Es la escalinata más oficial de Euskadi, la que suben autoridades y políticos que acuden a visitar al lehendakari o a jurar un cargo. Hubo un tiempo en el que el Palacio de Ajuria Enea fue también la residencia oficial de la máxima autoridad política vasca. En él vivieron Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe y Patxi López. Iñigo Urkullu no quiso abandonar su casa. Tampoco lo hará su sucesor. El palacete de 1920, antigua residencia del industrial vizcaíno Serafín Ajuria, nunca fue acogedor para el día a día de una familia. En los últimos años su uso se fue reduciendo, cada vez más esporádico como sede e imagen del Gobierno, reservado para ocasiones especiales y lejos de su utilización tiempos atrás. Pero el nuevo lehendakari se ha propuesto recuperarlo y 'regresar' a Ajuria Enea.

Lo ha hecho para valerse del palacio vitoriano como el mejor aliado para reforzar su imagen institucional, su presencia como lehendakari ante la sociedad vasca. El nuevo líder político vasco sigue siendo un gran desconocido para una parte importante de los vascos y arroparse de la institucionalidad que le imprime un lugar como Ajuria Enea, donde se firmaron acuerdos importantes y se vivieron algunos de los momentos más relevantes de la historia reciente del País Vasco, ayuda.

Desde que juró el cargo, Imanol Pradales apenas ha salido del Palacio de Ajuria Enea. Ha celebrado en él los grandes actos del primer mes de mandato desde que asumió la ‘makila’ o bastón de mando el pasado 22 de junio ante el Arbol de Gernika. En estas cinco semanas como lehendakari ha celebrado en Ajuria Enea la jura de sus consejeros y consejeras, las recepciones a los representantes políticos, sindicales, empresariales y sociales y el viernes recibió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Hasta ahora, tan sólo Adolfo Suárez y José Luis Rodríguez Zapatero habían sido recibidos en Ajuria Enea, por Garaikoetxea y López, respectivamente.

Pero en este periodo de arranque de la legislatura, además de romper el uso que en mandatos anteriores se dio a Ajuria Enea, Pradales también ha intentado revertir tendencias. Lo ha hecho en un intento por recuperar sintonías rotas. La primera que se escenificó fue la de Pradales y el líder de la oposición en Euskadi, el portavoz de EH Bildu, Petxo Otxandiano. El lehendakari había evitado iniciar una ronda de partidos antes de ser proclamado, gesto que fue afeado por la izquierda abertzale.

Retomar y recomponer relaciones

Pero en la primera cita con Otxandiano ambos han reconocido que hay ‘sintonía’ y confianza como para engrasar una relación que años atrás se había enfriado entre Urkullu y la coalición que lidera Arnaldo Otegi. Incluso se ha logrado reconducir la sintonía en una de las cuestiones que más les había distanciado: la sanidad pública vasca. Otxandiano se ha comprometido con Pradales a no hacer sangre, a no bloquear la recuperación de Osakidetza y a sacarla incluso de la disputa presupuestaria. También a entablar una relación preferente para acordar cuestiones en materia de autogobierno. Por el momento, la legislatura acaba de iniciarse y el paso del tiempo y la disputa política deberá ratificar los buenos propósitos.

También ha llegado un cambio de relación con los sindicatos, fundamentalmente con los nacionalistas. La ruptura de relaciones entre ELA y LAB y el anterior Gobierno vasco Pradales quiere reconducirla. Hacía diez años que el lehendakari Urkullu no recibía a ELA, el principal sindicato vasco. El alto grado de confrontación promovido por la central le había alejado del Gobierno, que siempre reprochó a ELA estar tensionando de modo artificial las relaciones laborales. En la ronda de contactos abierta en los primeros días de su mandato, la central nacionalista, en otro tiempo afín al PNV, se felicitó de la reunión pero recordó a Pradales que no le hará modificar la política de lucha basada en las movilizaciones laborales que tanto criticó Urkullu.  

Junto a todo ello, Pradales ha acelerado la puesta en marcha de los contactos con el Gobierno de España y ha urgido a sus consejeros a dar pasos y mostrar resultados cuanto antes. Este viernes Pradales recibió a Sánchez en Ajuria Enea. Lo hizo en un gesto que se interpretó como una recuperación de la sintonía perdida en los últimos años entre ambos gobiernos. Fueron dos horas de reunión en un clima de sintonía y acercamiento y que ambos líderes quisieron presentar como una cita para reforzar su "voluntad de colaboración y cooperación". Sobre la mesa, viejas cuestiones que enfrentaron al Ejecutivo de Sánchez con Urkullu; como el retraso en las obras del Tren de Alta Velocidad, la demora en el cumplimiento de las transferencias pendientes del Estatuto vasco o el impulso al euskera.

Además de haber logrado romper una sequía de dos años y medio en los encuentros entre Sánchez y Urkullu -su última reunión se remonta a marzo de 2022-, el pasado miércoles el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, rubricó el primer gran acuerdo de la legislatura para el Gobierno vasco. Fue la cesión de las competencias de seguridad ciudadana en puertos y aeropuertos a la Ertzaintza. El compromiso, recogido dentro del acuerdo PNV-PSOE para investir a Sánchez, supone la primera materialización del cumplimiento del listado de materias pendientes de transferir recogidas en el Estatuto de Gernika.

Primeros acuerdos

Pradales ya ha avanzado que será su prioridad, que mientras al Parlamento Vasco le corresponderá la aprobación de un nuevo modelo de estatuto vasco que sustituya al de 1979, será él quien lidere el cumplimiento del Estatuto pendiente. Faltan algo más de una veintena de materias por transferir. Será este martes 30 cuando la consejera María Ubarretxena se reunirá con el ministro de política Territorial, Angel Víctor Torres, en el seno de la comisión bilateral de transferencias, para reactivar la cesión de competencias a Euskadi. Sobre la mesa, media docena de ellas ya tienen un borrador remitido hace meses por el Ejecutivo de Urkullu y sobre los que el Gobierno central aún no se ha pronunciado.

El único revés importante en este mes lo recibió Pradales el miércoles, cuando el Tribunal Supremo suspendió cautelarmente el traspaso de la homologación de títulos extranjeros. Varios colegios profesionales, como el de médicos y dentistas, habían recurrido la medida por considerar que era discriminatoria al acortar homologaciones respecto a otras zonas. El traspaso se formalizó antes de las elecciones autonómicas - junto a la acogida de refugiados y el servicio de Cercanías-. Con él se confiaba en que a partir del 1 de julio se pudiera acelerar el proceso de homologación que, entre otras medidas, agilizaría la contratación de médicos extranjeros, profesionales de los que está muy necesitada la sanidad vasca. Ahora, alrededor de 200 solicitudes que ya se habían presentado se quedan en el aire.

Es sólo el primer mes pero Pradales ya ha querido marcar diferencias con Urkullu. Lo ha hecho con el 'regreso' a Ajuria Enea y con el intento de reversión de relaciones rotas o maltrechas. Sólo es el inicio. Mientras, su predecesor, tras doce años en el cargo que ahora él ocupa, ya tiene el horizonte definido. Urkullu ultima la conformación de una fundación que presidirá, dedicada a dinamizar el entendimiento entre agentes público y privados en el entorno europeo. El proyecto, cuya denominación podría ser 'Bask-Atlantik', también aspira a reforzar el peso de Euskadi en Europa y convertirla en un referente en el impulso de políticas de desarrollo humano sostenible y los objetivos de bienestar de Naciones Unidas.