El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha lamentado que el Gobierno vasco conceda el tercer grado penitenciario a dos presos de ETA que "no han cumplido con el requisito fundamental exigido por la ley para progresar de grado que es el del arrepentimiento por sus crímenes". La asociación de víctimas ha urgido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional a que recurra la concesión los terceros grados a los presos de ETA Luis Mariñelarena y Harriet Iragui Gurruchaga. El primero de ellos está condenado por participar en el atentado que costó la vida al portavoz del PSE, Fernando Buesa, y su escolta, Jorge Díez. El segundo cumple condena por participar en los asesinatos del concejal del PP José Martín Carpena, el fiscal jefe de Andalucía Luis Portero y el coronel del ejército, Antonio Muñoz Cariñanos.

En una nota, Covite recuerda que los dos presos de la banda terrorista son "exhibidos constantemente por la izquierda abertzale" para reclamar su excarcelación. Para el Colectivo esta utilización de su figura por parte de Sortu y Sare -el colectivo de apoyo a los presos de ETA- demuestra que no están arrepentidos. Señala que es "público y notorio" que la izquierda abertzale ha prohibido a los presos de ETA "el arrepentimiento y la colaboración con la Justicia". Requisitos sin los cuales, "no se debería poder progresar al tercer grado".

La presidenta de Covite muestra además su decepción con la nueva consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, quien durante su comparecencia en el Parlamento Vasco la semana pasada anunció un cambio respecto a la política de concesiones de terceros grados a los presos de ETA. La nueva titular de la cartera, del PSE, insistió en la necesidad de que el arrepentimiento de los internos quede bien acreditado. Los de Mariñelarena e Iragui son los primeros terceros grados concedidos desde que asumió el cargo. "Teníamos esperanzas de que su intención de revertir la política fraudulenta del PNV -con los terceros grados- fuera sincera". Ordóñez no oculta su "decepción total" tras conocer las progresiones otorgadas a estos dos presos de ETA: "Esta haciendo lo mismo que hacía el PNV".

Cartas manuscritas

Durante el periodo de gestión de las prisiones en manos del PNV desde que le fue concedida la transferencia al Gobierno vasco, la Audiencia Nacional recurrió al menos media docena de concesiones de terceros grados a presos de la banda. Covite reitera que los arrepentimientos no se pueden sustentar en "la redacción de unas cartas manuscritas en las que los presos supuestamente expresan arrepentimiento y piden perdón a las víctimas". Insiste en que el único modo de que puedan reparar el daño injusto que causaron es a través de "manifestaciones públicas de rechazo a los crímenes que cometieron y a todo lo que supuso el terrorismo de ETA".

La presidenta de Covite apunta que además de tener que respetar el derecho a la justicia de las víctimas se deben asentar los cimientos "para garantizar que nunca más volveremos a vivir el horror del terrorismo de ETA". Subraya que en la actualidad lo único que trasciende al ámbito público por parte de la izquierda abertzale es que continúa "honrando a estas personas por su pasado criminal, calificándoles de 'presos políticos' y exigiendo su excarcelación porque siguen pensando que matar estuvo bien y no merecen estar en la cárcel por ello".

Por último, Covite arremete contra el resto de formaciones políticas a las que ve sumidas en "un silencio atronador" ante el fraude de las concesiones de grado: "Callan. ¿Por qué?". Lamenta que algunas alzaron la voz ante el acercamiento a prisiones del País Vasco y ahora en cambio guardan silencio.