No habrá tregua, si es que algún día la hubo. El PSOE considera que el PP ha optado por ir a la guerra total por la corrupción, intentando dar "lecciones" sobre un tema en el que arrastra un "historial" claramente desfavorable, buscando arrebatarle una de las banderas fundacionales del Ejecutivo de Pedro Sánchez desde que ganó la moción de censura a Mariano Rajoy como respuesta, precisamente, a la sentencia de la Gürtel que condenó al PP como partícipe a título lucrativo. La dirección socialista y el Gobierno están convencidos de que la querella que Alberto Núñez Feijóo llevó este lunes a la Audiencia Nacional no prosperará porque se basa en una información periodística cimentada en el testimonio de un confidente anónimo. Una "querella estilo Manos Limpias", como la que se presentó contra Begoña Gómez, a partir de "recortes de prensa". La lectura que hace Ferraz es que el PP va a usar todas las armas para percutir contra el presidente, así que avisa de que dará la réplica: "Si quieren ir a los tribunales, iremos". O, como expresan más crudamente en el Ejecutivo: "Si quieren guerra sucia, la van a tener".

El comité de dirección del PP decidió el domingo y ejecutó el lunes. Interpuso su querella contra el PSOE por cuatro presuntos delitos: financiación ilegal, cohecho, blanqueo y tráfico de influencias. Un salto cualitativo muy importante respecto al caso Koldo y al informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que llegó al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno la semana pasada y razón por la que dio el primer paso hacia la imputación del exministro de Transportes y exsecretario de Organización socialista José Luis Ábalos. Los populares no quisieron facilitar su escrito a la prensa en todo el día, pero por la noche tanto elDiario.es como la SER ratificaron que la dirección de Feijóo no incorporó más indicios aparte de los explícitamente indicados por su portavoz, Borja Sémper, en declaraciones a los medios este lunes: la confesión de dos informantes anónimos publicados por el diario The Objective, que señalan que había llevado a la sede del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, dinero en metálico, 90.000 euros. En bolsas. El supuesto empresario que hace la confidencia no aparece identificado y en la grabación que se ofrece como prueba su voz aparece distorsionada.

Los populares acusan de cuatro presuntos delitos al PSOE: financiación ilegal, cohecho, blanqueo y tráfico de influencias. Se basa en testimonios anónimos

Esa acusación de financiación ilegal no aparece en el informe de la UCO que sustenta el ya caso Ábalos. El PP entregó su querella en el Juzgado Central de Instrucción número 5, que dirige Santiago Pedraz, porque es él quien mandó el pasado jueves a prisión a Aldama por su implicación en la causa que investiga un presunto fraude del IVA de hidrocarburos de 182 millones de euros, no solo por las cuotas defraudadas a Hacienda, sino por blanqueo de capitales.

El PSOE se lanzó en tromba contra el PP por su querella. Lo hicieron los ministros de Transportes y Transformación Digital, Óscar Puente y Óscar López, y también la portavoz del partido, la diputada por Burgos Esther Peña. El hilo común era la acometida contra los populares por "decidir subcontratar" su labor de oposición a los jueces. Es decir, que Feijóo, "un vago de siete suelas" —en palabras de la responsable de la ejecutiva federal—, ha preferido que la Justicia haga su trabajo por él. "Es un monumento a la desfachatez —sancionó Puente—. El Partido Popular no tiene autoridad moral para acusar a nadie de financiación ilegal. Tienen treinta casos por corrupción abiertos a día de hoy", como el que afecta a la número tres del PP de Madrid y vicepresidenta de la Asamblea regional, Ana Millán, investigada por corrupción, "y ahí sigue".

