En breve arrancará en el Parlamento Europeo las hearings -en términos de la Eurocámara- o audiencias con los miembros del colegio de comisarios anunciado por la presidenta Úrsula Von Der Leyen, con la todavía vicepresidenta española Teresa Ribera ocupando un lugar destacado de ese organigrama. Pero para que culmine tanto su elección como la del resto del ejecutivo comunitario, antes debe someterse a las cuestiones que quieran plantearle los eurodiputados en las respectivas comisiones donde deben comparecer y es ahí donde los populares españoles la esperan con los cuchillos afilados.

"Vamos a ser muy duros", admiten sin ambages a El Independiente en la dirección parlamentaria de los populares españoles en Estrasburgo. La estrategia confesada que persiguen con Ribera es intentar llevarla a la llamada 'repesca', esto es, hacerle pasar dos veces por el escrutinio de sus señorías y, ya de paso, cuestionar si incurre en conflicto de intereses por la actividad de su esposo, Mariano Bacigalupo, consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sometida a un proceso de entres tres y cuatro horas de duración en el que deberá responder a sus interpelantes, los representantes del PP en la comisión de Asuntos Económicos no se lo van a poner fácil y ya vaticinan exigirán una segunda comparecencia para más aclaraciones con las que evaluar su idoneidad.

Ya hace tiempo dejaron claro los populares su rechazo a que Ribera, -a quien consideran poco menos que una talibán medioambiental- se ocupe de la agenda verde de la Unión Europea con el efecto contraproducente que creen pueda tener para el sector agrario, ganadero y pesquero. "Una mala ministra para España no pude ser una buena comisaria", arguyó recientemente el portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado.

Simultáneamente, la Comisión de Asuntos Jurídicos es la encargada de fiscalizar las declaraciones de intereses de los futuros comisarios y si existe algún tipo de conflicto con el que va a ser su futuro desempeño, incluyendo la actividad de los cónyuges o parejas para evitar algún tipo de colisión con los intereses de la Unión. Formar parte del consejo de la CNMV, como es el caso del esposo de Ribera, según consideran los populares, es susceptible de entrar en colisión con Competencia.

Avalada por Von der Leyen

No obstante, el PP no se engaña respecto a lo difícil de la empresa. Contadas son las ocasiones en que se ha echado abajo la propuesta de un comisario y Von der Leyen, de la misma familia política que el Partido Popular, avala a Ribera. Sólo así se entiende su nombramiento como primera vicepresidenta ejecutiva además de comisaria de Competencia y Transición Limpia, Justa y Competitiva.

Conforme el calendario marcado por la Cámara de Estrasburgo, las audiencias se desarrollarán en noviembre principalmente, sin descartar que se alarguen a diciembre, con la intención de que a finales de año eche a andar el nuevo gobierno de la Unión. Moncloa prevé que Ribera se examine en la primera semana de noviembre.

Este complejo y largo proceso desde la celebración de las últimas elecciones europeas -un ya lejano mes de junio- dificulta la búsqueda de una nueva fecha para la comparecencia del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo para dar cuenta de su papel como observador de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio asñi como su relación con Nicolás Maduro.

Propuesta por los populares europeos y prevista, en un principio, para el próximo lunes 30, finalmente resultó aplazada, y ahora hay que hacer coincidir las agendas de Zapatero con las del presidente del Centro Carter y con la del director de observadores de las Naciones Unidas, también convocados. Ambas organizaciones acreditaron la falsedad de los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que robó el triunfo al opositor Edmundo González.

Desde ese 28 de julio, Zapatero sólo ha roto su silencio una vez. Y fue el pasado martes durante la presentación, en Madrid, del libro "La democracia y sus derechos" que él ha coordinado. Apenas admitió su papel en la "tarea de facilitación" para acoger como asilado a Edmundo González en España -más tarde trascendió que coaccionado y amenazado en la embajada española por los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge- y no quiso entrar a si considera a Edmundo González ganador de esa contienda frente al autócrata Nicolás Maduro.

"Yo he procurado siempre buscar soluciones, que a veces han estado cerca y otras no, y ayudar a las personas con dificultades", arguyó el ex presidente para apelar a la "serenidad y la discreción" en su labor de mediador.