamplona. Estas fuentes señalan que la “desbandada” y cambios de unidades de los agentes no es más grave porque en muchos casos no cuentan con la puntuación suficiente para lograr el destino deseado “y eso les frena a muchos”: “Si no, sería mucho mayor”, aseguran.

Desde Jucil estiman que actualmente son pocos los agentes de la Unidad de Tráfico que han manifestado su deseo de integrarse en la Policía Foral cuando esta asuma la competencia en exclusiva. Estiman que rondará entre el 10% y 15% de los efectivos y que la mayor parte de ellos, alrededor del 60%, “no se ven en la Policía Foral”, por lo que estarían buscando un nuevo destino o un cambio de unidad. En el resto de los casos, la duda pervive a la espera de que se conozcan los detalles laborales y salariales en las que se llevaría a cabo la absorción por parte de la Policía navarra.

La llamada “pasarela” para integrarse desde la Guardia Civil a la policía autonómica navarra sigue parada. Los detalles del proceso el Ejecutivo de María Chivite lo congeló a la espera de que culmine el proceso legal que permita apoyar normativamente el traspaso de esta competencia que ahora ejercer de modo coordinado ambos cuerpos. Precisamente ayer el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros el anteproyecto de ley orgánica por el que se modifica la Ley de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra (LORAFNA). Con él se quiere "reintegrar" a Navarra el pleno ejercicio de las funciones de tráfico, circulación de vehículos a motor, seguridad vial.

Ahora esa reforma deberá pasar el trámite de la Cámara Baja y Alta. El Tribunal Supremo anuló el Real Decreto 252/2023 por el que se aprobó el traspaso de esta competencia largamente solicitada por Navarra. Estimó que un decreto no era la vía adecuada para atribuir una competencia no reconocida en la Lorafna. Finalmente, en Navarra se aprobó hacerlo a través de una modificación de la Lorafna que ahora deben avalar el Congreso y el Senado. Sólo después, entrará en vigor.

'Pasarela' y condiciones laborales.

El Gobierno navarro ha asegurado que a partir de su publicación en el BOE sería cuando se reactivaría el proceso de absorción de los agentes que lo deseen procedentes de la Guardia Civil para integrarse en la futura unidad de Tráfico Foral que –de mayores dimensiones a la actual- será la responsable de la gestión del tráfico en Navarra. Unidad que el Ejecutivo foral ha manifestado que desea reforzar con agentes de la Guardia Civil, con larga experiencia y con los que se ha venido trabajando y coordinado la policía foral en las labores viales que comparten desde hace años.

Inicialmente se prometió a la Guardia Civil respetar sus condiciones laborales actuales. Los agentes de la Benemérita de la unidad de Tráfico de Navarra son los que reciben una mayor remuneración. El cobro actual de los complementos de peligrosidad, de cerca de 600 euros, y el complemento propio de la Unidad de Tráfico, cercano a los 300 euros, les convierte en los agentes de tráfico de la Guardia Civil con mejores condiciones. Por ello, vienen insistiendo en que se les deben respetar las condiciones que ahora tienen.

Pese a las promesas de que se respetarán sus condiciones, en el Cuerpo se ha extendido el cansancio y las dudas por la ralentización de todo este proceso que se inició hacer ya casi un lustro. Por el camino, el número de efectivos se ha ido reduciendo y muchas de las vacantes que se han ido generando se han dejado bloqueadas.

Actualmente fuentes de la Guardia Civil de Tráfico aseguran estiman en cerca de 1.800 agentes el déficit de efectivos en toda España, en especial en las provincias y localidades de la llamada ‘España’ vaciada. En el caso de Navarra, las vacantes y el bloqueo de plazas se ha visto incrementada de manera importante, según denuncian algunas asociaciones del Cuerpo.