Un encuentro casual con el PP. Es la conclusión y el mensaje que trasladan internamente desde el PNV para restar importancia a la coincidencia sobre Venezuela que ayer acreditaron ambas formaciones durante el debate de la primera sesión plenaria del curso en el Congreso de los Diputados. Sobre el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente venezolano electo tras los comicios del 28 de julio, y a petición del PP. Este miércoles, tanto la fuerza vasca como los populares, lo dejarán patente con el voto favorable a la iniciativa en una nueva sesión donde todas las iniciativas se someten a consulta de forma acumulada. Tendrán el respaldo añadido de Vox, Coalición Canaria y UPN, quienes coinciden en el apoyo a la oposición venezolana que encabeza la política inhabilitada María Corina Machado.

Precisamente, el papel de esa oposición venezolana ha sido determinante para que los jeltzale perfilen su decisión tras semanas jugando con las dudas. En ningún caso, acreditan, esto puede leerse como un acercamiento al PP de Alberto Núñez Feijóo, quien lleva tanteando a los vascos desde el año pasado. Aunque de forma intermitente por la lealtad fijada por Andoni Ortuzar con el Gobierno central de Pedro Sánchez. Fuentes del PNV próximas a la adopción de esa posición de voto positiva con la propuesta del PP, afirman que en ella no ha influido Génova ni ninguno de sus principales representantes. Básicamente, dicen, porque "no ha habido ningún contacto" entre los grupos políticos para ello. Los peneuvistas limitan la decisión a las conversaciones "recientes" mantenidas con figuras de la oposición venezolana, sin detallar nombres.

La línea que trasmiten fuentes del PNV coincide además con la de Vox, que sin negociar explícitamente con el PP, según explicaron desde el partido el lunes, reafirma ese compromiso con la oposición. "Hay contacto regular, y nos piden que votemos a favor", destacaron fuentes del partido de Santiago Abascal. La influencia del entorno de Machado en estas formaciones se está haciendo notar. Particularmente, en el PP rechazan esas versiones. Y, aunque no se aclara si ha habido diálogo explícito sobre esta proposición no de ley, que no tendrá carácter vinculante, solo político, fuentes nacionales de la formación insisten en que siempre hablan con todos los grupos salvo con EH Bildu. No se matiza si ese "siempre" engloba a esta cuestión también.

Incluso, pese a la coincidencia, el PNV marca distancias con el PP en este asunto. Su portavoz parlamentario, Esteban, trasladó el motivo por la mañana en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. "Nosotros tenemos claro que vamos a estar siempre frente a la represión, la dictadura, el oscurantismo y frente a Maduro, al que no se puede dar ni un centímetro". Pero, a juicio de Esteban, el PP utiliza la coyuntura venezolana para incrementar su choque contra el Gobierno. Les pidió que sepan entender "el momento" y "manejar la situación". Porque "sobran discursos zafios y rebasar las líneas que no tienen sentido, mirando más a la política interna que a la restauración de la democracia en Venezuela". En ello insistiría por la tarde durante el debate parlamentario. De hecho, entiende la postura del PSOE, que evita ese reconocimiento a González Urrutia hasta que no haya publicación expresa de las actas. Porque "podría perjudicar la posición de intermediación que está llevando a cabo España y se ha demostrado eficaz a la hora de dar asilo" al líder opositor.

En ese sentido, antes del pleno, fuentes del PNV alertaban del tono que, a una cuestión seria y de corte internacional, podría dar la portavoz adjunta del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. Figura dura dentro del núcleo popular, rescatada para esta nueva etapa parlamentaria de Feijóo y cuyos posicionamientos antinacionalistas alejan a los vascos de esa parte del PP. El propio Esteban parecía dirigirse hacia esa crítica a la popular, al mencionar en su intervención previa a la Junta de Portavoces del martes que hay gente especializada en ser patosa y en echar un tronco en medio de la corriente para que las cosas no discurran como se esperaba". Ya en el debate, Álvarez de Toledo se ha limitado a cargar contra el Gobierno y sus socios de izquierda. Y ha agradecido a los partidos que apoyarán la votación. Lo que puede leerse como desde un toque de atención interno, hasta el deseo de enmarcar en el polo negativo al PSOE.

Sin variación en las mayorías

A diferencia de Junts, que ya ha advertido de que se descolgarán de cuestiones tan determinantes como los Presupuestos y que abogan por la presión al Gobierno apoyando iniciativas del PP, aunque sin adherirse a una dinámica de acuerdos, el PNV sigue comprometido con la mayoría del bloque de investidura. De ello dan constancia fuentes parlamentarias del PSOE, que justifican esta puntualidad la posición histórica del PNV con la democracia en Venezuela. "No nos ha extrañado para nada", indican.