La portavoz leyó en Ferraz las 39 causas que todavía tiene pendientes el PP, una por una. "¿Quién nos está pidiendo cuentas? ¿Acaso 'Los Soprano'?", ironiza

Treinta no, 39. Peña, en rueda de prensa en Ferraz, leyó las 39 causas que todavía tiene pendientes, en diversos tribunales del país, el PP. Una por una. "Ayer [por el domingo] nos piden cuentas desde una sede pagada con dinero negro [la de la madrileña calle de Génova]. Y el líder de ese partido tenía como amigo a un narcotraficante. ¿Quién nos está pidiendo cuentas? ¿Acaso Los Soprano? Porque parece una broma", ironizaba la portavoz. El PSOE sacaba toda su artillería, incluso retrotrayéndose a una imagen que hiere específicamente a Feijóo: sus fotos con el narco Marcial Dorado en su barco, una relación que el partido ha explotado intermitentemente. Lo hizo el propio Sánchez en la recta final de la campaña de las generales del 23 de julio. Ahora retoma ese hilo.

Peña no desmintió de forma tajante la noticia. "Si alguien ha dicho que ha estado aquí, que lo demuestre", exigió la dirigente, recordando que no se puede invertir la carga de la prueba, que no es el PSOE el que tiene que "aportar o probar nada", porque son ellos los que están en una "situación pasiva", "alucinando" con las acusaciones. Lo único que hay hasta ahora, sostuvo, es "una información en la que un anónimo habla de una supuesta visita a Ferraz sin ningún dato y sin ninguna fuente más. No hay absolutamente más información".

"Una querella 'estilo Manos Limpias'"

En la cúpula cunde la impresión de que hay "mucho fantasma" que "presumía de relaciones que no tenía" y de "hablar con gente que no hablaba" con el propósito de "aparentar lo que no era". Peña recordó que el partido, como toda organización, está obligado a destruir las grabaciones de videovigilancia y los registros de entrada "cada mes", como exige la Ley Orgánica de Protección de Datos. La vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, desde Barcelona, calificó de "lamentable" que el PP, "en vez de hacer una oposición constructiva en este país, esté permanentemente usando los bulos y la información falsa que publican algunos pseudomedios para intentar judicializar" cuestiones sin "ningún tipo de elemento nuevo".

Montero califica de "lamentable" que el PP "esté permanentemente usando los bulos y la información palsa que publican algunos pseudomedios". El PSOE cree que la dirección de Feijóo "subcontrata" su labor de oposición a los jueces

En todo momento, el PSOE ha venido defendiendo que su respuesta a los casos de corrupción dista años luz de la del PP: ha actuado, recordaba Peña (y antes que ella, los ministros) con "contundencia", "transparencia" y "colaborando con la Justicia". Y exigiendo responsabilidades, como hizo con Ábalos, a los cinco días de que estallara el caso Koldo, demandándole su acta y, al negarse a hacerlo, suspendiéndolo de militancia, un procedimiento aún no culminado pero que acabará seguramente con su expulsión definitiva del partido.

En el PSOE, por tanto, ha irritado al máximo que el PP presente "una querella estilo Manos Limpias", sin más sustento que una información periodística que además "no aporta ningún detalle". Que no da, subrayan en la dirección en conversación con este diario, ni nombre del empresario que supuestamente acudió a Ferraz ni de los perceptores, ni fecha de esas citas en la sede federal, ni pruebas documentales. "El PP está sobreactuando para tapar su error de la semana pasada [con su voto a favor de las enmiendas de Sumar que conmutan las penas a los presos de ETA cumplidas fuera de España]. Pero si quieren guerra sucia, pues la van a tener. Por eso nosotros sacamos ahora de nuevo a Marcial Dorado. Lo que no puede ser es que ellos tengan patente de corso y nosotros les riamos las gracias", complementan fuentes del Gobierno consultadas por este diario. En Ferraz, la traducción es semejante: "Si quieren ir a los tribunales, iremos". O sea, que el PP no pondrá la otra mejilla y responderá.

