Los colores del gran collar de la Justicia ya tiene cuello en el que ser lucidos y eso se nota en el ambiente judicial. A partir de este lunes se retoma la actividad en tribunales como el Constitucional que verá el primer filtro de los recursos y cuestiones contra la Ley de Amnistía desde el martes. El exministro de Justicia Juan Carlos Campo será apartado de las deliberaciones, según aseguran fuentes del órgano, y a partir de ahí empezarán a estudiar la norma que devolverá los focos sobre un tribunal para el que su presidente, Cándido Conde-Pumpido, ha pedido mucho respeto en los últimos días.

La pasada semana fue muy intensa en cuanto a 'saraos' judiciales en los que los togados se relacionaban entre sí y hablaban con periodistas. Vuelve el tiempo de crear vínculos y de postularse porque con un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) renovado, todas las carreras de los grandes magistrados vuelven a punto de ebullición. La nueva presidenta del CGPJ y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, ilusiona y crea expectación a partes iguales sobre cómo gestionará las negociaciones de las más de 100 plazas que deben renovarse en la cúpula judicial.

"Ya estamos todos en el camarote de los hermanos Marx", decía una fuente del Tribunal Constitucional sobre la llegada de José María Macías. Allí, también están al completo. Por fin, 12 magistrados, y no 11, tendrán que enfrentarse a un nuevo curso plagado de sentencias importantes como la de la Ley de Memoria Histórica o la Ley Trans. Las mayorías han cambiado ligeramente con la entrada del nuevo conservador. "Ahora en vez de 7-4 dirán 7-5", bromeaba un togado sobre la división de bloques del tribunal.

Unas expresiones que no gustan al presidente Conde-Pumpido quien trata de poner líneas rojas a las críticas externas, no sólo en público con el discurso del pasado viernes en la toma de posesión de Macías ("el Tribunal merece y reclama el máximo respeto político e institucional a sus decisiones y a su independencia"), sino también en privado donde se ha esforzado en defender estos días a todos los togados, explicando que no hay dudas sobre el reconocido prestigio de ninguno y prueba de eso es que la mitad ha sido vocal del CGPJ, por lo que el propio Parlamento ha dado el plácet a su valía.

Alguno comparaba el pleno que se inicia este martes con el inicio de la temporada taurina. "Llevo toreando muchos años", decía. La plaza de toros se inaugura con un cabeza de cartel: la ley amnistía. En este primer pleno no habrá grandes discrepancias, según vaticinan distintas fuentes internas. Campo quiere apartarse por haber participado en la redacción de los indultos como ministro de Justicia y sus compañeros votarán a favor. "Pero ya no dejarán apartarse a nadie más", dice una fuente.

Este juego de equilibrios es muy importante de cara al recurso que ha interpuesto el Partido Popular contra la ley y cuya admisión se verá también el próximo 24 de septiembre. El partido ha señalado su intención de recusar a Laura Díez, por haber formado parte del gabinete del ministro Félix Bolaños, y al propio Pumpido porque él mismo dio un paso a un lado en la fase final de recursos del procés. Fuentes del órgano señalan, en cambio, que no ven esto motivo suficiente para que dos magistrados tengan que quedar al margen de la deliberación. Lo mismo ocurre con Macías quien se ha pronunciado públicamente sobre la inconstitucionalidad de la ley, pero ni siquiera él mismo ve esto argumento de peso para borrarse.

A él le ha tocado la ponencia del recurso del PP y a Ricardo Enríquez la de la cuestión de inconstitucionalidad que presentó el Tribunal Supremo (que se admitirá este martes) y que alega que la norma del perdón contraviene un principio básico en la Constitución: la igualdad entre todos los españoles. Por su parte, a Laura Díez le ha caído la ponencia del recurso que ha presentado la Comunidad Autónoma de Aragón. También Madrid y otras autonomías gobernadas por el PP anunciaron recurso, si bien tienen hasta este 11 de septiembre para poder presentarlo formalmente.

Este será el punto de partida para conocer la dimensión de cuántas sentencias vendrán a cuenta de esta ley. El trámite de admisión será fácil, lo complicado vendrá cuando se empiece a analizar el fondo del asunto. Para eso, las fuentes consultadas calculan de "seis meses a un año". Mientras tanto, la Fiscalía tendrá que pronunciarse únicamente de la cuestión de inconstitucionalidad, no de los recursos porque así lo dice la norma.

Encaje de bolillos

El CGPJ también pondrá fecha a su primera reunión con la presidenta esta semana, previsiblemente este viernes o el próximo lunes. En ese primer pleno, Perelló tendrá que proponer a su candidato o candidata para la vicepresidencia del alto tribunal. El sector conservador ha expresado su intención de barrer para casa y que, con una presidencia progresista, el 'número dos' sea de la otra sensibilidad.

Era curioso ver cómo la pasada semana el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, se congratulaba de la magistrada a la que "ya conocía" de antes y la vendía como una jueza "de marcado carácter progresista", mientras el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, hacía lo propio y se daba golpes de pecho con el hecho de que Perelló hubiera estudiado en la misma universidad que él en Santiago de Compostela.

Candidata de unos y de otros, candidata de todos que además de ser "empática" y "discreta", como la han alabado sus compañeros, es "directa" como se definió ella misma. Su discurso el pasado jueves tuvo palabras gruesas para los políticos ("ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados sobre cómo han de interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico") y esto gustó mucho en el Tribunal Supremo. "Ha sido muy valiente. Es lo que necesitábamos", expresaba un magistrado de la Sala de lo Penal.

Su capacidad negociadora se pondrá a prueba a partir de ahora. "¿Cómo ha sido el encaje entre todos los vocales?", preguntaba una periodista el día de la toma de posesión de Perelló. "De bolillos", contestaba un vocal. Las relaciones entre progresistas y conservadores están cogidas por alfileres y todos saben que es el momento de poner a prueba las costuras de una Institución que quieren volver a prestigiar.

El miedo que algunas fuentes conservadoras confiesan en privado es la influencia que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pueda tener sobre ella. Ya no es que se hayan conocido en Barcelona y hayan compartido sentencias en la Sala Tercera del Tribunal Supremo, si no es que son "muy amigas" hasta el punto de que Robles es madrina de la hija de Perelló. Así lo cuentan fuentes cercanas a ambas, si bien otras voces recelan de cualquier influjo y aseguran que la nueva presidenta del CGPJ ni se casa con nadie ni es "nada sectaria".