Hay malestar, desolación, frustración y lo que un alto dirigente de Génova llama "dolor interno" por la cadena de errores que llevó al Partido Popular a respaldar una enmienda a una directiva europea que permitirá convalidar los años de pena cumplidos en Francia para algunos de los más sanguinarios asesinos de ETA, como el que puso fin a la vida de Miguel Ángel Blanco, Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote. Es un asunto especialmente sensible para el primer partido de la oposición, y aunque su voto no hubiera cambiado nada, pues la enmienda y el proyecto de ley salía adelante con el respaldo de PSOE y Sumar y sus socios parlamentarios, nadie vio o no supo evaluar el alcance de dicha enmienda.

En todo caso, en el Grupo Popular hay cierre de filas. "Sólo faltaba que el Gobierno vaya a excarcelar a presos etarras y quien tenga que dimitir sea María Jesús Moro", dice uno de los más veteranos parlamentarios en alusión a una diputada muy valorada por su sólida formación jurídica y su seriedad. Ella fue una de las que puso su escaño a disposición del portavoz del Grupo, Miguel Tellado, que no se le aceptó. Explica, además la misma fuente, que las cuestiones más técnicas se dejan para los asesores, "Y a veces hay errores", en este caso compartidos con Vox y UPN, que tampoco vieron el calado de la enmienda agregada a la trasposición de la directiva europea. El mensaje que se ha transmitido internamente es que hay que estar a partir de ahora "más vigilantes".

Ajustes internos de cuentas

Los populares no eluden su error y el primero en asumirlo fue el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pero no hay un responsable o responsables claros a los que culpar del desaguisado, dicen otras fuentes parlamentarias a El Independiente. Otra más niega el publicitado "ruido" interno aunque este tipo de situaciones suelen ser propicias para ajustes de cuentas internos. No son nuevas las críticas en torno a si Núñez Feijóo se encierra demasiado en su grupo de 'gallegos' o que el vicesecretario de Institucional, que lleva también el área de Justicia, la política exterior, además de ser vicepresidente tercero de la Eurocámara y con un pie en Estrasburgo, Esteban González Pons, asume demasiadas competencias y no puede estar en el día a día de los temas.

La estrategia pasa ahora por "decirle al Gobierno que puede parar la ley, que tiene cinco días -hoy ya cuatro- hasta este lunes para retirar" la enmienda. Ese fue ayer el hilo argumental de todas las intervenciones de los populares en el Parlamento. "Le pido que retire la ley que deja sin efecto más de 300 años de cárcel para etarras", le espetó Feijóo a Pedro Sánchez nada más arrancar su intervención en la que era una comparecencia sobre inmigración. Y volvió a asumir la responsabilidad de la situación al agregar que "estos días muchos españoles se sienten decepcionados con mi grupo parlamentario, y tienen razón. Pero no es lo mismo que la bajeza de impulsar una ley a sabiendas" de cuáles van a ser sus efectos, cuestión en la que no ha entrado ningún miembro del gobierno, solo el portavoz socialista, Patxi López.

Tenso cara a cara entre Álvarez de Toledo y Bolaños

También fue muy tenso el 'cara a cara' entre el ministro de Justicia, Félix Bolaños, y la portavoz adjunta para estos temas, Cayetana Álvarez de Toledo, quien tampoco advirtió la trascendencia de la enmienda de Sumar, volcados como estaban los populares en una de Junts que, creían, perseguía beneficiar a Carles Puigdemont. Ese fue uno de los motivos por las que dejaron pasar el texto de los magentas, tal y como admitió el propio Tellado. Dijo Álvarez de Toledo que "nosotros cometimos un gravísimo error que no alteraba el resultado y por el pedimos perdón, usted, señor Bolaños cometió un crimen, un crimen político, jurídico y moral del que no se arrepiente ni piensa corregir. Otegi ordenó presos por presupuestos y usted obedeció".

El ministro le replicó que "¿a usted le parece un éxito o un fracaso que ETA dejara de matar en España hace 13 años? Porque fue un éxito para la sociedad española y un fracaso para el terror y para los que todavía hoy se empeñan en seguir hablando de ETA". Ya antes, le había reprochado a Cuca Gamarra su "inesperado cambio de opinión", sobre un proyecto de ley enmendando que contó con su voto.

Madrid: "Quien debe dimitir es Sánchez por poner a los etarras en la calle"

Desde la periferia los barones autonómicos del PP se muestran bastante cautos. algunos de los consultados por El Independiente aseguran no haber intercambiado impresiones con Feijóo sobre la enorme metedura de pata en el Grupo Parlamentario, aunque creen que esta es una situación que "debe administrar" el líder del partido, sin dirigir el dedo acusador contra nadie. En otros casos, como en el entorno de la presidenta de Madrid, sí hablan de un responsable, pero externo, esto es, Pedro Sánchez. Afirman que quien debe dimit es él "por sus trampas y poner a los etarras en calle" y que hay "más ruido que verdad" en las informaciones que apuntan a las peticiones de dimisiones y limpias internas porqu eincluso detectando lo que ocultaba la ya famosa enmienda "no podrían haberlo parado".

Por su lado, en el Senado, ponen el foco en que se limitaron a seguir las instrucciones recibidas desde el Congreso, lo que no ha impedido que sea la Cámara Alta la que haya agotado todos sus instrumentos parlamentarios para intentar parar la enmienda que cambia el panorama de los etarras presos que han cumplido pena en Francia.