Cuando todo parecía dilucidado, este martes Vox generó de nuevo dudas sobre el origen de un tercio del dinero utilizado bajo crédito bancario para las elecciones del año pasado. Fuentes nacionales del partido reconocían el lunes a El Independiente que la entidad Magyar Bankholding (MBH) era la que había suministrado los recursos monetarios necesarios por adelantado a los de Santiago Abascal para financiar las campañas de municipales [y autonómicas, al celebrarse al mismo tiempo salvo gallegas, vascas y catalanas] y generales, meses después.

En total, y según consta en la memoria económica de 2023 de la formación, presentada en junio, la cantidad solicitada para todos esos comicios asciende a 9.229.444,35 euros. Una cifra que desde el partido afirman haber ya pagado con sus respectivos intereses. No obstante, de ese conjunto, la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, limitó a 6,5 millones el crédito obtenido por MBH solo para las elecciones generales. A eso hay que añadir una ampliación del mismo de 192.082 euros hasta los 6,69 millones como figura en el escrito de Vox [el detalle, a continuación].

Detalle de los préstamos electorales recibidos por Vox al término de 2023, según recoge la memoria
Detalle de los préstamos electorales recibidos por Vox al término de 2023, según recoge la memoria | Vox

Por lo tanto, aun se desconoce el origen de los 2,6 millones de euros empleados para las municipales. El compromiso del partido, según precisan fuentes de la dirección, es el de subsanar cualquier "error" documental para el futuro en relación a este asunto, pero consultadas sobre el origen del mismo no matizan en este momento la entidad bancaria que suministró ese dinero otro dinero. Tampoco lo justifican —al cierre de esta edición— otras fuentes nacionales del partido con acceso al departamento económico consultadas por este medio. Unas o no son conocedoras de la gestión financiera, o no trasladan respuesta. La principal duda que esto genera es si el préstamo procede también de Hungría u otro país del entorno europeo, o si en su lugar, se trata de dinero de un banco español, lo que contradiría el argumento con el que Vox a justificado acudir a MBH, el "veto" del tejido bancario nacional por favorecimiento a PP y PSOE.

Precisamente en el partido tienen un registro de hasta 25 bancos entre los que se encontrarían entidades que se habrían opuesto a financiarles las campañas, así como otros que colaborarían activamente con socialistas y populares. Lo que sirve a Vox para justificar la negativa bancaria por "partidismo" u omisión a alentar "al tercer partido nacional" de España. En ese documento se incluye, por ejemplo, a CaixaBank y el BBVA, donde el partido, según queda acreditado en el portal de transparencia de la web, tiene sus cuentas ordinarias y recibe las donaciones privadas o las cuotas de la militancia. Tanto a nivel nacional como provincial. Por esa relación existente, no es descartable que las entidades estén entre los bancos a los que Vox solicitó crédito sin éxito. No hay pruebas de ello, tampoco se traslada y no es posible conocer fuera de Vox por la Ley de Protección de Datos.

Lo que sí ha podido conocer este medio por fuentes nacionales de Vox es que, dentro de esa imposibilidad de negociar créditos en España, hubo dos operaciones que casi llegan a buen puerto antes de las elecciones generales. "Pedimos muchas solicitudes y obtuvimos muchas negativas", explican desde Vox. Y, tras el proceso de negociación, casi a final de rubricarse el préstamo "los dos bancos las cancelaron", añaden insinuando temor a culminarlas. Sin trasladar los nombres de ambas, en Vox son conscientes de que ningún banco está "obligado" a financiarles o a pactar créditos con ellos. Pero les sorprende que se rechace a la tercera fuerza del país, más cuando hay garantía de pago y obtención de intereses "asegurado". Es destacable que el partido no utilizase este hecho como reclamo electoral en 2023.

Vox desconoce si MBH tiene relación o no con el Gobierno de Orbán, pero admite que fueron los que ofrecieron las mejores condiciones

Consultadas las mismas fuentes por el motivo que les ha llevado a Hungría y no a otros países del entorno directo de España, como Portugal, Francia o Italia, fuentes nacionales de la formación lo justifican por haber sido MBH "quien ofreció las mejores condiciones" de devolución. Sorprende que la entidad sea próxima al Gobierno de Viktor Orbán, donde el Estado tiene, a través de Corvinus International Investment, una participación superior al 30%. Con él el Ejecutivo impulsaría operaciones internacionales de acuerdo a sus intereses. De hecho, el fondo estatal, junto a Magyar Vagon impulsó la OPA sobre Talgo. Vox apenas se posicionó sobre este intento de adquisición frustrado por el Gobierno esgrimiendo motivos de "seguridad nacional".

Se añaden al accionariado, con casi el 15%, algunas figuras próximas a Orbán, como el hombre con mayor patrimonio del país, Lőrinc Mészáros, quien es amigo de la infancia del primer ministro. En Vox afirman desconocer si hay vínculos con Orbán o no, y solo recalcan la disposición de la entidad a ese crédito.

Investigación periodística en Centroeuropa

El detalle sobre el accionariado de MBH llega a raíz de una investigación reciente del medio centroeuropeo VSquare, en la que se desveló que el Gobierno de Orbán, según el texto, financiaría a sus socios a través del banco con créditos que son devueltos con intereses tras obtener fondos de compensación electoral públicos. Se puso el foco, de hecho, en la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen y en un préstamo en 2022 para las presidenciales francesas. Y eso ha servido para que Vox acredite también su colaboración. Omitió dar detalles del asunto semanas atrás, al calor de una información de El País que apuntaba que la ausencia del nombre de las entidades de crédito en las cuentas del partido iba en contra del artículo 14.8 de la Ley de Partidos. Insistiéndose desde Bambú en que todo está auditado y es conocido por el Tribunal de Cuentas, en Vox no querían dar pie a la criminalización de la entidad bancaria.

El autor de la investigación, el húngaro Szabolcs Panyi, se sorprendía por la celeridad en la que Vox lo había confirmado y ha apuntado que la publicación del medio español causó nerviosismo en MBH, que ya cuenta con desconfianza en el entorno europeo. "Otro caso de intromisión húngara en elecciones extranjeras" reseñaba en su perfil de X. Sin embargo, Vox asegura que nada de ello incumple las leyes españolas por las que se tienen que regir. En este caso, la Ley Orgánica de Régimen Electoral. "Es un crédito como cualquier otro, no nos financia, nos ayuda y se devuelve con intereses", sostienen. "Las acusaciones de ilegalidad son absolutamente infundadas", asevera otra fuente del partido que reivindica ser buen conocedor de la ley. Una más expone que "sé que todo es legal" e incide en "las dificultades que tenemos para trabajar con bancos españoles".

Como refleja el último ejercicio de Vox, al cierre de 2023 los 2,6 millones de préstamo ajeno al de MBH estaba prácticamente devuelto en su totalidad. Solo faltaban 795.109,57 euros por entregar. Según refleja el documento del ejercicio de 2023, Vox recibió tras las generales 7.807.117,62 euros en subvenciones, y 5.534.984,18 euros en el caso de las municipales, casi el doble del préstamo solicitado a consecuencia del buen resultado a nivel regional.