Balqís, que durante 13 años ha sido la librería de la Casa Árabe, acaba de echar el cierre. La institución que dirige Irene Lozano, la biógrafa de Pedro Sánchez, se queda sin librería mientras apuesta por ceder espacios a empresas como Cervezas Alhambra.

“Así se queda el espacio al que he dedicado 13 años de mi vida. Habitaron estas baldas miles de libros con el propósito de acercar una cultura. Creo que esta semana Cervezas Alhambra ocupará el espacio de Casa Árabe. Centros culturales sin cultura pero con cervezas, así vamos”, ha anunciado la librería en su cuenta de la red social X. Fuentes de Casa Árabe confirman el cierre de la tienda pero aseguran que el espacio quedará vacío hasta que se adjudique el local a una nueva librería en virtud de una licitación. Cervezas Alhambra, entretanto, ocupará el espacio exterior de la institución hasta octubre.

Balqís, que se había convertido en una referencia para ensayos y literatura de Oriente Próximo y el norte de África, ocupaba un espacio en el interior de Casa Árabe junto al salón de actos. Ahora, según sus responsables, se trasladará a un local en el centro de Madrid aún por anunciar. “Seguiremos luchando por este sueño”, avanzan. Decenas de comentarios han lamentado este cierre, vinculado a la gestión de Lozano. Otras iniciativas de Casa Árabe han corrido la misma suerte como el primer restaurante del proyecto Acoge un Plato de CEAR, abierto en 2021 en la terraza de Casa Árabe en Madrid con la misión de lograr la inclusión social y laboral de personas solicitantes de asilo, apátridas y migrantes con necesidad de protección internacional o en riesgo de exclusión social.

Lozano, ex diputada de UpyD y el PSOE y quien fuera además secretaria de Estado del difunto España Global, llegó a la institución en noviembre de 2021, sin vinculación conocida con el norte de África y Oriente Próximo ni con la esencia de la institución: ser el centro estratégico en las relaciones de España con el mundo árabe.

Su sorpresivo nombramiento -que cerró la puerta a un diplomático con veteranía y conocimiento en la región- fue el primer jarro de agua fría para quienes trabajan en Casa Árabe. Desde hace meses el malestar interno empieza a ser un clamor: el proyecto languidece y Lozano es una directora ausente, más preocupada por sus columnas en medios, sus libros con Sánchez o sus retuits de la cuenta del presidente.

El otrora empuje de la institución ha dado paso a un repliegue, una decadencia perceptible por sus funcionarios. En su último resumen ejecutivo, no obstante, se vende el renacimiento de la institución bajo el mandato de Lozano: "El nuevo impulso de Casa Árabe se ha caracterizado por un trabajo de conceptualización, reorganización, rearticulación y avances en todos los campos donde Casa Árabe actúa".

Inquieta, además, la cercanía a Marruecos y su embajada, en línea con el giro del Gobierno de Sánchez en el contencioso del Sáhara Occidental. El pasado diciembre fuentes del Tribunal de Cuentas consultadas por este diario aseguraron que no existía ninguna fiscalización en curso de la Casa Árabe. En 2023 Casa Árabe dijo haber organizado 193 actividades. En los últimos meses del año pasado el equipo de Lozano sumó la contratación de un gerente, un "captador" de fondos europeos y un responsable de comunicación digital.  En X Lozano alterna algunos de los actos que preside en Casa Árabe -retuits en su mayoría de la cuenta del organismo- con los retuits de los mensajes de Sánchez y de sus columnas en medios de comunicación.