"Ni de broma". "Que salga al rescate del PP quien quiera, pero nosotros no". "No vamos a ser ni el salvavidas ni la muleta del PP". Es la respuesta que dan en las direcciones del PSOE de la Comunitat Valenciana, de Castilla y León, de Aragón. Pero es la visión que también comparte Ferraz. Ahora que Vox ha oficializado su ruptura con el PP en cinco gobiernos autonómicos, "un gran día para España", en opinión de Pedro Sánchez, los socialistas tienen claro que el problema el partido de Alberto Núñez Feijóo, y que por tanto no es a ellos a quienes tienen que llamar a la puerta. No promoverán mociones de censura para derribar a los presidentes autonómicos populares, sobre todo porque no tienen números para ganarlas, pero tampoco contemplan, al menos por ahora, auxiliar al PP, darle sostén. Y, en cualquier caso, la prioridad ahora mismo para el Ejecutivo y para la cúpula de Sánchez es otra: quiere que Feijóo cambie su postura y acceda a apoyar la reforma de la Ley de Extranjería para obligar al reparto de menores migrantes cuando en Canarias, Ceuta y Melilla se sobrepase la capacidad de acogida.
Santiago Abascal anunció a las 21.30 horas —unos 90 minutos después de lo previsto—, en la sede nacional de su partido, y tras una reunión extraordinaria de su ejecutiva, la salida de los gobiernos autonómicos de Castilla y León, Extremadura, Aragón, Castilla y León y Murcia, y la retirada del apoyo parlamentario al PP en Baleares. Los cuatro vicepresidentes regionales ultras —en Extremadura no lo hay— presentarán su dimisión y el partido pasará a la oposición. El jefe de Vox no habló de los consejeros. El desenlace parecía más decidido que nunca antes. Es decir, que la formación de extrema derecha no iba de farol. Pero en el PSOE, en las horas previas, no acababan de creérselo y emplazaban a la comparecencia de la tarde de Abascal. Solo después, advertían en Ferraz, habrá que ver qué hacer, cómo responder, cómo reorganizar la estrategia. "Paso a paso", señalaban en el aparato federal.
Hay decisiones que no podrán ser inmediatas, como la recomposición del calendario orgánico. Algunos cuadros ya hablan de agilizar la renovación de los líderes autonómicos
Y es que hay decisiones que no podrán ser inmediatas. Por ejemplo, una derivada evidente es la recomposición del calendario orgánico, porque el PSOE, y el propio Sánchez lo había reconocido, necesita una renovación interna tras el batacazo de las elecciones autonómicas y municipales de hace un año. No hay fecha aún para el congreso federal ordinario, que una vez celebrado desencadenará, de arriba abajo, la celebración de los cónclaves autonómicos, provinciales y locales. Hasta ahora, todo quedaba sujeto a la resolución de la gobernabilidad en Cataluña. Este jueves, sin embargo, ya se escuchaban en la Cámara baja reflexiones de diputados y dirigentes que advertían de que, una vez se conozca si Salvador Illa es investido president o Cataluña camina hacia nuevas elecciones el 13 de octubre, habrá que agilizar la convocatoria del congreso para dar pie a la elección de nuevos líderes en los territorios ahora mismo descabezados o con secretarios generales débiles o muy cuestionados, caso de Madrid o Andalucía.
Esa derivada orgánica, capital para el PSOE, vendrá después. Sin duda alguna. Pero, por lo pronto, está la respuesta institucional. Los socialistas seguirán una primera línea argumental, y es que la "inestabilidad" está asociada al PP, y no a ellos. En la pasada legislatura, los populares echaron a Ciudadanos de sus gobiernos, y ahora se rompen los gobiernos autonómicos con Vox, "y eso son hechos", recalcaban desde Ferraz. Con un matiz clave, agregaban: "Es Vox el que rompe con el PP, y no a la inversa". Una ruptura que se explica por la decisión de los presidentes autonómicos populares de aceptar la acogida voluntaria de 347 niños y adolescentes desde Canarias y Ceuta. Fue en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia celebrada el jueves en Tenerife, una cita en la que las CCAA decidieron no dar respaldo a la modificación de la Ley de Extranjería para hacer que esos traslados sean obligatorios, vinculantes, y no voluntarios.
