Choque entre Génova y la Comunidad de Madrid a cuenta de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales tal y como propone el Gobierno. Aunque en el cuartel general de los populares no son unos entusiastas de esta medida, en los últimos días han abierto la puerta a ese debate siempre y cuando tenga el aval de la patronal, pacto que a día de hoy no se ha producido entre los agentes sociales.

Mientras Alberto Núñez Feijóo habla de incorporar principios de flexibilidad a esa jornada laboral para trabajar, por ejemplo, un día menos a la semana, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local del Gobierno de Ayuso, Miguel Ángel García Martín, se ha mostrado total y completamente contrario argumentando que en un país que, "desde luego necesita mejorar la competitividad y la productividad", la reducción de la jornada "va en contra de los autónomos y de las pymes".

Además, la dirección nacional del PP guarda el recuerdo del rechazo a la reforma laboral de 2022, avalada por la CEOE. Entonces presidía el partido Pablo Casado y Feijóo, desde Galicia, no ocultó su disconformidad por el rechazo a una propuesta producto de un acuerdo en l mesa del diálogo social y que estuvo a punto de naufragar en el Congreso si no se hubiera equivocado el diputado popular Alberto Casero a la hora de apretar el botón de la votación.

No es el de las 37,5 horas semanales el modelo del PP. Ellos prefieren más hablar de flexibilidad y de aplicación según los sectores productivos y, precisamente esta cuestión ocupará un epígrafe de la Ley de Conciliación que tienen previsto llevar al Congreso la próxima semana. En distintas entrevistas, el líder del PP se ha abierto a contemplar cambios en la jornada laboral de los trabajadores. Lo lo ha hecho incluso en el amplio reportaje que le dedica el último número de la revista Vanity Fair. "El objetivo debe ser trabajar cuatro días a la semana, pero España tiene un problema de productividad", dice en dicha publicación.

En cambio, García Martín ha insistido, aún a sabiendas de que la dirección nacional del PP se abre a esta idea, en que España "no es una isla y tiene que competir con otros países, con otros mercados". "Creo -ha agregado- que una medida como la reducción de la jornada laboral no va en la buena dirección".

Las críticas al nuevo discurso social de Núñez Feijóo no tienen tampoco el respaldo de la ex presidenta de la comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, siempre partidaria de dar la batalla de las ideas frente a la izquierda. En su cuenta de Twitter, califica de "error" el nuevo discurso social del líder del PP, a pesar de haber conseguido imponer la agenda política para hablar de conciliación.