Roberta Metsola será la presidenta del Parlamento Europeo en la legislatura que arranca este martes. La maltesa ha recibido el apoyo de los eurodiputados para ocupar el cargo durante los próximos 2 años y medio y reeditar su mandato al frente de la cámara europea.

Metsola solo tenía una rival, y esta ha sido Irene Montero, la ex ministra de Igualdad y actual eurodiputada del grupo de la Izquierda. No obstante, la candidata de los populares era la clara favorita y así lo han confirmado los votos. Metsola ha recibido 562 votos a favor e Irene Montero ha contado con el apoyo de 61 eurodiputados, lo que significa que ha recibido votos favorables también desde fuera de su grupo político.

La legislatura ha comenzado con 719 diputados, a la espera de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronuncie sobre el escaño de Toni Comín, el eurodiputado de Junts. Comín que ha asistido al pleno desde la Tribuna de invitados acusó este lunes a Metsola de "estar secuestrada por el Partido Popular español".

"Dos años y medio después, todavía quiero que la gente recapture este sentimiento de creencia y entusiasmo sobre nuestro proyecto. La creencia para hacer nuestro espacio compartido más seguro, más justo y más igualitario. La creencia de que juntos somos mejores y más fuertes. La creencia de que la nuestra es una Europa para todos", ha dicho Metsola.

La presidenta del Parlamento Europeo ha sorprendido con un discurso que ha apelado a la justicia social, a la igualdad de oportunidades y al feminismo. Metsola ha hecho un llamamiento a huir de la polarización "que fomenta el enfado y el odio" para "construir esperanza y creencia".

Metsola no ha olvidado una de las palabras clave de la próxima legislatura en su discurso: la competitividad. Ha reafirmado que la labor de los eurodiputados es "dejar Europa como un mejor lugar del que han encontrado" y que para ello tienen que doblar los esfuerzos en esta materia: "reforzando el mercado único, asegurando empleos de calidad, firmando acuerdos comerciales, completando la unión bancaria y de capitales y fijando objetivos para la industria".

No obstante, ha dicho que dejar a la Unión Europea en un mejor lugar no será posible "si no somos capaces de frenar la discriminación o el auge del antisemitismo y la islamofobia; si el odio y la violencia continúan siendo una fuerza de nuestro discurso político. Debemos proporcionar una Europa en la que todo el mundo se siente en casa", indicó.

También ha mencionado el reto de la transición ecológica y ha defendido que no es incompatible con el desarrollo sostenible. "Podemos conseguir ambos", ha dicho Metsola, que también ha tenido palabras para las víctimas de la violencia machista: "Lo haremos por ellas, por aquellas que no pueden hablar y por las que vendrán después".

"Hemos aprendido que no podemos dar nuestra democracia por sentado. Tenemos que ver que nuestros valores son vistos por muchos como una amenaza", ha advertido. "Europa debe apostar por la libertad. Por la paz, por una paz real con justicia, con dignidad y con libertad", ha añadido la presidenta del Parlamento Europeo.