Junts tumba la senda de estabilidad del Gobierno, el paso previo necesario para iniciar la elaboración de los Presupuestos de 2025, lo que supone la devolución al Gobierno de las metas de déficit y deuda, así como del techo de gasto de 2025 al que acompañan.

De esta manera, el Pleno del Congreso ha rechazado este martes los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de las administraciones, con 178 votos en contra, 171 a favor y ninguna abstención.

El anuncio de Junts se ha producido poco después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, asegurara en el pleno que las cifras del Ejecutivo "hacen imposible justifica un voto en contra de la senda de estabilidad".

Cruset, en declaraciones a los medios en el patio del Congreso, ha justificado este rechazo por la baja ejecución de presupuestos anteriores en Cataluña y ha explicado que el Gobierno no podrá contar con los siete votos de Junts para la tramitación de los Presupuestos hasta que esta situación se revierta.

Este rechazo complica el calendario presupuestario, ya que obligará al Gobierno a aprobar una nueva senda en Consejo de Ministros para su posterior remisión al Congreso y, si resulta aprobada, al Senado. En caso de ser rechazada por la Cámara Alta, tendrá que volver al Congreso para que levante el veto.

Según ha explicado, su formación pedía que en estos objetivos de estabilidad presupuestaria se dotara de una décima más de déficit a las comunidades autónomas, de tal manera que estas tuvieran más capacidad y más recursos económicos.

"Pero no ha habido absolutamente ningún cambio", ha lamentado el portavoz adjunto de Junts, tras criticar que el Gobierno no entiende que no cuenta con mayoría absoluta en el hemiciclo, y que, por tanto, necesita de otros grupos políticos, en este caso de los 7 votos de Junts, para sacar adelante sus iniciativas.

"Es evidente que mientras no cambie esta realidad, que hemos expuesto a este déficit de ejecución de presupuestos que tanto perjudica a Cataluña, el Gobierno no puede contar con los siete votos de JuntsxCat para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado del ejercicio 2025", ha señalado Cruset.

El calendario presupuestario se complica

De acuerdo con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el rechazo de la senda de estabilidad obliga al Gobierno a aprobar, en un plazo de cuatro semanas, unas nuevas metas para su posterior remisión al Congreso, que la próxima semana inicia su parón de agosto.

En caso de que esa segunda senda resultara aprobada, tendría que pasar al Senado, donde todo apunta a que sería rechazada con la mayoría absoluta del PP, lo que obligaría a devolverla al Senado para que levante ese veto, un proceso que llevaría varias semanas.

Hasta que no haya una senda de estabilidad el Gobierno no puede presentar los presupuestos de 2025, algo que debería hacer antes de final de septiembre para que se tramiten en las Cortes en los últimos tres meses del año y entren en vigor el 1 de enero próximo.

El Gobierno no ha aprobado ningunos presupuestos en esta legislatura, ya que renunció a presentar los de 2024 tras la convocatoria de elecciones en Cataluña, ya que esto complicaba la negociación con sus socios.