El huracán Koldo ha vuelto a coger fuerza mientras se acerca una de sus horas críticas, la más que probable imputación del extitular de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos. La decisión recaerá en manos del Tribunal Supremo, pero este jueves el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno dio un paso muy relevante que camina en esa dirección: pidió al Congreso que expida "certificación acreditativa" de la condición de diputado del exministro. Con el obvio sí de la Cámara baja, el magistrado elevará su exposición razonada al TS, y este habrá de determinar si demanda el suplicatorio al Congreso para poderlo investigar. Hay trecho por delante, pero lo que está claro es que el cerco sobre Ábalos se estrecha.
Es lo que esperaba el PSOE, pero no por ello el partido fue inmune al impacto de la noticia. Justo lo contrario. Cargos relevantes decían sentir estupor, "preocupación", por las revelaciones del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, de 233 páginas, que ha servido de base a Moreno para situar a Ábalos al borde de su imputación. Pero a la vez advertían que los nuevos datos de las pesquisas no hacen peligrar ni al Gobierno ni a su presidente, Pedro Sánchez, ni tampoco al propio PSOE. Demuestran, creen, que el exministro "iba por libre". "Estamos muy tranquilos", señalaban en la Moncloa respecto a si una hipotética nueva sacudida de la causa puede afectar al jefe del Ejecutivo.
El PSOE tomó las medidas que creyó oportunas en su momento", reaccionó con "celeridad" y "contundencia", defienden desde la dirección federal
El pasado 27 de febrero, hace más de siete meses, el PSOE rompió amarras con quien había sido su todopoderoso número tres. Le situó en el precipicio, le urgió a dejar su escaño para imponer un cortafuegos en un caso Koldo que acababa de estallar. Ábalos no lo hizo, no entregó su acta y se fue al Grupo Mixto, dolido y decepcionado con su partido, en el que había militado durante más de 40 años. Desde entonces, intermitentemente afloraban las dudas en algunos cuadros de si se había sido "injusto" con el exministro al haberle pedido su escaño sin ni siquiera estar imputado. Pero este jueves en el PSOE resonó, de un lado, una sensación de alivio. Porque Sánchez y su secretario de Organización, Santos Cerdán, habían "acertado" al tomar una decisión dolorosa y compleja. El quebranto emocional fue enorme en el primer momento, pero este largo tiempo de compás de espera ha servido también para ir curando heridas internas y para que los lazos con un dirigente que había sido querido y respetado en la organización se desvanecieran casi por completo.
Que Ábalos esté a un paso de su imputación reafirmó a la cúpula: "El PSOE tomó las medidas que creyó oportunas en su momento", reaccionó con "celeridad" y "contundencia", "que durante muchas semanas algunos criticaron". "La suspensión de militancia y la exigencia del acta de diputado fueron inmediatas, y lo serán en cualquier caso —señalaban fuentes oficiales de Ferraz—. El PSOE colaborará con la Justicia en todo lo que le sea demandado. No encontrarán en Ferraz ningún ordenador machacado a martillazos". Los socialistas recuerdan que ellos mismos promovieron la creación de una comisión de investigación en el Congreso —ya cerrada, sin conclusiones y sin llamar ni a Koldo ni a Ábalos— y subrayan que ellos confían en la Justicia y que también creen necesario que se conozca "toda la verdad". Lo "único que sobra", añaden, es la actitud de un PP "cuya corrupción sumió a este país en años vergonzosos, y que tendrá su penitencia en la casi treintena de juicios que le esperan por diferentes casos". La dirección pidió a los populares que actúen con la misma contundencia con Ana Millán, número tres de la formación conservadora en Madrid, imputada por presuntos delitos de corrupción y que sigue en sus cargos "sin ningún problema ni reproche por parte de la dirección nacional del PP".
No me alegra nada de lo que está sucediendo. Ojalá pudiéramos decir que nos equivocamos. Es cierto que tomamos la decisión acertada. Pero a veces haber acertado no es un consuelo", confiesa un ministro
Pero la sensación que recorría el PSOE era de un alivio amargo, bastante amargo. Porque el clima político se va a tensar aún más y porque el informe de la Guardia Civil pinta un panorama dantesco para quien fue mano derecha de Sánchez. "No nos sentimos reconfortados, en absoluto. No me alegra nada de lo que está sucediendo. Ojalá pudiéramos decir que nos equivocamos. Es cierto que tomamos la decisión acertada. Pero a veces haber acertado no es un consuelo. Es una pena. En todo caso, prudencia", confiesa un ministro, que se reconoce "a cuadros" con todo lo que ha aflorado. "Lo estamos siguiendo con preocupación", apunta un relevante mando de la ejecutiva federal del PSOE.
El "papel relevante" del exministro en la trama
Y es que según la UCO, el exministro tuvo un "papel relevante" dentro de la supuesta red corrupta que tenía como vértices a su asesor en Transportes, Koldo García, y el empresario Víctor de Aldama. Una supuesta trama que cobraba comisiones irregulares con la compraventa de mascarillas en los peores momentos de la pandemia del covid-19. Aldama y García, dice la Guardia Civil, se refieren al exministro como El jefe. Los agentes hallaron que el empresario compró un chalé en La Línea de la Concepción, en Cádiz, y que existen "múltiples evidencias que confirmarían el uso real del mismo por parte de Ábalos, llegando incluso a disponer de la propiedad para ponerla en alquiler y poder obtener así rendimientos económicos de la misma".
