La causa que mantiene como investigada a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, va complicándose a cada paso que da el juez Juan Carlos Peinado. La declaración del empresario Juan Carlos Barrabés el lunes de esta semana ha puesto en el foco un elemento nuevo: que él se reunió en Moncloa con ella en varias ocasiones, y que Pedro Sánchez estuvo presente, supuestamente, en dos.

Los vínculos entre Gómez y Barrabés eran del todo conocidos, toda vez que la denuncia inicial de este caso, interpuesta por Manos Limpias, se basaba precisamente en eso, en los contratos que Red.es (entidad pública) otorgó al empresario aragonés después de que ella firmara dos cartas de recomendación. Pero lo que no estaba tan presente era la relación entre el presidente del Gobierno y el empresario, al que las acusaciones populares –Vox, Iustitia Europa, Manos Limpias, Hazte Oír, Movimiento de Regeneración Política– han pedido imputar también.

Lo cierto es que, según comentó el propio empresario en su declaración, él conoció antes a Pedro Sánchez que a Begoña Gómez. Fue aproximadamente en 2015, cuando todavía le quedaban tres años para llegar a la Moncloa. El nexo entre ambos, según detallan fuentes conocedoras del mismo, nace en Benasque, el pueblo de Huesca del que es original Barrabés, y donde comenzó su andadura como empresario.

Es en esta localidad donde tejió su estructura empresarial a comienzos de los años 90, montando diferentes negocios de material de montaña, una actividad que ha vertebrado su grupo. En uno de los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que forman parte del sumario, aparecen registradas hasta cinco compañías distintas con sede en Benasque a las que ha estado ligado el empresario (Barrabes Ski Montaña SL, Action & Lifestyle SL, Ediciones Montañas y Hombres SL, Grupo Barrabes Consul SL y Tuca del Mont SL).

Para ir al origen de la relación entre Sánchez y Barrabés hay que retrotraerse, por tanto, al año 2015. En este punto, aparece una tercera persona: Félix Jordán de Urríes, actual director general de la Fundación Deporte Joven del Centro Superior de Deportes (CSD) y que durante cinco años fue concejal en el ayuntamiento de Benasque, donde llegó a ser teniente de alcalde.

De Urríes, afiliado al PSOE desde su juventud, invitó a Sánchez a esquiar allí, tal y como informó El Independiente, llegando a ejercer como su profesor de esquí. En una entrevista con el Diario del Alto Aragón en 2023, admitió que en esa época tenía contacto con el presidente del Gobierno: "Pedro Sánchez había estado en Cerler en 2015, teníamos contacto y que viniera el secretario general del partido a Benasque a apoyarme en la candidatura fue importante".

En esas visitas, datadas a principios de ese año, cuando De Urríes era el candidato socialista a la alcaldía de Benasque, Sánchez mantuvo encuentros con distintos empresarios, tal y como hizo público él en su cuenta de Twitter. Una fecha que coincide con las admitidas por Barrabés en el juzgado.

El vínculo de De Urríes con Sánchez continuó una vez llegó a La Moncloa. Fue designado Director General de la Fundación Deporte Joven el 2 de septiembre de 2020, con un sueldo de 63.000 euros anuales, y llegó a sonar con fuerza para sustituir a finales de 2023 a José Manuel Franco al frente del CSD, algo que finalmente no ocurrió.

Precisamente, una de las ramas que está investigando la UCO son los contratos que Barrabés ha recibido del CSD. En la página de la Fundación Deporte Joven se muestra que, en febrero de este año, las conclusiones del proyecto España Deporte Futuro fueron editadas por el grupo Barrabés (Barrabés.biz / Innova Next, S.L.U.). Según la documentación de la memoria justificativa, éste tuvo un coste total de 869.070,14 euros. En el entorno de Benasque surgieron relaciones, por tanto, entre De Urríes, Barrabés y Sánchez.

La mención de Sánchez al grupo Barrabés

En 2021, en una visita a Aragón siendo ya presidente del Gobierno, Sánchez dejó ver que conocía muy bien el conglomerado empresarial de Barrabés. "Aragón nos brinda un ejemplo muy elocuente de lo que estamos hablando, como el grupo Barrabés, que he tenido la ocasión de conocer en primera persona, que ya sabemos que partió de un negocio familiar y ha dado lugar a un conglomerado de compañías que presentan servicios de todo tipo", dijo en un acto el 22 de enero cuando presentaba el Plan de Recuperación de la economía española.

Barrabés detalló varios encuentros en La Moncloa con Begoña Gómez el pasado lunes que todavía están por esclarecer. Fuentes de las acusaciones populares hablaron de hasta ocho reuniones y dos de ellas con la participación de Sánchez. Por su parte, fuentes de Ferraz perfilaron luego que sólo fue una reunión con el presidente del Gobierno y más empresarios (a la que asistió Barrabés) y otra en la que sí estuvo Begoña Gómez, pero a la que Sánchez sólo se acercó a saludar.

Declaración como testigo de Pedro Sánchez

Nadie a estas alturas descarta que el juez pueda llamar a declarar como testigo a Pedro Sánchez. Y más ahora, que Vox ha anunciado ya que van a pedir la testifical del presidente del Gobierno. La posibilidad existe y la ley lo recoge, pero tiene matices.

Sánchez se libraría de cualquier "paseíllo" porque tiene la potestad de pedir que su declaración sea por escrito. En ningún caso, por tanto, se montaría un dispositivo como el vivido este viernes en los juzgados de Plaza de Castilla. Así lo refleja el artículo 412 de la Ley de Enjuicimiento Criminal (LECrim), que dice que el presidente y los demás miembros del Gobierno "están exentos de concurrir al llamamiento del juez, pero no de declarar, pudiendo informar por escrito sobre los hechos de que tengan conocimiento por razón de su cargo".

En el caso de que fueran hechos que no hubiera conocido Sánchez en el cargo, sino en su vida personal como esposo de Gómez, la situación cambia y el juez podría tener que trasladarse a escuchar al presidente a La Moncloa. "Si fuera conveniente recibir declaración a alguna de las personas [mencionadas] sobre cuestiones de las que no haya tenido conocimiento por razón de su cargo, se tomará la misma en su domicilio o despacho oficial". Aunque, bien es cierto, que la Ley también contempla el derecho de que un testigo no declare en contra de su pareja.

No es muy usual que un juez llame a declarar a miembros del Gobierno como testigo, pero ocurre a veces y en la pasada legislatura hay ejemplos claros. El magistrado instructor del 'caso Pegasus' en la Audiencia Nacional pidió a los ministros cuyos móviles habían sido intervenidos con el virus que acudieran a declarar. Tanto el responsable del Ministerio del Interior, Fernando Grande Marlaska, como la de Defensa, Margarita Robles, decidieron contestar por escrito.

El magistrado José Luis Calama, en ese caso, reiteró a los ministros que les quería escuchar de viva voz porque era de más ayuda para el procedimiento y les ofreció la posibilidad de declarar por videollamada. Ambos lo rechazaron. También el actual ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, hizo el mismo procedimiento por carta, puesto que de él dependía la Seguridad de Moncloa cuando el virus israelí infectó los teléfonos del Gobierno.