El conservador Partido Popular austríaco (ÖVP) rechazó este domingo la posibilidad de acordar una coalición con la formación ultranacionalista y de extrema derecha FPÖ bajo su líder Herbert Kickl, ganador hoy de las elecciones generales con el 29 % de los votos, según las proyecciones. El líder del ÖVP, y actual jefe de Gobierno, Karl Nehammer, criticó los "métodos" de Kickl y anunció que su partido apuesta por "resolver los problemas de la gente y no vivir de ellos".
Reconoció que su formación, segunda con un estimado 26,4 % de los votos -11 puntos porcentuales menos que en 2019-, no ha logrado ganar las elecciones y dijo que debe analizar "por qué los radicales sacan más votos" que ellos.
Al ser preguntado por una posible coalición con el FPÖ, el canciller en funciones señaló que mantiene su postura "previa a las elecciones", cuando aseguró una y otra vez que no formará una coalición con Kickl al frente del partido ultra.
Sin el apoyo de los conservadores y con el rechazo tajante de los demás partidos políticos, el FPÖ no podrá formar coalición, ya que cuenta, según los resultados aún no oficiales, solo con 57 de los 183 escaños en la Cámara baja del Parlamento.
Por ello, una alternativa de Gobierno que está tomando fuerza es una "gran coalición" entre el ÖVP y el socialdemócrata SPÖ, tercero hoy con el 21 %.
Esas dos formaciones políticas, que reconstruyeron el país tras la Segunda Guerra Mundial, sumarían 92 escaños, con un 82,8 % de las papeletas escrutadas, es decir, un solo diputado por encima de la mayoría absoluta.
Andreas Babler, jefe del SPÖ, se mostró dispuesto hoy a iniciar contactos en ese sentido con los conservadores.
El ÖVP y el SPÖ tienen una larga tradición de gobernar juntos en llamadas "grandes coaliciones", que en el pasado llegaron a tener mayorías de dos tercios en el Parlamento austríaco.
También se ofreció a entrar en un posible pacto tripartita el partido liberal Neos, cuarto en los comicios con el 9 % de los votos, y que ya gobierna junto con el SPÖ en la región de Viena.
La líder de Neos, Beate Meinl-Reisinger, descartó de forma explícita cooperar con el FPÖ, al igual que Babler, quien se había presentado en la campaña electoral como un "cortafuegos" contra el partido de Kickl.
Los liberales confiaron en que el FPÖ no acabe teniendo responsabilidades de Gobierno y se ofrecieron aportar sus propuestas reformistas a un Gobierno junto con el ÖVP y SPÖ.
Finalmente, el partido Los Verdes, los socios ecologistas hasta ahora del ÖVP y grandes perdedores de la jornada, con el 8,3 % (-5), se mostró dispuesto a pasar a la oposición.
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hace 2 meses
¡Ay, qué disgusto tendrá la ultraprogre de Doña Ana! ¿Cómo es posible que los austríacos no voten a los partidos que gustan al establishment? Se formarán coaliciones antinatura como en Alemania para impedir que gobierne el más votado, y el resultado es que los ciudadanos harán más cordón democrático a unos partidos tradicionales en caída libre.