El compromiso de los vascos se da por acreditado por varios motivos. El primero, los compromisos adquiridos en el pacto de investidura y su demanda de materialización de los mismos. Recientemente, los vascos han recordado el plazo fijado de dos años para cumplir el Estatuto de Gernika, en el que hay contempladas más de una veintena de materias que singuen sin transferirse. Entre esas, demandan la cesión del régimen económico de la Seguridad Social. Además, se quiere avanzar hacia el derecho a decidir, tal y como publica este medio. El segundo motivo, es la relación tejida desde 2018 tras la moción de censura a Mariano Rajoy. Pese a que había disposición previa a aprobar sus presupuestos días antes. El distanciamiento de los populares, llevó a un acercamiento implementado con el PSOE. Que se consolidó con la reedición del pacto autonómico de coalición vasco. El cuál, este año, se ha vuelto a dar por tercera vez consecutiva.

La relaciones entre Génova y Sabin Etxea no pasan por su mejor momento

En tercer lugar, hay disposición, a diferencia de otros grupos que sustentan esta petición sobre González Urrutia, de sacar adelante unos nuevos Presupuestos. Todo, pese a su dificultad. Insisten en la necesidad de aprobarlos a diferencia del PP, que, como trasladaba su responsable económico en una entrevista concedida a El Independiente, está centrado en su propuesta alternativa para cuando lleguen al Gobierno. Ello permitirá ajustar los objetivos económicos de Euskadi. Aunque desde el partido, Ortuzar, su presidente, ha pedido "no dramatizar" si se requiere de una prórroga de los actuales.

En cuarto lugar, Vox está a las antípodas del PNV, sigue siendo fundamental para el PP a la hora de estructurar sus mayorías pese a la tensión de relaciones. Y eso, como lo fue para rechazar la investidura de Feijóo en septiembre del año pasado, sigue siendo un obstáculo. La postura migratoria, de concepción del Estado o en torno a los partidos nacionalistas e independentistas, para quien pide su ilegalización, justifican esa negativa. Y hay que recordar que la dependencia del PP con Vox aún se extiende a nivel municipal, donde permanecen las alianzas. Y en el contexto autonómico, la dependencia es patente para sacar adelante medidas.

Si bien Feijóo abrió en julio la puerta a negociaciones y desbandadas puntuales de los jeltzale en materia económica, industrial y energética, dejando solo a Sánchez con sus socios más ubicados a la izquierda. O también con el rechazo a prolongar los impuestos a la banca o a las energéticas, otro obstáculo que tendrá la constitución de los Presupuestos de 2025. Las relaciones entre Génova y Sabin Etxea no pasan su mejor momento. El ataque asiduo al PNV desde su rechazo a apoyar a Feijóo en la investidura no ha contribuido a tender esos puentes por los que puntualmente se aboga desde Génova. De hecho, por el respaldo continuo al PSOE se hace mella en la "subordinación" de los vascos a Sánchez. Y eso no gusta.

La insistencia ello del portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, intensificó en la previa de apertura de curso los rifirrafes con el PNV. En la última convocatoria de la Diputación Permanente, el popular sugirió que los vascos protegían a Sánchez y al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para evitar sus comparecencias sobre el posicionamiento del Gobierno con Venezuela tras las polémicas elecciones. "Explíquenles a sus votantes por qué hoy no van a apoyar nuestra petición. Les he dejado sin excusas", dijo Tellado al diputado Mikel Legarda. Ya fuera del encuentro, por X, Esteban le reprochó, como este martes recalcó, la utilización partidista de Venezuela.

"Os importa una higa. Simplemente la utilizáis para fisurar el bloque de Gobierno. Maduro es un dictador pero vuestra solicitud de comparecencia no aporta nada. Si con tweets como este queréis lograr el voto del PNV a futuro... Torpe, que eres un torpe", apuntó Esteban, reflejando el estado de las relaciones entre partidos. Lejos de quedar ahí, Tellado contestó un día más tarde. Precisamente desde San Sebastián, en un encuentro con el barón autonómico, Javier de Andrés. "Es imposible distinguir al PNV de EH Bildu", comentó Tellado, al tiempo que insistía en esa "dramática subordinación". "Son lo mismo, porque votan lo mismo y apoyan lo mismo". Le han "alquilado el PNV al PSOE", concluyó reflejando la escasa disposición a tender puentes.

En lo que va de año, el PNV se ha mantenido fiel a la mayoría de investidura salvo con algunas abstenciones y negativas. Como el rechazo a la creación de un sistema dirigido a "mejorar" la información económica con la que se negocian los convenios colectivos provinciales y regionales, de Sumar. O la abstención la que permitió la aplicación de exenciones fiscales a jóvenes hasta los 34 años en sus primeros años de vida laboral [junto a Junts]. La proximidad vista por Feijóo es cuestiones económicas es clara.