En Ferraz niegan que el divorcio de Vox y PP en las autonomías les perjudique, aunque es evidente que priva a Sánchez de un argumento poderoso y que había utilizado insistentemente: que Feijóo se había rendido a la ultraderecha. De hecho, el pasado martes, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, reclamaba al líder de los populares que rompiera "ya" con los gobiernos compartidos con los ultras en cinco CCAA y más de 140 ayuntamientos. La separación autonómica ya es un hecho —consumada por Vox, no por el PP—, pero en los municipios las coaliciones seguirían adelante, o al menos nada de ellas dijo Abascal este jueves.
Para el PSOE, el PP es "sinónimo de la inestabilidad". Recuerda que ya rompió con Cs la pasada legislatura y que los gobiernos regionales con Vox le han durado un año. Y el Gobierno de coalición, subrayan, funciona desde 2020
La salida de Vox en las CCAA permitiría a los populares soltar lastre. ¿Y les valdría para centrarse? "Algo les debería ayudar. Otra cosa es que les permita ganar espacio por el centro", valoraba un ministro en los pasillos del Congreso. En la cúpula del PSOE creen que al PP no le va a salir a cuenta el estallido de sus coaliciones.
"No se conoce un Gobierno al que quedarse en minoría y sumar inestabilidad le venga bien —indicaban desde la sede federal del partido—. Un lujo de estabilidad los gobiernos de la derecha. Menos mal que decían que el Gobierno progresista de Sánchez nació muerto. Los muertos que vos matáis gozan de buena salud, al menos más que la de las derechas. El PP ahora mismo es sinónimo de inestabilidad. El PP ya perdió sus gobiernos con Cs a mitad de legislatura, y con Vox no va a durar ni un año. Decían que este Gobierno no iba a durar, y resulta que son sus gobiernos los que han implosionado". El presidente siempre se ha preciado de intentar llevar sus legislaturas a término y ha venido presumiendo de que sus gabinetes, pese a su fragilidad parlamentaria —muchísimo mayor en este mandato, por la dependencia de Junts—, son estables. "Al final, los gobiernos más inestables son los del PP", resumía un colaborador de la máxima confianza de Sánchez.
En la dirección rechazan que el hecho de que el PP pierda a Vox como socio en las comunidades le sirva para situarse automáticamente en el centro. "Para centrarse hay que hacer políticas de centro. Antes de pactar con Vox, sus políticas ya iban contra la mayoría social de este país. Ahí están los años de Gobierno de [Mariano] Rajoy. Corrupción y austericidio. Que no se olvide nadie", advertían en Ferraz.
"Los beneficiarios netos somos todos y especialmente todas"
Todos esos hilos argumentales fueron los que utilizó Sánchez en su comparecencia en Washington al término de la cumbre de la OTAN, pasada la medianoche en España. El presidente señaló que era "un gran día para España", de "celebración de algo que jamás tuvo que suceder en nuestro país, que es la entrada de la ultraderecha en gobiernos autonómicos con carteras importantes". Poniéndose la venda antes de la herida, apuntó que desconoce "a quién perjudica y a quién beneficia en términos políticos", pero "los beneficiarios netos" es "la mayoría social de españoles". "El responsable de haber incorporado a la ultraderecha al Gobierno es uno, pero los beneficiarios de la salida de la ultraderecha de los gobiernos autonómicos somos todos y especialmente todas", remarcó. En definitiva, "España es hoy un país mejor", cierto que por una decisión de Vox, aunque "bien está lo que bien acaba", aguijoneó.
