El foco mediático vuelve a Plaza de Castilla con la comparecencia de Begoña Gómez ante el juez Juan Carlos Peinado, tras el aplazamiento de su declaración hace dos semanas. Aunque la mujer del presidente del Gobierno ha accedido en coche a través del garaje, igual que el 5 de julio, las medidas de seguridad vuelven a ser altas en las inmediaciones de los juzgados. Se respira, eso sí, un ambiente más relajado que en la ocasión anterior, con alguna manifestación aislada convocada por Hazte Oír.

El despliegue ha contado con, aproximadamente, diez furgones de la Policía Nacional y decenas de agentes blindando cada entrada. Los periodistas han sido recluidos esta vez en un lugar vallado más pequeño que el de hace dos semanas, muy cerca del carril del autobús. Tras las quejas de los profesionales, los agentes finalmente han cortado el carril bus a esa altura del Paseo de la Castellana (Madrid) para evitar cualquier incidente.

Como ya ocurriera hace dos semanas, y a pesar de que se acordó que sólo accederían a los juzgados los periodistas de agencias, Vito Quiles ha conseguido volver a entrar en las instalaciones como un ciudadano más. Sin embargo, en esta ocasión, el personal de Seguridad del edificio lo ha expulsado de la sexta planta en la que iba a declarar Begoña Gómez.

Gómez, vestida de negro otra vez, ha llegado sobre las 10:12 de la mañana acompañada por cuatro agentes del dispositivo de Seguridad de La Moncloa. Según confirman fuentes presentes, allí había más profesionales de seguridad vestidos de traje que han sido "mucho más amables" que la anterior vez cuando trataron de cambiar de sitio a los periodistas para que no estuvieran frente a la puerta de los Juzgados. Entonces, la decana María Jesús del Barco tuvo que subir a recordar el derecho a la información y a dejar a los profesionales en un lugar con visión suficiente para ver a Gómez entrar.

En el edificio estaba igualmente presente la comisaria María Marcos, jefa del operativo y persona que envió el informe de seguridad a la decana para que la mujer de Pedro Sánchez pudiera entrar por el garaje.

Gómez ha salido del ascensor directa a la puerta de la sala de vistas del juzgado. Ha durado poco más de quince minutos dentro de la Sala, después de acogerse a su derecho a no declarar. Tras ella, comparecerán como testigos el vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid, José María Coello, y su predecesor, Juan Carlos Doadrio, para aclarar extremos sobre la cátedra que codirigía Gómez en el centro, unas citaciones que su defensa ha impugnado al excederse del objeto de la causa.