Durante décadas fue el refugio de ETA, el destino al que regresar tras atentar en España. Años en los que Francia acogió sin inmutarse -como ‘refugiados’- a los militantes de la banda armada. A mediados de los años 80 todo comenzó a cambiar. La presión del Ejecutivo español hizo que el gobierno galo comenzara a detener y extraditar etarras a España y, poco después, su Justicia a condenarles. Han sido cientos los miembros de la banda que ha cumplido condena en una prisión francesa y que después fueron entregados para responder ante un tribunal español por otros crímenes cometidos en nuestro país. Hoy, en las cárceles vascas y navarra al menos 35 de los 125 presos de ETA encarcelados han estado antes en centros penitenciarios franceses.

Entre todos ellos suman cerca de 400 años de cárcel en alguna prisión del país vecino. Son los años que ahora podrían ‘ahorrarse’ al sumarse en el cómputo penitenciario de cada preso si prospera el proyecto de ley por el que se modificará la ley sobre intercambio de información de antecedentes penales que impulsa el Gobierno. La medida permitirá sumar los años de cárcel cumplidos en Francia a los completados en España para alcanzar el periodo legal máximo de cárcel permitido por nuestro código penal: 40 años.

Es una modificación legal que se promueve, defiende el Gobierno, en el contexto de una transposición europea. El pasado 10 de septiembre la Comisión de Justicia del Senado incluyó a última hora en la reforma de la ley de intercambio de 'información de antecedentes penales' dos modificaciones que pasaron desapercibidas para la oposición. Ambas medidas suponían la eliminación de la cláusula que en 2014 introdujo el Gobierno de Rajoy y que impedía sumar al cómputo de condena de un preso de ETA los años de cárcel cumplidos en Francia.

De esta forma, la medida, que hoy se votará en el Senado y cuya reversión sólo será posible si el Gobierno retira la propuesta de ley, adelantará la puesta en libertad de decenas de presos de ETA, les ahorrará un total de 400 años de prisión efectiva. Todo apunta a que la modificación de la ley se aprobará en el BOE. Tras lo cual, muchos presos podrán ser excarcelados, en algunos casos en periodo muy breve de tiempo y en otros con años de antelación a lo que tenían previsto hasta ahora.

Condenas por distintos delitos

La horquilla de beneficio oscila entre los 4 y los 23 años. Entre la más de una trentena de presos de la banda, al menos trece verán reducida su estancia en la cárcel más de una década y el resto entre 4 y 9 años.

El caso más llamativo es el de Félix Alberto López de Lacalle, alias ‘Mobutu’, que cumplió 23 años y un mes de prisión en Francia. De este modo, si antes de la reforma su puesta en libertad estaba prevista para marzo de 2036, ahora su excarcelación habría que dictarla casi de inmediato. Fue detenido en Francia en 1994 y tras cumplir condena fue entregado a España para responder por el asesinato de tres guardias civiles en 1980, crímenes por los que fue condenado a 80 años de prisión. Hoy cumple condena en la prisión de Zaballa, en Alava.

En la mayor parte de los casos los delitos por los que fueron condenados en Francia son de menor gravedad que los cometidos en España. Históricamente ETA no cometió asesinatos en suelo francés. El asesinato del gendarme francés, Jean Serge Nérin el 16 de marzo de 2010 –el último asesinato de la banda- fue una excepción en su historial criminal. Los delitos más habituales por los que la Justicia francesa ha encarcelado a los miembros de ETA han sido la pertenencia a banda armada, la posesión de armas, el robo de explosivos o delitos como la falsificación.

Ahora, con la reforma legal el cómputo de los años en prisión por este tipo de delitos se sumarían con los de otros delitos de mayor gravedad cometidos en España, como es el delito de atentado terrorista con resultado de muerte. Entre los etarras encarcelados en las prisiones vascas y navarra al menos en una veintena de casos cumplen condena por delitos de sangre cometidos en nuestro país.

Excarcelaciones adelantadas

Gregorio Vicario Setién no tiene delitos de sangre pero su largo currículum en ETA incluye el intento de hacer estallar un coche bomba al paso de una patrulla policial en Barcelona. También fue condenado por su participación en dos secuestros, el del empresario Cosme Declaux en 1996 y el del empresario José María Aldaya en 1995. Fue detenido en Francia en 2001 tras el robo de 1.600 kilos de explosivo y condenado por ello a 18 años de prisión en Francia –de los que cumplió casi 15 años-. Ahora, con la modificación de la ley su salida prevista para noviembre de 2035 se adelanta casi tres lustros, con lo que formalmente debería estar en libertad en 2021. De este modo, su excarcelación podría ser una de las primeras.   

Otra de las veteranas que verán atenuado de modo importante su tiempo en cárceles españolas será Dolores López Resina. Esta presa de ETA nacida en Almería fue detenida en la localidad francesa de Dax en 2001. Cumplió 17 años y 4 meses de cárcel en Francia y ahora completa su condena por delitos como el asesinato de tres civiles tras la colocación de un coche bomba contra la Policía Nacional en 1993. Ahora cumple condena en Zaballa (Alava). Con la modificación legal saldrá en libertad en 2029 en lugar de en 2046, como estaba previsto.

La lista de presos de la banda que saldrán mucho antes de prisión es larga. Jon Bienzobas Arretxe fue detenido en 1999 en la localidad francesa de Pau tras el robo de ocho toneladas de dinamita. Fue condenado en 2005 por el Tribunal Especial de lo Criminal de París​ a 18 años de prisión. Tras cumplir su condena, en España fue sentenciado a 30 años por el asesinato del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, en 1996. Además, fue condenado en 2007 por matar de Rafael San Sebastián, crimen que ETA reconoció que cometió "por error". La condena más elevada que le ha sido impuesto es de 186 años por su participación en el atentado con coche bomba el 15 de enero de 1994 en Madrid. El comando hizo estallar el vehículo al paso de una furgoneta del Ejército con once militares abordo. La bomba no produjo muertos pero sí numerosos heridos.