Sánchez recalca que el PP tiene que decidir si quiere "una oposición destructiva o una oposición de Estado" y el Gobierno le tiende la mano "para que sea lo segundo"
A partir de ahí, Sánchez le puso varios deberes a Feijóo. Primero, que diga si está "dispuesto a romper con las políticas que ha aprobado con Vox hasta el día de hoy". Y la "prueba del algodón" es que apoye la reforma de la Ley de Extranjería, que respalde una propuesta que es "razonable, constitucional, solidaria, respetuosa con las competencias de las comunidades autónomas" y que pretende dar solución a una emergencia humanitaria en Canarias. El PP ha de decidir si quiere una "oposición destructiva o una oposición de Estado", y el Gobierno le "tiende la mano para que sea lo segundo y no lo primero".
Para Sánchez, la "clave", por tanto, es si los populares van a "seguir aprobando políticas ultraderechistas" ahora en solitario, en materias tan relevantes como violencia de género, memoria democrática, servicios públicos o transición ecológica. Eso es "lo que importa a la ciudadanía, más allá de si salen o si entran, si suben o si bajan". Además, el presidente emplazó a los populares a "derogar todas las contrarreformas aprobadas con la ultraderecha durante este año" en las CCAA y a que sean ellos ahora los que rompan los gobiernos locales con Vox.
Ahora, son los barones del PP los que tendrán que confirmar cuál es su camino. El president valenciano, Carlos Mazón, cesó esta noche al vicepresidente y a los dos consellers de la formación ultra, y este viernes comparece a primera hora desde el Palau de la Generalitat. La tentación poderosa para los presidentes populares será la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero, entretanto, podrán continuar seguir gobernando en minoría. Y ahí el PSOE ya adelanta que no pueden contar con sus votos. El partido, dijo Sánchez desde Washington, "allí donde está en la oposición, va a continuar haciendo una oposición constructiva, como ha hecho siempre". "Por lo tanto, dependerá de las políticas que proponga el Gobierno autonómico de turno" a su parlamento "el que cuente con el apoyo o no del Partido Socialista".
En Ferraz recuerdan que el PP no ha arrimado el hombro ni en la pasada legislatura ni en la actual. "Como si Ayuso no nos hubiera dicho que somos estalinistas o bolivarianos", alegan
"¿Salvarles nosotros? Como ellos han arrimado el hombro tanto estos seis años, como lo han hecho en la pandemia, en la guerra de Ucrania... Como nunca nos han insultado... Como siempre han reconocido como legítimo al Gobierno... Como si [Isabel Díaz] Ayuso no nos hubiera dicho que somos estalinistas o bolivarianos... ¿Vamos a rescatar a los que dicen que lo de Nacho Cano es una conspiración del Gobierno? El PP tiene un largo camino por delante para volver a ser un partido homologable a sus colegas europeos", observan en la dirección de Sánchez.
"No son una prioridad los problemas de PP y Vox"
En todo caso, en Ferraz insisten en que la "prioridad" ahora mismo, como también convino Sánchez, son los casi 6.000 menores migrantes que han desbordado Canarias y que no pueden salir de las islas para poder vivir en condiciones dignas. La cúpula socialista, de manera visible, quiere sacar del foco la quiebra de los gobiernos autonómicos de PP y Vox para poner el acento en otra batalla. La de sacar adelante la modificación del artículo 35 de la Ley de Extranjería. Y sí cree que, con la ultraderecha fuera de los ejecutivos regionales, se abre una ventana de oportunidad para que Feijóo ceda y satisfaga los deseos del Gobierno de Canarias —del que su partido forma parte—, y de Ceuta y Melilla, ciudades que dirige el PP. "No son una prioridad los problemas que PP y Vox tienen presionándose unos a otros para ganar más poder. Queremos que Feijóo diga que apoyará la reforma de la ley y los críos, que ya han sufrido bastante, sean acogidos en la Península y Baleares. Canarias y Ceuta, pero sobre todo esos menores, necesitan ayuda ya, no cuando el PP y Vox terminen sus peleas. Es el momento de mostrar humanidad y no de buscar cómo mantenerse en el poder", avisan desde el cuartel general del PSOE.