En el Ejecutivo apuntan que lo que se está conociendo demuestra que Ábalos "iba por libre y que no eran cosas del Gobierno ni del partido, son suyas"
También indica el informe que Aldama pagó más de 82.000 euros por el alquiler de la vivienda de una mujer llamada Jessica y que fue pareja del exdirigente socialista. Además, el conseguidor de la trama se valió de su relación con Koldo y Ábalos para "influir en la concesión final del rescate a Air Europa". El extitular de Transportes informó brevemente a Sánchez de la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en enero de 2020, pero no le dijo las verdaderas razones del viaje. Los agentes interceptaron mensajes en los que los interlocutores se refieren al presidente del Gobierno como "el 1".
"La decisión, y lo que se está conociendo, por mucho que algunos lo retuerzan, lo que demuestra es que Ábalos iba por libre y que no eran cosas del Gobierno ni del partido, sino suyas", defiende un miembro del Ejecutivo y de la dirección del PSOE.
En la Moncloa recalcan su "preocupación cero" por que esta investigación pueda acabar salpicando al presidente. Y ofrecen su versión de varias cuestiones que interpelan a Sánchez. Sobre el llamado Delcygate, precisan que estaba prevista en un primer momento la visita de Rodríguez a España con motivo de Fitur para hablar de los intereses de las empresas españolas. Pero, en cuanto el Gobierno se percató de que su entrada estaba prohibida por acuerdo europeo, el presidente no la autorizó y no se produjo. Justifican que el avión en el que viajaba la vicepresidenta llegó a aterrizar en Madrid porque la tripulación necesitaba descansar. Lo que no aclaran fuentes del Ejecutivo es por qué Ábalos fue al aeropuerto y si lo hizo con el visto bueno del presidente, será él quien tenga que explicarse, despachan.
En la Moncloa precisan que en cuanto el Gobierno se percató de que Delcy Rodríguez no podía pisar suelo europeo, la visita no se autorizó ni se produjo
El extitular de Transportes sí aseguró en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, el pasado 6 de mayo, que fue a Barajas en una "misión diplomática" para cerciorarse de que la dirigente chavista no entraba en España, porque lo tenía prohibido, y le llevó hasta allí su asesor porque era más rápido que hacerlo con su coche oficial. Informó a Sánchez de su encuentro con ella, dijo, y del resultado de su gestión, de "éxito".
"Nos da muy mala imagen", "bien no nos hace"
Sobre el rescate de Air Europa, fuentes gubernamentales recuerdan que el Ejecutivo era el máximo interesado en salvar empresas azotadas por la pandemia. Y una de ellas, en efecto, era la aerolínea, y gracias a la línea de crédito se salvaron 4.000 puestos. En la Moncloa también restan importancia a que Sánchez sea llamado "el 1" por la trama, porque él es el presidente del Gobierno. Y se muestran convencidos de que no hubo chivatazo a Koldo por parte del anterior director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos. El PP, complementan en Ferraz, hará "todo el ruido del mundo, pero el que sale mal parado es Ábalos", salvo que "alguien quiera creer" que García hablaba directamente con Sánchez.
"Esto es preocupante", "muy mal todo, vaya panda todos, qué asco. Nos da muy mala imagen además. Rollo mafioso", apuntan dos barones socialistas
"Esto es preocupante", "muy mal todo, vaya panda todos, qué asco. Nos da muy mala imagen además. Rollo mafioso", señalan dos barones socialistas consultados por este diario. El informe de la UCO, y su posible derivada judicial, una posible imputación de Ábalos, ha sacudido al partido. Aunque hay dirigentes que señalan, también, que "todo el mundo intuía que más pronto que tarde este momento llegaría". "El PSOE no reacciona hoy, lo hizo hace meses. Bien no le hace al partido y al Gobierno, y menos en un momento durísimo de acoso y derribo. Pero es un daño, en lo esencial, ya amortizado y metabolizado. Doloroso e impactante, pero asumido. El partido ya hizo sus deberes y exigió la correspondientes responsabilidades políticas. A nuestra gente esto evidentemente no le motiva, pero cierra filas ante la indecencia e infamia de la derecha", analiza un veterano responsable con interlocución directa en la Moncloa.
El problema del Gobierno, reflexiona esta misma fuente, que conoce bien el Ejecutivo y el PSOE, no es el caso Koldo: "Con y sin Ábalos el Gobierno atraviesa objetivamente una situación precaria. Se evidencia en el Parlamento todas las semanas. Es un Gobierno de trinchera en una guerra de resistencia. No atravesamos el mejor momento, pero el partido está firmemente determinado a resistir, y este presidente de resistir algo sabe. Ábalos era una bomba de relojería desde el mismo día en que estalló el caso. Todos lo sabíamos y por eso se le pidió el escaño". En el PSOE, se siente que Sánchez está "políticamente cubierto", porque cesó a su ministro de Transportes y secretario de Organización en julio de 2021, cuando nada de esto había estallado, pero "nadie podrá probar que él sabía más y que encubrió".
Con y sin Ábalos el Gobierno atraviesa objetivamente una situación precaria. Se evidencia en el Parlamento todas las semanas. Es un Gobierno de trinchera en una guerra de resistencia", analiza un dirigente
El Congreso dará respuesta en las próximas horas al juez y le confirmará que Ábalos es diputado del Grupo Mixto. El exministro apuntaba este jueves a los medios que no le sorprende la consulta del juez sobre si es aforado, porque era "de esperar". Pero él, precisó, no pertenece a "ninguna trama". La investigación judicial, si sigue adelante, determinará si llegó a formar parte de una supuesta organización corrupta que unía a su exasesor en Transportes y al empresario Aldama. Como concluye con inquietud un barón autonómico socialista, "nadie sabe cómo va a acabar esto".
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