Mientras dos aviones del Ejército del Aire vuelan hacia el Líbano para evacuar a unos 350 españoles que han pedido salir del país, la comunidad militar e internacional se debate en si la misión de la ONU debe permanecer en mitad de un conflicto que no puede parar ni intervenir.

La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) es una misión desplegada en el sur del país de Oriente Medio en 1978. Ha sufrido cambios, siendo el más significativo para España el de 2006. Ese año se produjo un duro enfrentamiento entre Israel y Hizbolá, la milicia promocionada por Irán en la zona. Nuestro país entró a formar parte del contingente con 350 militares, que en la actualidad está compuesto por más de 10.000 soldados de distintos países.

Para continuar con la misión, Israel exigió que hubiese fuerzas europeas y de la OTAN en el terreno y que fueran de ejércitos con portaaviones. Por eso España, Italia y Francia llevan la voz cantante en los mandos de la UNIFIL. De hecho, en estos momentos al frente del ejército de Naciones Unidas hay un español, el general de división Aroldo Lázaro.

Evitar la guerra

La Resolución 1701 de 2006, por la que España entró en la misión, buscaba garantizar la paz entre Israel y Hizbolá, además de preservar la desmilitarización de la frontera. Además de vigilar un línea divisoria imaginaria, los soldados se emplean en labores de reconstrucción y ayuda a la población local. El objetivo, en general, es evitar escaladas de tensión y asegurar que ambas partes respeten el alto el fuego.

La decisión del país hebreo de, primero, atacar a la milicia haciendo explotar beepers y equipos de radio y, después, de invadir Líbano vía terrestre, pone al contingente de la ONU en entredicho. Incapaces de evitar la guerra directa (no cuentan con armamento pesado ni blindados), la pregunta es si deberían abandonar la misión. La situación es muy distinta a la vivida en Bosnia o Kosovo: allí los cascos azules podían entrar en combate, ahora sólo pueden patrullar, y ni si quiera en territorio israelí.

La alternativa de salir del país tampoco parece muy buena. La decisión la tiene que tomar el Consejo de Seguridad de la ONU, cada país no puede sacar a sus soldados por separado. El problema es que sería reconocer un fracaso absoluto de la misión. Volver a establecerla sería casi misión imposible. Y cuando se produzcan nuevos frentes de batalla, los países serán reticentes a pedir que Naciones Unidas llegue a sus territorios para salvaguardar una paz que ahora en el Líbano no ha sabido proteger.

El Gobierno defiende quedarsee

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha defendido este miércoles que el despliegue de la misión de paz, en la que España participa con casi 700 militares, "sigue teniendo sentido a día de hoy". Indicó que España no da más licencias de exportación de armamento a Israel desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque sin precedentes contra Israel, ni permite que los barcos con armamento y destino final en Israel hagan escala en los puertos españoles.

"Estamos al borde, si no al inicio de una guerra regional total y hay que evitarlo a toda costa", ha advertido el ministro en una entrevista en Onda Cero, donde ha explicado que este martes habló con el secretario general adjunto de Naciones Unidas, responsable directo de FINUL, Jean-Pierre Lacroix, y trataron sobre la situación de la misión en el Líbano.

Ha insistido en que es el momento de la "desescalada" de la tensión y que Oriente Próximo "no necesita más armas". "Necesita más paz y más diálogo, el uso de la fuerza por sí solo nunca garantizará a nadie la seguridad total", ha apuntado el ministro, que ha vuelto a abogar por la solución de dos Estados, "que un Estado de Palestina exista, conviva y coexista en paz con el Estado de Israel".

Plan de evacuación

En la mañana de este miércoles, la ministra de Defensa, Margarita Robles, confirmaba el envío de dos aviones para traer de vuelta a 350 españoles. "Los aviones españoles están preparados, las dotaciones están preparadas y, como siempre, con la máxima profesionalidad con la que lo hace el Ejército y como lo hacen siempre las Fuerzas Armadas", ha señalado Robles en declaraciones a Antena3 TV. No obstante, la ministra ha precisado que hay que tener en cuenta la situación de los espacios aéreos, ya que hay algunos en los que se ha suspendido el tránsito de aviones.

Respecto a los 650 militares españoles desplegados en Líbano, la ministra ha trasladado que España va a estar comprometida con la misión de paz hasta que Naciones Unidas, "en su caso, tome la decisión que estime oportuna", si bien ha señalado que "hoy por hoy, el escenario de evacuación está previsto".

Robles ha querido dejar claro que el contingente español, con el que habla prácticamente todos los días, está "muy firme" en sus posiciones. "Nos transmiten cada día un mensaje de ánimo y de moral y con ello nos están dando un ejemplo de heroísmo", ha dicho.