Canarias y Ceuta, pero sobre todo esos menores, necesitan ayuda ya, no cuando el PP y Vox terminen sus peleas. Es el momento de mostrar humanidad y no de buscar cómo mantenerse en el poder", apuntan en el cuartel general
Para Ferraz, "el silencio de Feijóo es insostenible", porque "no se puede soplar y sorber a la vez". "Si tuviera arrestos, ya habría echado a Vox de sus gobiernos antes, o mejor, no les hubiese la puerta nunca. Para el PSOE, lo primero, lo segundo y lo tercero son los menores, así que que el PP defina sus prioridades. Nosotros no estamos haciendo cálculos políticos, solo queremos que los críos tengan ya una solución, y que Canarias y Ceuta vean aliviada la presión en sus centros", insisten en el equipo del presidente.
En las federaciones socialistas afectadas por la fractura de los gobiernos autonómicos de PP y Vox coinciden en que no auxiliarán al PP. No habrá mociones de censura porque, para que prosperaran, necesitarían del concurso de Vox, y esa posibilidad, directamente, no existe. El PSOE solo quedó por delante en Extremadura y en Canarias, pero en la primera no suma mayoría absoluta con Unidas Podemos para poder derribar a la presidenta, la popular María Guardiola, y en la segunda es Coalición Canaria la que preside el Ejecutivo de las islas, del que forma parte el PP, por lo que serían los nacionalistas los que, en todo caso, tendrían que cambiar de socio. En Valencia, Aragón, Murcia, Castilla y León y Baleares las sumas con las formaciones progresistas, regionalistas y nacionalistas no alcanzan tampoco la absoluta. Lo que sí tendrá a su alcance es aliarse con ellos y ganar votaciones, de tal manera que si Vox se mantiene a la contra, los gobiernos del PP no podrán sacar iniciativas adelante. El bloqueo estará servido.
En el PSPV, advierten que "ni de broma" ayudarán a Mazón: "Ya le hemos dicho que convoque elecciones, que estamos preparados"
Pero que no haya posibilidad material de derribar a los presidentes del PP no quiere decir que el PSOE vaya a darles sostén. "Responsabilidad con Castilla y León es lo que siempre decimos —aseguran en la cúpula castellanoleonsa del PSOE—. Llevamos diciéndole a [Alfonso Fernández] Mañueco [el presidente regional] que rompa con Vox desde el principio y al final es Vox el que rompe con él. Es un indigno y un pusilánime. Que salga a su rescate quien quiera, nosotros no. ¡Que no ha echado él a Vox! El matiz es importante". En el PSPV, advierten que "ni de broma" ayudarán a Mazón. "Ya le hemos dicho que convoque elecciones, que estamos preparados", señalan en la dirección de la nueva líder territorial, la ministra Diana Morant.
Distancia también en Aragón
"Guardiola tendrá que gobernar en minoría o hacer lo que considere. Ellos serán los responsables de la inestabilidad si realmente rompen el Gobierno y crean un problema a Extremadura", afirmaba el nuevo secretario general de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, horas antes de que Abascal anunciara la ruptura. El PSOE, completó, dará estabilidad "a esas políticas que tengan que ver con el bienestar de la región", pero no al PP que eligió unos compañeros de viaje "que le han salido inestables". En la dirección extremeña creen que la quiebra con la ultraderecha no será real, porque esta seguirá prestando apoyo a la presidenta autonómica, aunque sea desde fuera del Gabinete. En Baleares, misma conclusión: "No vamos a sostener a Marga Prohens. Ya le ofrecimos nuestros votos para destituir al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne [por haber arrancado la foto de la sindicalista fusilada en la Guerra Civil Aurora Picornell, imagen que la vicepresidenta segunda de la Cámara, la socialista Mercedes Garrido, tenía pegada en su portátil]. Prohens los rechazó". En Murcia, similar criterio: "El PP puede gobernar en minoría. Nosotros les tenderemos la mano para llegar a acuerdos que ayuden a resolver los retos que debemos abordar como Región", sentencian fuentes muy próximas al jefe del partido, Pepe Vélez.
