El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta su segunda jornada de gira por África con la contención de las salidas migratorias como objetivo propuesto. Tras su paso por Nuakchot (Mauritania), donde este martes por la tarde se reunió con el presidente Mohamed Ould Ghazouani, este miércoles Sánchez ha viajado a la capital de Gambia, Banjul. Ya ayer, bajo ese objetivo migratorio, el jefe del Ejecutivo hizo una proposición que ha generado estupor entre los partidos de la oposición. Especialmente en el PP. El socialista quiere impulsar el reforzamiento fronterizo, la migración circular y temporal asociada a puestos de trabajo, y regularizar los canales de migratorios para atajar la irregularidad. Y queda fijada la primera cumbre con el país para 2025. Asimismo, dotará de 500.000 euros a Mauritania para formación en defensa y seguridad de la OTAN.

Tras ser recibido en el aeropuerto de Banjul por altos mandatarios gambianos, y acompañado por la ministra de Seguridad Social y Migraciones, Elma Sáinz, el dirigente español hizo una breve declaración institucional. Éste reafirmó esa propuesta migratoria, para que "todos los actores implicados" en este "reto transnacional participen y colaboren". Sánchez sostuvo que la colaboración de las fuerzas de seguridad españolas y las autoridades gambianas está siendo "muy fructífera". Y reivindicó "la alianza por la seguridad" y contra "las mafias" en "la lucha contra la inmigración irregular".

En ese sentido, y minutos antes de dirigirse hacia el palacio presidencial para citarse y comer con el mandatario Adama Barrow, Sánchez dio cuenta de dos acuerdos que se rubricarán esta tarde. El primero, es "la firma de un nuevo memorándum" que garantice "la inmigración segura, ordenada y la unidad" en ello de ambos países. Por otro lado, se fortalecerá "la cooperación contra la delincuencia" con la renovación de otro documento. Asimismo, Sánchez remarcó el deseo de ampliar esos lazos y seguir fortaleciéndolos en otras áreas como "el comercio, el cambio climático, el turismo y la educación". Y fijar el Sahel como prioridad de un nuevo desarrollo estratégico de España en África. También en Gambia.

Tras su encuentro con Barrow, Sánchez viajará a Dakar (Senegal), último punto de la gira africana emprendida ayer en plena crisis migratoria que azota a España. Especialmente a Ceuta y las Islas Canarias. En ambos enclaves la sobreocupación de espacios de atención a inmigrantes irregulares triplica la capacidad. Y en lo que va de año, respecto a 2023, se han incrementado en un 66% las llegadas.

Ante los anuncios de Sánchez, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, le ha tachado de promotor de la inmigración irregular y ha reivindicado una asociada a un contrato de trabajo. Respecto a un acuerdo de Estado para atajar la problemática, tanto PSOE como PP siguen distanciados. Los populares exigen intensificar la presencia de fuerzas policiales en las fronteras y dotarles de medios en origen. También la persecución de las mafias, ir de la mano con la UE y dotar a las comunidades de un fondo de contingencia económico y negociar los traslados de migrantes sin imposiciones. El Gobierno, en cambio, se limita a esperar un sí "por responsabilidad" para modificar la Ley de Extranjería tras decaer esa propuesta en julio por la negativa del PP.