Es un "no caso". No hay nada. Pedro Sánchez se mantiene en que la investigación judicial sobre su mujer, Begoña Gómez, no tiene fundamento ninguno y es una fabricación que busca erosionarle, alimentada por una derecha que "fabula" porque no encuentra cómo hincarle el diente en su labor de oposición. Y por eso entiende que ha dado ya todas las explicaciones públicas necesarias y que no es necesario dar más.

Este 31 de julio, su rueda de prensa de balance del curso político estuvo colonizada, en las preguntas de los periodistas, por su declaración ante el juez Juan Carlos Peinado de ayer martes y la investigación judicial contra su esposa y por el preacuerdo con ERC para la investidura de Salvador Illa. Pero evitó dar novedades en ambas cuestiones.

Los informadores le inquirieron si tuvo conocimiento de las reuniones de su mujer con Juan Carlos Barrabés, profesor del máster de la cátedra que ella dirigía en la Universidad Complutense. Si participó en alguno de esos encuentros con el empresario, ya imputado por el juez. Si tuvo conocimiento de las declaraciones de interés que su mujer firmó para apoyar a Barrabés en la adjudicación pública de Red.es. Sánchez respondió que había dado ya explicaciones políticas —se refería a su comparecencia en el Congreso del pasado 22 de mayo— y que no tenía "más que añadir". Es un "no caso", sostuvo, derivado de la "frustración e impotencia de una oposición que ha renunciado a la batalla legítima de las ideas, a poner encima de la mesa un proyecto político".

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