Una cosa es querer llegar a acuerdos que beneficien a los aragoneses y otra ser salvavidas y muleta del PP. Esta situación la han creado ellos", señalan en el círculo de Lambán
Ni siquiera en Aragón, la federación liderada por Javier Lambán, un barón más templado y muy distante de Ferraz, se plantean dar cobertura al presidente regional, Jorge Azcón. "Nosotros hacemos nuestra labor de oposición y el que tiene el problema ahora es el PP. Nosotros hemos ofrecido en esta legislatura pactos en sanidad y financiación y el PP los ha rechazado. El clima es terrible, porque Azcón es, directamente, voraz. Ha reventado mucho el ambiente político. A las Cortes ya no las conoce nadie. Ha polarizado, ha traído aquí el debate nacional. Una cosa es tener voluntad de llegar a acuerdos que beneficien a los aragoneses y otra cosa ser el salvavidas y la muleta del PP. Esta situación la han creado ellos", remarca una dirigente muy próxima barón autonómico y que recuerda que el PSOE aguantó sus gobiernos hasta el final. El tetrapartito que Lambán formó en 2019 con Partido Aragonés, Chunta Aragonesista y Podemos (y apoyado desde fuera por IU), incide, llevó la legislatura a término, hasta mayo de 2023.
El PP tiene a su favor en las seis comunidades en las que pierde el apoyo de Vox que ya cuenta con los presupuestos regionales para 2024 aprobados. Combustible más que suficiente para continuar un año más. Y la actividad legislativa de las asambleas autonómicas no es tan intensa como la del Congreso. Varios cargos socialistas recordaban este jueves que las primeras cuentas que pudo aprobar Ayuso fueron las de 2022, después de prorrogar los presupuestos tres años consecutivos. Aquel proyecto lo aprobó gracias a Vox, pero los ultras no respaldaron los de 2023. Los segundos presupuestos de Ayuso, desde su llegada a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en 2019, fueron los de 2024, precisamente por la mayoría absoluta que conquistó en las últimas autonómicas.
El líder del partido en Madrid, Juan Lobato, se separa de la línea oficial e indica que "ahí estará el PSOE" en las CCAA en minoría para aportar la "estabilidad que necesitan los gobiernos"
Del sentir general del PSOE se separaba el líder del partido en Madrid, Juan Lobato. En una entrevista con Servimedia, horas antes de la comparecencia de Abascal, señaló que si se consumaba esa ruptura, "ahí estará el PSOE en esas comunidades autónomas para tratar de ayudar a que haya sensatez, estabilidad y se pueda dejar a Vox al margen de las instituciones". Él es de los que "tiene muy claro" que hay que evitar que los de Abascal estén "en la toma de decisiones" en las instituciones. Si los populares pierden la mayoría en los parlamentos autonómicos, como finalmente sucedió, los socialistas, dijo, deberían tener una "posición de responsabilidad" y "aportar esa estabilidad que necesitan los gobiernos".
Sus palabras nada tenían que ver con lo manifestado por Ferraz y por otras federaciones, cuyo reflexión compartida era que el PSOE no está para sostener ahora a los ejecutivos del PP, ni para conferirles "estabilidad". Esas declaraciones, de hecho, no gustaron a la cúpula de Sánchez. El secretario de Organización, Santos Cerdán, de hecho, conversó con él, como confirmaron a este diario desde la sede federal y desde el PSOE-M. Lobato se matizó posteriormente: apuntó que tendría que ser el PP el que rompiera con Vox, y "desde luego" que el PSOE "no está aquí para arreglarle los problemas al PP". "Y lo que es evidente es que no vamos a dedicarnos a hacer mociones de censura junto a Vox. A eso me refiero con la estabilidad. Somos un partido serio. Y a partir de ahí, es el PP el que se ha metido en este lío y el que tiene que salir de él". El jefe del PSOE-M defiende que sostiene "lo mismo que Ferraz". Pero en su federación, y en Ferraz, no valía esa rectificación y aseguraban "no entender" su postura y su actitud hacia el PP. Lobato está muy cuestionado ya internamente por lo que muchos califican de giro a la derecha y de distanciamiento de la línea de la cúpula federal, cuando no es presidente ni disfruta de una mayoría absoluta como la del castellanomanchego Emiliano García-Page.
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