Varios ministros dan por hecho que no tendrá "recorrido" el escrito del PP, pero reconocen que puede ocurrir como con el 'caso Begoña'

Los socialistas creen que lo que Génova persigue es "construir un nuevo caso Begoña", una acusación construida a partir de "recortes de prensa". Lo cierto es que la causa judicial sigue adelante todavía. La Audiencia de Madrid limitó el ámbito de investigación del juez Juan Carlos Peinado, pero no la archivó. Ministros consultados por este diario estiman que la querella del PP no correrá la misma suerte, en buena medida porque está en manos de la Audiencia Nacional. Eso sí, los miembros del Ejecutivo y del PSOE contactados no cierran del todo la puerta a que el escrito pueda ser aceptado. "Ni esta querella del PP ni la causa contra Begoña [Gómez, la mujer del presidente] tienen ningún fundamento, pero es que creo que la del PP no se admitirá a trámite siquiera. No le veo recorrido, aunque quizá me equivoque", apunta un miembro del Consejo de Ministros totalmente conocedor del mundo judicial.

"Preocupación" evidente en partido y Gobierno

"Lo de las querellas las carga el diablo. Nunca se sabe. Yo esta la veo con muy poco fundamento y en el aire pero tampoco la tenía la de Begoña y mira cómo estamos", manifiesta otro. Un tercer ministro cree que, "como mucho, se acumulará a la investigación en curso", pero "no hay nada en el informe de la UCO que hable de financiación ilegal".

No puede ser es que ellos tengan patente de corso y nosotros les riamos las gracias", aseguran en el Ejecutivo. "Si quieren ir a los tribunales, iremos", subrayan también en Ferraz

Para Ferraz y para la Moncloa, "no vale" el argumento de que no se puede caer en el y tú más, en el que se amparó este lunes la portavoz al recorrer la retahíla de 39 causas pendientes que afectan al PP. "Es que ellos nos han llevado a la Audiencia Nacional. O jugamos todos o rompemos la baraja. A ellos les da igual. Vamos a entrar a saco. Leña al mono. Nos tenemos que defender", apuntan fuentes gubernamentales. "Cada uno se dirige a su público. A nuestros votantes claro que les molesta el caso Ábalos, pero más les molesta que estemos agazapados", completan.

En el partido admiten que el informe de la UCO que apunta al exministro y exsecretario de Organización del PSOE es demoledor, que va mucho más allá de lo que en la dirección jamás pudieron pensar, porque describe cómo Ábalos pudo recibir como contraprestación un chalé en La Línea de la Concepción, en Cádiz, y el pago de casi 90.000 euros del alquiler de un piso de lujo en plaza de España, en Madrid, para su amante, Jessica, a razón de 2.700 euros el mes. Y también ilustra cómo él participó presuntamente del montaje del viaje a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en 2020. "Pero el informe sobre Ábalos lo hace la misma UCO, y es igual de contundente y válido que el que hizo sobre Begoña, y que no veía indicios de credibilidad. Es la misma unidad de élite de la Guardia Civil", apuntan desde el Gobierno.

Por supuesto que el tema de Ábalos no es agradable. Claro que no lo es. Sería absurdo decir que estamos encantados de la vida. Pero pensamos que está acotado", sostienen fuentes gubernamentales

En el PSOE y en el Ejecutivo la "preocupación" por el caso Ábalos es evidente. Se cree que, pese a que falta información por conocer y que aún no se ha podido investigar al exministro al estar aforado, el fuego está controlado y sus llamas no alcanzarán ni comprometerán a Sánchez. Pero también advierten de que no les temblarán la mano. Ya dijo el presidente desde Roma el viernes que "no habrá impunidad" y este lunes la portavoz ratificó que se actuará "caiga quien caiga", así que "quien tenga que pagar, que pague". "Por supuesto que este es un tema que no es agradable. Claro que no lo es. Sería absurdo decir que estamos encantados de la vida. Pero pensamos que está acotado", admiten desde el corazón del Gobierno.

Como otra prueba más de que el PSOE se desvincula por completo de Ábalos, la dirección confirmó este lunes lo esperado: que, si el Tribunal Supremo pide el suplicatorio al Congreso para poder investigar al exministro, el partido votará a favor sin pestañear. En ningún caso se opondrá a que los magistrados le imputen.